Algo tendr¨¢ que pasar, si el Gobierno valenciano quiere aguantar
Las coaliciones de partidos que se disputan los mismos votos suelen funcionar bien los tres primeros a?os de legislatura, hasta que, ante una nueva convocatoria ante las urnas, cada uno marca su territorio
A finales del pasado a?o la prensa recog¨ªa la noticia de la muerte de George Blake, un esp¨ªa brit¨¢nico que alcanz¨® la fama por haber actuado como agente doble al servicio de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. El finado nunca se reconoci¨® a s¨ª mismo como un traidor. En una entrevista concedida a una cadena estadounidense en la d¨¦cada de los noventa, Blake se justific¨® as¨ª: ¡°Para traicionar, primero tienes que pertenecer; y yo, nunca pertenec¨ª...
A finales del pasado a?o la prensa recog¨ªa la noticia de la muerte de George Blake, un esp¨ªa brit¨¢nico que alcanz¨® la fama por haber actuado como agente doble al servicio de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. El finado nunca se reconoci¨® a s¨ª mismo como un traidor. En una entrevista concedida a una cadena estadounidense en la d¨¦cada de los noventa, Blake se justific¨® as¨ª: ¡°Para traicionar, primero tienes que pertenecer; y yo, nunca pertenec¨ª. Nunca me sent¨ª brit¨¢nico¡±.
En este ejecutivo de coalici¨®n -tres marcas electorales y seis partidos- que gobierna la Comunidad Valenciana desde hace casi seis a?os, es f¨¢cil reconocer actitudes similares a las de nuestro esp¨ªa. Los reiterativos episodios de desencuentros, discrepancias y enfrentamientos entre los miembros del Consell auton¨®mico o sus organizaciones, no entran, desde su ¨®ptica, en la categor¨ªa de traici¨®n o deslealtad. Porque no se sienten parte de un engranaje pol¨ªtico com¨²n, aunque formalmente y seg¨²n sanciona el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana, todos forman parte del Gobierno auton¨®mico. Blake tampoco sent¨ªa su pertenencia a Gran Breta?a, aunque actuase bajo su bandera.
¡°Algo tendr¨¢ que pasar¡± es la frase que repet¨ªa hace unos d¨ªas un alto cargo de la Generalitat inquirido sobre el futuro del Gobierno del Bot¨¢nico, a la vista de la erosi¨®n que padece y que se acent¨²a semana tras semana.
Resumimos: en el peor y m¨¢s dram¨¢tico momento de nuestra historia reciente, cada integrante del Consell ofrece una receta diferente para afrontar la pandemia y frenar el avance del coronavirus. Para hacer llegar sus matizaciones a la opini¨®n p¨²blica despliegan todo un arsenal de recursos, lo que incrementa el desasosiego de los administrados, que solo aspiramos a observar claridad de ideas y eficacia en aquellos que tienen delegadas las responsabilidades de gobierno. Cada jornada, a las siete de la tarde, sumamos muertos, positivos, hospitalizados e intubados en UCI. Nos queda la opci¨®n de emular a Benito Mussolini y repetir con escepticismo aquello de: ¡°Rezar, si bien no ayuda, ciertamente no hace da?o¡±.
Las coaliciones de gobierno integradas por partidos que se disputan los mismos votos en el caladero electoral suelen funcionar bien, en circunstancias normales, los tres primeros a?os de legislatura. A medida que se acerca una nueva convocatoria ante las urnas, cada partido se siente obligado a marcar su territorio respecto al otro y a escenificar las diferencias que les distancian. As¨ª sucedi¨® en la primera legislatura del Bot¨¢nico, con matices: la tan laureada v¨ªa valenciana del mestizaje se ha consagrado como eficaz en muy pocos departamentos; en la mayor¨ªa, ha sido origen de tensiones que han ralentizado, cuando no paralizado, la gesti¨®n. La diferencia respecto al momento actual es que en los primeros a?os del Bot¨¢nico se pon¨ªa sordina a las discrepancias. Ahora, se enchufa el altavoz.
En esta su segunda edici¨®n las circunstancias son todo menos normales. La pandemia y su gesti¨®n ha sometido a prueba la estabilidad del Consell, evidenciando su fragilidad, y todo apunta a que los efectos pol¨ªticos de la crisis sanitaria sobrevivir¨¢n a esta. Las organizaciones que componen el Consell valenciano se han puesto en modo preelectoral antes de tiempo.
Por tanto, s¨ª, algo tendr¨¢ que pasar. No ahora, en mitad de la emergencia; pero s¨ª cuando el momento ¨¢lgido de la crisis quede atr¨¢s. Y no hay muchas opciones: o una remodelaci¨®n del Consell que le aporte una capa de maquillaje para aguantar hasta la siguiente cita con las urnas -prevista para la primavera de 2023- o un adelanto electoral -oto?o de 2022- que clarifique y eval¨²e el respaldo que obtiene cada uno de los partidos tras su actuaci¨®n y gesti¨®n durante la larga crisis. Que Comprom¨ªs o Unidas Podemos abandonen el barco del Gobierno no tiene visos de opci¨®n realista.
Tambi¨¦n los hay que no pueden esperar y deciden abrir nuevos frentes, de car¨¢cter interno u org¨¢nico, que a?aden inestabilidad al Gobierno de la Generalitat. La organizaci¨®n valenciana de Podemos, capitaneada por la diputada auton¨®mica Pilar Lima, hace honor a su trayectoria imparable de deglutir liderazgos y descuartizarse entre ellos. Ayer, s¨¢bado, su Consejo Ciudadano aprob¨® la destituci¨®n de Naiara Dav¨® como s¨ªndica portavoz del partido en las Cortes Valencianas y su sustituci¨®n por ?Pilar Lima! La decisi¨®n deber¨¢ ser ratificada ma?ana, lunes, por mayor¨ªa de los ocho diputados del grupo parlamentario, cuyas fidelidades est¨¢n repartidas entre Dav¨® y Lima. ?Se romper¨¢ el grupo? ?C¨®mo repercutir¨¢ en el Consell? Unidas Podemos cuenta en el Gobierno con un vicepresidente, Mart¨ªnez Dalmau, af¨ªn a Dav¨®, y una consellera, Rosa P¨¦rez, af¨ªn a Lima.
Leemos en la cuenta de Twitter de Arturo P¨¦rez Reverte: ¡°Pas¨® ya definitivamente el tiempo en que pod¨ªas disimular tu ambici¨®n. Ahora tu ¨²nico refugio es el poder¡± (T¨¢cito. Historias. II, 76).