La coalici¨®n de Gobierno cruje en la semana clave
PSOE y Unidas Podemos se concentran en sacar los Presupuestos, pero despu¨¦s habr¨¢ una reconfiguraci¨®n. El pulso llega cuando se est¨¢ jugando el mapa de poder de varios a?os. La legislatura va para largo
Casi todos los grandes protagonistas de la pol¨ªtica espa?ola lo ven claro. En estas semanas no solo se est¨¢n negociando los primeros Presupuestos desde 2018, los que marcar¨¢n la recuperaci¨®n de la crisis de la covid-19. Se est¨¢ reconfigurando el tablero del poder para los pr¨®ximos a?os. Cada uno de los actores ¡ªdesde el PNV hasta el PP pasando por el PSOE, Unidas Podemos, Ciudadanos, ERC, Bildu o incluso Vox¡ª juega muy fuerte sus cartas en estas semanas porque ya todos han...
Casi todos los grandes protagonistas de la pol¨ªtica espa?ola lo ven claro. En estas semanas no solo se est¨¢n negociando los primeros Presupuestos desde 2018, los que marcar¨¢n la recuperaci¨®n de la crisis de la covid-19. Se est¨¢ reconfigurando el tablero del poder para los pr¨®ximos a?os. Cada uno de los actores ¡ªdesde el PNV hasta el PP pasando por el PSOE, Unidas Podemos, Ciudadanos, ERC, Bildu o incluso Vox¡ª juega muy fuerte sus cartas en estas semanas porque ya todos han asumido que la legislatura va para largo y que hay que prepararse para una carrera de fondo. Y en ese contexto, el PSOE y Unidas Podemos, los dos grandes protagonistas del Ejecutivo, viven un pulso cada vez m¨¢s tenso para reajustar el poder interno en la coalici¨®n.
Esta semana, el PSOE estall¨® despu¨¦s de la enmienda anti desahucios que el grupo de Pablo Iglesias present¨® con ERC y Bildu contra los Presupuestos que tiene pactados con los socialistas. Estos hablan abiertamente de deslealtad. Los de Iglesias minimizan la crisis, dicen que estaba todo hablado, que los desahucios son un asunto clave para ellos y que la sangre no llegar¨¢ al r¨ªo. Pero los socialistas esta vez trasladan un malestar profundo. Ahora todo est¨¢ centrado en sacar los Presupuestos. Es la prioridad total. No es momento para peleas. Pero cuando se aprueben, a finales de a?o, habr¨¢ una discusi¨®n seria dentro de la coalici¨®n.
Unidas Podemos tendr¨¢ entonces menos fuerza de negociaci¨®n. A¨²n as¨ª, sus votos seguir¨¢n siendo imprescindibles para aprobar cualquier iniciativa importante. Al PSOE no le sobra un esca?o, como se ha demostrado en la ley educativa, aprobada por los pelos. Necesitaba 176 y tuvo 177. ¡°Nosotros tenemos 120 esca?os y solo en la ley de Educaci¨®n hab¨ªa 1.200 enmiendas. O pactamos con varios o no podemos hacer nada¡±, resume un socialista.
Los n¨²meros son claros. PSOE y Unidas Podemos est¨¢n condenados a entenderse. Nadie piensa seriamente en una ruptura que no le conviene a ninguno de los dos, pero s¨ª hay cada vez m¨¢s dirigentes hablando de reordenar el funcionamiento de la coalici¨®n. Los del PSOE plantean que Unidas Podemos debe aceptar que es un partido de Gobierno y dejar de intentar diferenciarse. Los de Iglesias exigen que los socialistas les mantengan informados de las decisiones clave y no al margen, como sucede con muchas de las cuestiones m¨¢s delicadas. Pero desde los dos sectores, por distintos motivos, coinciden en un mensaje: ¡°As¨ª no podemos seguir¡±.
Todo empez¨® en agosto. En el Consejo de Ministros m¨¢s duro que ha vivido el in¨¦dito Gobierno de coalici¨®n, Pablo Iglesias y sus ministros reprocharon al presidente, Pedro S¨¢nchez, que se hab¨ªan enterado por la prensa de que el rey Juan Carlos abandonaba Espa?a. S¨¢nchez insisti¨® en que eso era algo que ¨¦l hab¨ªa gestionado personalmente con la Casa del Rey como presidente. La cita fue muy tensa. Y muy sincera. El acuerdo con el que se sali¨® es que S¨¢nchez y el n¨²cleo duro del Gobierno, en especial Carmen Calvo y Mar¨ªa Jes¨²s Montero, por las que pasan casi todas las decisiones, informar¨ªan m¨¢s a sus socios. A cambio, reclamaban lealtad y prudencia.
Sin embargo, el pacto no funcion¨®. Los ministros de Unidas Podemos siguen fuera de las principales decisiones pol¨¦micas ¡ªbaste citar la crisis de la migraci¨®n en Canarias, con cinco ministerios implicados, ninguno de ellos de Unidas Podemos¡ª y los socialistas siguen acusando de deslealtad a sus socios cada vez que hay una diferencia de fondo.
