F¨®rmulas para no alimentar a la bestia: la batalla europea contra las ¡®fake news¡¯
Cada pa¨ªs cuenta con distintos mecanismos de lucha contra las noticias falsas. La UE tiene un `presupuesto espec¨ªfico
La lucha de la Uni¨®n Europea contra las campa?as de desinformaci¨®n se inici¨® en 2015, a ra¨ªz de la ofensiva de Rusia para desestabilizar Ucrania y apoderarse de Crimea. Y desde entonces, la Comisi¨®n Europea ha multiplicado los esfuerzos para contrarrestar las fake news y neutralizar la posible intoxicaci¨®n informativa, en especial, durante las elecciones al Parlamento Europeo en 2019 y desde el inicio de la pandemia de coronavirus.
La batalla arranc¨® con escasos recursos, a trav¨¦s de una unidad (llamada Eas...
La lucha de la Uni¨®n Europea contra las campa?as de desinformaci¨®n se inici¨® en 2015, a ra¨ªz de la ofensiva de Rusia para desestabilizar Ucrania y apoderarse de Crimea. Y desde entonces, la Comisi¨®n Europea ha multiplicado los esfuerzos para contrarrestar las fake news y neutralizar la posible intoxicaci¨®n informativa, en especial, durante las elecciones al Parlamento Europeo en 2019 y desde el inicio de la pandemia de coronavirus.
La batalla arranc¨® con escasos recursos, a trav¨¦s de una unidad (llamada East Strat Comm) creada en el seno del Servicio europeo de Acci¨®n Exterior. Pero aquel embri¨®n ha ganado fuerza y dispone ya de un presupuesto propio que entre 2018 y 2019 pas¨® de 1,9 millones a cinco millones de euros. La unidad vigila y rebate los infundios propagados por fuerzas exteriores, en particular, por medios ligados al Kremlin. Pero en los ¨²ltimos meses tambi¨¦n ha colocado en el punto de mira a China.
En 2018, la Comisi¨®n adopt¨® una Comunicaci¨®n que fij¨® la estrategia para combatir las noticias falsas a escala europea e inst¨® a los Gobiernos a dise?ar su propio plan e, incluso, a estudiar reg¨ªmenes de apoyo financiero a un periodismo de calidad. La Comisi¨®n tambi¨¦n elabor¨® un c¨®digo de conducta y propici¨® el establecimiento de una red europea independiente de verificadores de datos. En junio de este a?o se puso en marcha, adem¨¢s, el Observatorio Europeo de Medios Digitales, dirigido por el Instituto Europeo Universitario, con sede en Florencia, y formado por un consorcio entre el Centro Tecnol¨®gico de Atenas, la Universidad de Aarhus y la organizaci¨®n italiana de verificaci¨®n Pagella Politica.
Financiado por la UE con 2,5 millones de euros, el Observatorio desarrollar¨¢ una plataforma de verificaci¨®n que aspira a convertirse en el eje central de las campa?as europeas contra la desinformaci¨®n. En una segunda, y con un presupuesto previsto de 9 millones de euros, establecer¨¢ observatorios a nivel nacional y regional por toda la UE.
Bruselas tambi¨¦n ha llegado a acuerdos con las grandes plataformas digitales para que frenen la desinformaci¨®n, definida por la Comisi¨®n como ¡°informaci¨®n verificablemente enga?osa que se crea, presenta y divulga con fines lucrativos o para enga?ar deliberadamente a la poblaci¨®n y que puede causar un perjuicio p¨²blico¡±. En aplicaci¨®n de ese c¨®digo, durante la campa?a de las elecciones europeas, Google tom¨® medidas contra m¨¢s de 130.000 cuentas; Facebook desactiv¨® 2.200 millones de cuentas falsas y YouTube cerr¨® m¨¢s de tres millones de canales.
Reino Unido. En abril de 2018, el Cabinet Office (equivalente al Ministerio de la Presidencia espa?ol) del Gobierno brit¨¢nico puso en marcha la Unidad de Respuesta R¨¢pida (RRU, en sus siglas en ingl¨¦s), con el objetivo de contrarrestar la dispersi¨®n en internet de noticias falsas o campa?as de desinformaci¨®n. La unidad dispone de un equipo central de analistas y expertos en datos, comunicaci¨®n digital y medios. De manera habitual, emite correos electr¨®nicos informativos para uso interno del Gobierno, as¨ª como informes en profundidad de fen¨®menos puntuales.
