El Congreso aprueba la ¡®ley Cela¨¢¡¯ en un clima de fuerte confrontaci¨®n ideol¨®gica
La derecha protesta, puesta en pie, al grito de ¡°?libertad!¡±, mientras la izquierda y el PNV aplauden el fin de la Lomce
Empezaron los diputados del PP, les secundaron de inmediato los de Vox y luego se sumaron discretamente algunos de los de Ciudadanos. En pie, dando palmas, golpeando en los esca?os y coreando ¡°?libertad, libertad!¡±. As¨ª durante m¨¢s de dos minutos. El ruido de la protesta de la derecha se mezclaba con la gran ovaci¨®n que hab¨ªa estallado en los asientos de enfrente. La imagen condens¨® el clima en que el Congreso aprob¨® este jueves la nueva ley educativa que sustituye a la Lomce: la misma confrontaci¨®n ideol¨®gica que ha marcado todas las normas para regular la ense?anza en Espa?a desde hace casi cuatro d¨¦cadas. Para la izquierda, una ley ¡°moderna, equitativa e inclusiva¡±. Para la derecha, un artefacto ¡°sectario¡±, una ¡°canallada¡± que ¡°genera enfrentamiento y odio¡±. La iniciativa logr¨® 177 votos a favor (PSOE, Unidas Podemos, ERC, PNV, M¨¢s Pa¨ªs, Comprom¨ªs y Nueva Canarias), por 148 en contra y 17 abstenciones. La Lomce obtuvo en 2013 cuatro votos m¨¢s, pero solo la apoy¨® el PP, entonces con mayor¨ªa absoluta.
Solo dispon¨ªa de un minuto de tiempo y tuvo que leer a toda velocidad, con ese aire de persona corriente que a¨²n no ha perdido tras un a?o en la pol¨ªtica. Al diputado con menos votos de la C¨¢mara, Tom¨¢s Guitarte, elegido al frente de la plataforma ciudadana Teruel Existe, le toc¨® abrir la sesi¨®n y en su peque?o discurso logr¨® transmitir un lamento muy gr¨¢fico: ¡°Iniciamos los trabajos con entusiasmo, pens¨¢bamos que esta vez ser¨ªa posible. Pero nos hemos encontrado con la polarizaci¨®n ideol¨®gica de siempre, con que la imposibilidad de entenderse sobre la educaci¨®n dura ya dos generaciones, que priman las agendas de partido, que las lenguas separan en vez de unir, que los argumentos falaces levantan fronteras sociales¡±. Poco despu¨¦s, a¨²n en el turno de los m¨¢s peque?os, subi¨® a la tribuna In¨¦s Saban¨¦s, de M¨¢s Pa¨ªs, y lament¨®: ¡°Cada vez que debatimos de educaci¨®n en Espa?a, acabamos hablando de lenguas y de religi¨®n¡±. Ambos, Guitarte y Saban¨¦s, resultaron premonitorios.
¡°Es un d¨ªa hist¨®rico¡±, repitieron algunos oradores. Cualquiera lo dir¨ªa viendo el aspecto del Congreso: el banco azul, solo ocupado por la ministra de Educaci¨®n, Isabel Cela¨¢, que asisti¨® impasible al choque; el l¨ªder de la oposici¨®n, Pablo Casado, ausente ¨Dentr¨® un momento con el debate casi finalizado y se fue de inmediato¨D y sin rastro tampoco del portavoz del tercer partido de la C¨¢mara, Santiago Abascal. Fuera del Congreso unos 200 padres de alumnos de colegios concertados hicieron o¨ªr su protesta, tambi¨¦n al grito de ¡°libertad¡±. Recog¨ªan firmas contra la ley y por all¨ª pasaron para estampar la suya Pablo Casado; la l¨ªder de Ciudadanos, In¨¦s Arrimadas, as¨ª como el portavoz parlamentario de Vox, Iv¨¢n Espinosa de los Monteros.
Lo que la pandemia hab¨ªa dividido, lo ha reconciliado la educaci¨®n. Los partidos del centroderecha, tan divergentes desde hace meses, volvieron a actuar como un solo bloque para oponerse de manera frontal al proyecto que enterrar¨¢ la no menos pol¨¦mica ley Wert. Fue como una especie de crescendo sem¨¢ntico para ver qui¨¦n encontraba las expresiones m¨¢s tremebundas. Sergio Sayas, de Navarra Suma, puso el aperitivo: ¡°Es el mayor ataque a la educaci¨®n de nuestra historia democr¨¢tica¡±. Cuando se subi¨® a la tribuna Marta Mart¨ªn, de Ciudadanos, alz¨® sus manos, las gir¨® levemente y anunci¨®: ¡°Vamos a votar no con las dos manos as¨ª¡±. En un tono contra el Gobierno que hac¨ªa mucho que no se o¨ªa en Ciudadanos, la diputada sostuvo que la ley es fruto de una ¡°arbitrariedad dolosa¡± y contempla una ¡°programaci¨®n estalinista¡±. Mart¨ªn advirti¨® de que su partido la recurrir¨¢ ante el Tribunal Constitucional y la Comisi¨®n Europea.