En agosto, con encuestas en la mano y los malos resultados en las elecciones gallegas y vascas de julio, Iglesias tom¨® una decisi¨®n de fondo relevante, que est¨¢ marcando todo. Asumi¨® que necesitaba diferenciarse en las decisiones m¨¢s sensibles para que se viera claramente el perfil propio de un grupo como Unidas Podemos que en muchos asuntos choca con el PSOE. ¡°El problema de fondo es que a Unidas Podemos no le ha ido bien electoralmente estar en el Gobierno, al contrario de lo que ellos pensaban. No se hunden, pero no tienen datos buenos. Y por eso estas chispas van a seguir. Porque no es casual. Es una decisi¨®n estrat¨¦gica de Iglesias¡±, se?ala un ministro socialista.
En Unidas Podemos lo ven de manera muy diferente. Ellos creen que el problema lo tiene el PSOE porque permite que, en cuestiones sensibles para la izquierda, como los desahucios, se impongan las posiciones m¨¢s duras orientadas por la vicepresidenta econ¨®mica, Nadia Calvi?o. Y cuando Unidas Podemos pone ah¨ª el foco, todo chirr¨ªa, se?alan. ¡°Lo que le pasa al PSOE es que sabe que su electorado est¨¢ m¨¢s de acuerdo con nuestras propuestas en temas como los desahucios, los alquileres, la inmigraci¨®n o la reforma laboral. Y por eso nos llaman desleales, porque quieren hablar de las formas y no del fondo. Con las posiciones pol¨ªticas de Calvi?o el PSOE no lograr¨ªa ni un voto. Y les molesta tener a un grupo que le est¨¢ recordando siempre que se puede hacer pol¨ªtica de otra manera, m¨¢s progresista¡±, responden desde UP.
Al margen de las escaramuzas puntuales, a las que muchos en el Ejecutivo est¨¢n empezando a acostumbrarse ¡ª¡±fue mucho peor lo de la ley de violencia sexual, eso era una guerra civil, esto es m¨¢s suave¡±, se?ala un socialista¡ª hay tensi¨®n de fondo por el rumbo del Gobierno.
S¨¢nchez y su equipo quieren ir a posiciones m¨¢s abiertas, que puedan servir para pactar a la vez con el PNV, con Ciudadanos, y tambi¨¦n para negociar en Bruselas, a la que siempre apela Calvi?o como autoridad definitiva, por ejemplo, para no abordar ahora la reforma laboral.
Iglesias tiene clar¨ªsimo, por el contrario, que hay una posibilidad real de orientar el Gobierno a la izquierda con un pacto con ERC, Bildu, M¨¢s Pa¨ªs y Comprom¨ªs ¡ªque juntos suman exactamente los 21 esca?os que necesita la coalici¨®n para la mayor¨ªa absoluta¡ª. Pero el PSOE ni se plantea esta opci¨®n.
No solo los socialistas juegan para impedir ese movimiento de Iglesias. Mientras los focos se colocaban en la tensi¨®n entre el PSOE y Unidas Podemos ¡ªcon un cruce dur¨ªsimo entre la ministra de Defensa, Margarita Robles, y la secretaria de Estado de Iglesias, Ione Belarra¡ª un agente clave de esa reconfiguraci¨®n del poder para los pr¨®ximos a?os se mov¨ªa para dejar claro que esa nueva mayor¨ªa de izquierdas que promueve Iglesias no se va a consolidar porque hay m¨¢s gente jugando. Andoni Ortuzar, el l¨ªder del PNV, vio preocupado c¨®mo Podemos se acercaba a Bildu para dejar fuera de la partida a los nacionalistas. Pero el PNV, con su experiencia, su poder y su influencia ¡ªgobierna en Euskadi con el PSE¡ª se movi¨® r¨¢pido. El mi¨¦rcoles, al d¨ªa siguiente de la presentaci¨®n de la enmienda de UP, ERC y Bildu, que daba m¨¢s protagonismo a los de Otegi, Ortuzar hizo dos cosas. Grab¨® una entrevista en la cadena SER dur¨ªsima contra Iglesias y llam¨® a Carmen Calvo para rematar, sin Unidas Podemos, la negociaci¨®n sobre la retirada del impuesto al di¨¦sel. El jueves perfilaron los detalles el portavoz del PNV, Aitor Esteban, y la ministra de Hacienda, Mar¨ªa Jes¨²s Montero. Y el viernes se present¨® el acuerdo, apartando as¨ª tanto a Bildu, que ve como se adelanta el PNV como primer socio, como a Ciudadanos, que quer¨ªa negociar esa misma enmienda.
Iglesias cada vez est¨¢ m¨¢s cerca de ganar su pulso clave, porque en La Moncloa ya empiezan a asumir que Cs no estar¨¢ en el pacto final de Presupuestos ¡ªaunque siguen intent¨¢ndolo¡ª pero no ha podido orientar el giro definitivo hacia una mayor¨ªa de izquierdas con ERC y Bildu. El PNV sigue siendo mucho PNV y el PSOE tambi¨¦n marca su rumbo. Los Presupuestos se orientan poco a poco hacia la mayor¨ªa de la investidura. Cuando se aprueben, la coalici¨®n tendr¨¢ una complicada conversaci¨®n pendiente