La unidad desarroll¨® un modelo de trabajo bautizado con el acr¨®nimo FACT, que responde a cuatro fases de respuesta: Find (encontrar), Assess (Valorar), Create (Crear) y Target (objetivo). El objetivo previo es detectar asuntos o discusiones en redes sociales o p¨¢ginas web que pueda ser catalogado como desinformaci¨®n y afecte de alg¨²n modo al Gobierno o a sus tareas. Una vez estimado el alcance de la ¡°amenaza¡±, se valora la necesidad de una respuesta. En caso afirmativo, se recomienda al departamento de prensa del ministerio o instituci¨®n afectado una posible estrategia de comunicaci¨®n, que nunca pasa por una contestaci¨®n directa. Se trata de crear un contenido que ¡°reequilibre la narrativa¡± y promueva la versi¨®n oficial. Y para ello, debe entenderse claramente el objetivo (el sector de la ciudadan¨ªa) al que va dirigido el mensaje.
La RRU act¨²a en estrecha coordinaci¨®n con el Equipo de Comunicaciones de Seguridad Nacional del Reino Unido, especialmente durante la vigencia de una crisis puntual. Un ejemplo de su actividad fue la informaci¨®n suministrada al Gobierno para responder al ministro ruso de Exteriores, Sergu¨¦i Lavrov, cuando puso en duda el origen del agente nervioso utilizado para intentar asesinar al doble agente Sergu¨¦i Skripal y su hija en marzo de 2018, en la localidad brit¨¢nica de Salisbury. ¡°En los d¨ªas posteriores al incidente de Salisbury, el Gobierno brit¨¢nico tuvo que enfrentarse al menos a 30 narrativas falsas agitadas desde el Kremlin¡±, denunci¨® entonces Alex Aiken, director ejecutivo del Servicio de Comunicaciones del Gobierno brit¨¢nico.
Durante los ¨²ltimos meses han proliferado las campa?as de desinformaci¨®n referidas a la pandemia. Para frenarlas, el Ministerio de Cultura, Digitalizaci¨®n y Medios ha puesto en marcha su propia C¨¦lula Contra la Desinformaci¨®n, que se nutre en gran parte del trabajo de la RRU. Hasta la fecha, se ha detectado un promedio de 70 ¡°incidentes semanales¡± con noticias falsas o confusas sobre el virus. A finales de marzo, un art¨ªculo publicado en la p¨¢gina web WND.com aseguraba que un m¨¦dico estadounidense hab¨ªa curado a cientos de enfermos de la covid-19 con una combinaci¨®n de zinc y un f¨¢rmaco antimalaria. M¨¢s de la mitad de los lectores de la noticia eran del Reino Unido, y llegaron a ella a trav¨¦s de Facebook o Twitter.
La tarea de detecci¨®n y respuesta frente a la desinformaci¨®n se ha reforzado con una campa?a de toma de conciencia p¨²blica de la amenaza, llamada Don?t Feed The Beast (No Alimentes a la Bestia). Indica a la ciudadan¨ªa cinco puntos clave para saber cu¨¢ndo est¨¢ enfrent¨¢ndose a fake news: Asegurarse de que la informaci¨®n procede de una fuente fiable; leer siempre m¨¢s all¨¢ del titular; comprobar los hechos que se afirman; observar si las im¨¢genes han podido ser editadas o retocadas; y, finalmente, comprobar si hay errores gramaticales flagrantes.
No existe en el Reino Unido, m¨¢s all¨¢ de alguna cr¨ªtica puntual, un debate p¨²blico sobre las medidas emprendidas por el Gobierno. Por el contrario, el consenso es bastante amplio a la hora de reconocer la amenaza que supone la proliferaci¨®n de fake news.
Italia. La pol¨ªtica italiana se sumergi¨® hace tiempo en una guerra de informaci¨®n falsa generada por los propios partidos. A golpe de memes y mensajes en las redes sociales, el Movimiento 5 Estrellas o la Liga fueron ganando consenso entre sus votantes. Ninguno se mostr¨® especialmente preocupado en combatirlo. Sin embargo, a finales de julio se aprob¨® la creaci¨®n de una comisi¨®n de investigaci¨®n sobre la materia compuesta por 20 diputados y senadores. Tendr¨ªa 18 meses para encuadrar el fen¨®meno y proponer nuevas leyes. La propuesta fue impulsada por el Partido Democr¨¢tico e Italia Viva (el partido de Matteo Renzi) y rechazada por toda la oposici¨®n. El principal objetivo es el de combatir la desinformaci¨®n alrededor de las noticias sobre la pandemia, pero deber¨¢n estudiarse tambi¨¦n ¡°si hay actividades con finalidad de odio, o de incitamiento a la discriminaci¨®n o a la violencia por motivos raciales o nacionales¡±. Seg¨²n explica el diputado del PD Emanuele Fiano, que firm¨® el proyecto, ¡°cuando se termine esta primera fase se propondr¨¢n en el Parlamento nuevas normas para combatir el fen¨®meno¡±. Fiano, adem¨¢s, admite que la derecha no quiso que se aprobase porque pensaba que ¡°se quer¨ªa cerrar la boca a todas las opiniones que no correspondan con la opini¨®n dominante¡±.