El PP tambi¨¦n est¨¢ dispuesto a cargar sobre sus espaldas con una ¡°tarea de dimensiones hist¨®ricas¡±. ¡°Utilizaremos todos los instrumentos a nuestro alcance para frenar esta deriva autoritaria¡±, anunci¨® la popular Sandra Moneo, para quien la ley va m¨¢s all¨¢ de modificar la regulaci¨®n educativa: ¡°certifica la ruptura de nuestro sistema de libertades y de nuestro pacto constitucional¡±, ni m¨¢s ni menos. Con ciertos matices, los grupos del centroderecha coincidieron en sus cr¨ªticas: la supresi¨®n de las alusiones al castellano como lengua vehicular ¨Dque se hab¨ªan introducido por primera vez en la ley Wert¨D, lo que entienden como un castigo a la ense?anza concertada y, por tanto, a la ¡°libertad de elecci¨®n¡±, y la supuesta desaparici¨®n de la educaci¨®n especial, que los promotores de la nueva norma niegan con vehemencia. Joaqu¨ªn Robles, de Vox, a?adi¨® un argumento m¨¢s: la educaci¨®n sexual. ¡°Jalean la sexualidad irresponsable y pretenden arrebatar la inocencia a nuestros hijos¡±, denunci¨® enardecido.
Junto a los dos partidos del Gobierno, dieron su respaldo a la ley tanto ERC como el PNV, el ¨²nico que ha roto la divisi¨®n derecha-izquierda, adem¨¢s de M¨¢s Pa¨ªs y Comprom¨ªs. Los representantes del PSOE y de Unidas Podemos lamentaron la ¡°campa?a de bulos¡± sobre el contenido de la norma. Argumentaron que su ¨²nico prop¨®sito respecto a la educaci¨®n concertada es acabar con ¡°esos privilegios que la derecha hace pasar por libertad¡±, seg¨²n el representante de Unidas Podemos Javier S¨¢nchez Serna, quien destac¨® que se pondr¨¢ fin al ¡°modelo elitista y retr¨®grado de la Lomce¡±. ¡°La derecha defiende la libertad solo para los que tienen recursos¡±, convino la socialista Mar¨ªa Luz Mart¨ªnez Seijo, antes de devolver las acusaciones de ¡°adoctrinamiento¡± que le lanzaba la derecha: ¡°?Y no es adoctrinamiento eso vergonzoso y lamentable que se est¨¢ haciendo con los ni?os leyendo manifiestos en los patios de los colegios concertados?¡±
¡°Esta no es nuestra ley¡±, avisaron de entrada ERC y PNV. Pero la apoyaron porque deroga la norma anterior y contiene ¡°avances¡±. Montse Bassa, de Esquerra, valor¨® que quede ¡°blindada la inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica¡±, una conclusi¨®n que no comparten los otros dos grupos independentistas catalanes, Junts y la CUP, ninguno de los cuales respald¨® la reforma. Tampoco EH Bildu ni el BNG, que reclamaban m¨¢s competencias propias y, al igual que Junts, se abstuvieron. Ni el regionalista c¨¢ntabro Jos¨¦ Mar¨ªa Maz¨®n, habitual aliado del Gobierno, que aleg¨® razones opuestas: entiende que arrincona el castellano y por eso vot¨® no, al igual que la diputada de Coalici¨®n Canaria Ana Oramas. ¡°No hay ninguna eliminaci¨®n del castellano, est¨¢ perfectamente garantizado¡±, tranquiliz¨® en el patio del Congreso la ministra Cela¨¢, ¡°con mucha emoci¨®n¡± tras haber asistido al debate.
Tom¨¢s Guitarte opt¨® por la abstenci¨®n. La voz en el Congreso de la Espa?a vac¨ªa valora las mejoras introducidas para la escuela rural. Pero ¡°profundamente desolado¡±, este arquitecto que hace un a?o se meti¨® a la pol¨ªtica espera que alg¨²n d¨ªa pueda haber un gran pacto sobre la educaci¨®n en Espa?a para poder sumarse.
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