¡°Pedimos una carretera del siglo XX, ni siquiera del XXI¡±
Una aldea de Le¨®n amenaza con integrarse en Galicia tras a?os esperando en vano por un acceso asfaltado
El coche rebota entre baches, los pedruscos salen disparados, los charcos amenazan el avance, los guardabarros cumplen religiosamente con su nombre y, a la derecha de este camino de tierra, un abismo en la monta?a. Mejor aferrarse al volante y no pensar en qu¨¦ pasar¨¢ si el veh¨ªculo resbala en esas curvas que culebrean en los Ancares leoneses, al l¨ªmite con Galicia. De un ¨¢rbol cuelga un jocoso cartel en pizarra: ¡°Sigue, que vas bien¡±. El tortuoso viaje concluye en Fuente de Oliva, una aldea leonesa del municipio de Balboa que ha reclamado su anexi¨®n a Galicia ...
El coche rebota entre baches, los pedruscos salen disparados, los charcos amenazan el avance, los guardabarros cumplen religiosamente con su nombre y, a la derecha de este camino de tierra, un abismo en la monta?a. Mejor aferrarse al volante y no pensar en qu¨¦ pasar¨¢ si el veh¨ªculo resbala en esas curvas que culebrean en los Ancares leoneses, al l¨ªmite con Galicia. De un ¨¢rbol cuelga un jocoso cartel en pizarra: ¡°Sigue, que vas bien¡±. El tortuoso viaje concluye en Fuente de Oliva, una aldea leonesa del municipio de Balboa que ha reclamado su anexi¨®n a Galicia harta de que la Junta de Castilla y Le¨®n no atienda su petici¨®n de un acceso digno.
El escrito de queja lo prepar¨® Fernando Cerezales, que por su acento pasa m¨¢s por gallego que por leon¨¦s. Es el alcalde ped¨¢neo, un ¡°chico de los recados¡± como se define ¨¦l. Tambi¨¦n batalla con la Administraci¨®n, a la que implora ¡°un acceso del siglo XX, ni siquiera del XXI¡±. Cerezales recorre con su furgoneta el trazado, con dos tramos de tres kil¨®metros a cada lado de la aldea, sin asomo alguno de asfalto. Tanto ¨¦l como su predecesor, Pepe Nu?o, que cultiva coles y berzas en el patio de su casa de piedra, critican al anterior presidente auton¨®mico, el popular Juan Vicente Herrera, que hace ocho a?os se comprometi¨® con ellos a adecentar la v¨ªa. ¡°Vinieron unos top¨®grafos, pero no quedaron ni las marcas del tr¨ªpode¡±, lamenta Cerezales
La titularidad de estas rec¨®nditas carreteras se la reparten entre la Diputaci¨®n de Le¨®n y la Junta. Fuentes del organismo provincial aseguran que est¨¢ previsto dedicar ¡°una partida importante¡± para incorporar ese ¡°camino vecinal¡± a la red provincial.
Si Fuente de Oliva dejase Le¨®n, deber¨ªa integrarse en el municipio lucense de Cervantes (Lugo), cuyo alcalde, el socialista Benigno G¨®mez, ha recibido la propuesta con orgullo. Alberto N¨²?ez Feij¨®o, el presidente de la Xunta, tambi¨¦n la ha acogido ¡°con simpat¨ªa¡±, aunque ha dejado claro que la ¨²ltima palabra la tiene su compa?ero del PP y jefe del Gobierno de Castilla y Le¨®n, Alfonso Fern¨¢ndez Ma?ueco. La Junta admite ¡°deficiencias¡± en los servicios de la aldea, pero recuerda que tendr¨ªa que someterse a un largo proceso legal para cambiar de comunidad aut¨®noma. A los vecinos de Fuente de Oliva les da igual. Y de momento ya han logrado dar visibilidad a sus demandas.
El alcalde ped¨¢neo sue?a con proyectos culturales o medioambientales para esta espl¨¦ndida zona de El Bierzo. All¨ª se han instalado Elena Fern¨¢ndez y el brit¨¢nico Andy Lever, una pareja que se conoci¨® en Manchester y ahora gestiona una academia de ingl¨¦s en O Barco de Valdeorras (Ourense). En su tiempo libre rehabilitan una casona semiabandonada en Fuente de Oliva, con el af¨¢n de crear una vivienda ecol¨®gica que albergue campamentos de verano o cursos de idiomas. La falta de una carretera digna tambi¨¦n limita el negocio de una casa rural a la que muchos clientes renuncian a acudir por los terribles accesos.
Juanjo L¨®pez, alcalde popular de Balboa ¡ª18 n¨²cleos y solo 300 vecinos¡ª, asume que a los habitantes de Fuente de Oliva ¡°nadie les puede quitar la raz¨®n¡±. L¨®pez regenta un bar en la cercana aldea de Quintela, donde se sirven pucheros de caldo gallego y ollas de resignaci¨®n. ¡°No pueden tratar a la gente a granel, por cantidades¡±, se queja el alcalde, que, pese a todo, entiende que las Administraciones ¡°no pueden hacer magia¡±. ¡°La gente est¨¢ mal en las ciudades y en los pueblos¡±, concluye L¨®pez. Unos con exceso y otros con d¨¦ficit de asfalto.