Francia. A pesar de las denuncias de parte de la oposici¨®n y de algunos medios de ser ¡°liberticida¡±, Francia cuenta desde finales de 2018 con una ley para ¡°proteger la vida democr¨¢tica de las fake news¡±, en palabras del presidente franc¨¦s e impulsor de la normativa, Emmanuel Macron.
Las leyes ¡°relativas a la manipulaci¨®n de la informaci¨®n¡± ¡ªt¨¦cnicamente son dos, una ordinaria para las campa?as europeas y legislativas y otra org¨¢nica para las presidenciales¡ª buscan ¡°luchar contra la manipulaci¨®n de la informaci¨®n en la era digital y frenar la difusi¨®n de falsas informaciones durante los periodos de campa?a electoral¡±.
La legislaci¨®n francesa permite a un candidato o a un partido recurrir a un juez para que emita un recurso de urgencia que frene la difusi¨®n de ¡°informaciones falsas¡± durante los tres meses precedentes a un escrutinio nacional. Antes de bloquear, por ejemplo, una p¨¢gina web, el juez deber¨¢ constatar, en un periodo de 48 horas, si esas informaciones falsas han sido difundidas de ¡°forma artificial o automatizada¡± y de manera ¡°masiva¡±. El Consejo Constitucional valid¨® la ley, pero precis¨® adem¨¢s que el juez solo puede cesar la difusi¨®n si el car¨¢cter ¡°inexacto o falso¡± de la informaci¨®n es ¡°manifiesto¡± y si tambi¨¦n se corre un riesgo real ¡°de alteraci¨®n de la sinceridad del escrutinio¡± con esa informaci¨®n.
La normativa tambi¨¦n proporciona medios para interrumpir la difusi¨®n de ¡°servicios de televisi¨®n controlados o influidos por un Estado extranjero¡± e impone asimismo a las plataformas digitales como Facebook o Twitter una ¡°mayor transparencia¡± durante el periodo electoral cuando difunden contenidos por una remuneraci¨®n. Adem¨¢s, aquellas que superan un cierto volumen de conexiones diarias, deben tener un representante legal en Francia y hacer p¨²blicos sus algoritmos.
Alemania. El Gobierno federal alem¨¢n, aunque es consciente de que la informaci¨®n falsa y enga?osa se est¨¢ convirtiendo cada vez m¨¢s en un problema social y pol¨ªtico no tiene ning¨²n mecanismo legal para calificar y combatir la difusi¨®n de las fake news y deja en manos de la Agencia Federal de Educaci¨®n C¨ªvica el estudio sobre la desinformaci¨®n en el pa¨ªs. En cambio, ofrece en su web -bundesregierung.de-, instrucciones para poder detectar noticias falsas en solo tres pasos. Una vigilancia de las redes y una ¡°respuesta pol¨ªtica¡± a las campa?as de desinformaci¨®n, como quiere hacer el Gobierno espa?ol, es impensable en Alemania.
El combate a la desinformaci¨®n est¨¢ en manos de las redacciones de los medios o de organizaciones sin ¨¢nimo de lucro como Correctiv. En esta, para comprobar los hechos, los periodistas siguen los consejos de los lectores y buscan en los medios posibles noticias falsas. Luego se ponen en marcha en busca de pruebas (testigos oculares, documentos, opiniones de expertos). La investigaci¨®n es de libre acceso. El centro se financia con donaciones. Junto a Correctiv, la agencia de noticias m¨¢s grande de Alemania, DPA, tambi¨¦n apoya a Facebook en su verificaci¨®n de hechos.
Con informaci¨®n de: Bernardo de Miguel; Rafael de Miguel; Daniel Verd¨²; Silvia Ayuso y Enrique M¨¹ller.