El Constitucional se fractura en sentencias sobre libertades
Los magistrados interpretan de diferente modo los derechos de expresi¨®n, culto o igualdad
El Tribunal Constitucional se divide en varias sentencias relativas a derechos fundamentales relacionadas con las libertades de expresi¨®n, ideol¨®gica y de culto religioso, as¨ª como sobre el derecho a la igualdad, que los magistrados no interpretan del mismo modo. As¨ª lo revelan los textos de tres fallos dados a conocer este viernes, en los que se deniega el amparo a un sindicalista por delitos de ultraje a la bandera, y a un manifestante que irrumpi¨® en una iglesia durante la misa gritando consignas a favor del aborto libre y gratuito.
El Tribunal Constitucional ha concedido sin embargo...
El Tribunal Constitucional se divide en varias sentencias relativas a derechos fundamentales relacionadas con las libertades de expresi¨®n, ideol¨®gica y de culto religioso, as¨ª como sobre el derecho a la igualdad, que los magistrados no interpretan del mismo modo. As¨ª lo revelan los textos de tres fallos dados a conocer este viernes, en los que se deniega el amparo a un sindicalista por delitos de ultraje a la bandera, y a un manifestante que irrumpi¨® en una iglesia durante la misa gritando consignas a favor del aborto libre y gratuito.
El Tribunal Constitucional ha concedido sin embargo amparo a la Universidad Cat¨®lica de Valencia San Vicente M¨¢rtir al estimarse inconstitucional una norma auton¨®mica que permit¨ªa denegar el pago de becas a estudiantes de este centro que pudieran cursar los mismos estudios en universidades p¨²blicas. Para la mayor¨ªa del tribunal, con ello se vulneraba el derecho a la igualdad, mientras la minor¨ªa progresista sostuvo que era constitucional el trato diferenciado, por la distinta naturaleza de los centros.
Las respectivas sentencias han motivado una cadena de votos particulares en contra, evidenciando que en el Constitucional conviven dos perspectivas distintas, de dif¨ªcil ¡ªy en estos casos imposible¡ª conciliaci¨®n sobre la garant¨ªa de los derechos fundamentales en t¨¦rminos acompasados con la evoluci¨®n de la realidad social. El primer fallo, el m¨¢s discutido, se refiere al sindicalista gallego Pablo Fragoso, por haber pronunciado en una manifestaci¨®n frente a un acuartelamiento de Ferrol durante el izado de la ense?a las frases ¡°aqu¨ª ten¨¦is el silencio de la puta bandera¡± y ¡°hay que prenderle fuego a la puta bandera¡±, que la mayor¨ªa del tribunal consider¨® un delito de ultraje a los s¨ªmbolos nacionales.
Dicha mayor¨ªa ha sido, sin embargo, muy exigua en este caso, ya que seis magistrados apoyaron la condena, mientras que cinco votaron en contra. El primer ponente fue el magistrado conservador Andr¨¦s Ollero, quien renunci¨® a redactar la sentencia porque era partidario de dar el amparo. El texto de Ollero es muy cr¨ªtico. Se queja de que le consideren conservador, cuando ¨¦l estaba de acuerdo con anular la condena en aras de proteger la libertad de expresi¨®n. Todo ello en coherencia con la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que ya anul¨® otro fallo condenatorio dictado por la justicia espa?ola contra los autores de la quema de fotos del Rey. Ollero dice identificarse en este punto con su ¡°paisano¡± Antonio Machado, v¨ªa Juan de Mairena, cuando alud¨ªa a ¡°esos buenos conservadores a quienes siempre lapidan sus correligionarios, y sin los cuales todas las revoluciones pasar¨ªan sin dejar rastro¡±.
La vicepresidenta del Constitucional, Encarnaci¨®n Roca, y los magistrados C¨¢ndido Conde-Pumpido, Juan Antonio Xiol y Mar¨ªa Luisa Balaguer tambi¨¦n formulan votos en contra, argumentando la protecci¨®n de la libertad de expresi¨®n, en una protesta sindical frente a impago de salarios. Estiman que ¨¦se era el prop¨®sito del sindicalista, y no ultrajar a la bandera. Por eso ¡ªdice Roca¡ª Pablo Fragoso aprovech¨® el ¡°momento¡± del izado de la bandera, porque era cuando los manifestantes ¡°pod¨ªan hacer llegar a los militares all¨ª presentes sus reivindicaciones¡±. Ollero, a su vez, dice que le ¡°afecta m¨¢s¡± que las palabras del sindicalista ¡°la situaci¨®n de los trabajadores (¡) a los que se niegan los salarios¡± que ¡°hab¨ªan limpiado a diario una instalaci¨®n militar¡±.
Conde-Pumpido resalta: ¡°Nunca deber¨ªamos olvidar que la bandera constitucional es la bandera de una Democracia. Y que tambi¨¦n protege a los que no la aprecian¡±. Tambi¨¦n destaca que ¡°las desabridas palabras¡± del sindicalista no incitaban al odio, sino a la reivindicaci¨®n. Y Encarnaci¨®n Roca cita que en la manifestaci¨®n ¡°se reprochaba a los miembros de las Fuerzas Armadas su pasividad ante el impago de salarios¡±. Xiol y Balaguer cuestionan que el ¡°sentimiento de adhesi¨®n a ese s¨ªmbolo¡± merezca ¡°mayor consideraci¨®n que la garant¨ªa de la libertad de expresi¨®n¡±.
En la sentencia que condena por la irrupci¨®n en la iglesia con consignas a favor del aborto, la mayor¨ªa vio un ataque al derecho de libertad religiosa. Conde-Pumpido razona que esa es una ¡°visi¨®n restrictiva¡± de las libertades ideol¨®gica y de expresi¨®n, porque el hecho se redujo a ¡°una conducta de protesta que no incit¨® al odio religioso, que no utiliz¨® ninguna expresi¨®n ofensiva o hiriente, y que ten¨ªa como objetivo visibilizar cr¨ªticamente la postura de la jerarqu¨ªa de la confesi¨®n cat¨®lica¡±. contra la interrupci¨®n voluntaria del embarazo. Xiol y Balaguer citan al juez estadounidense Thurgood Marshall cuando dijo que ¡°lo que es groser¨ªa para unos es poes¨ªa para otros¡±.