Los Franco mantienen su petici¨®n de condena para nueve activistas que protestaron contra su expolio
La familia los sent¨® en el banquillo, acusados de coacciones, por ocupar en 2017 la Casa Cornide de A Coru?a, otro palacete que reclama la Admnisnistraci¨®n
¡°Con la frente alta, orgullosos de lo que hicimos y dispuestos a asumir las consecuencias¡±. Con este talante acudieron este jueves a los juzgados de A Coru?a los nueve militantes del BNG, incluido el responsable de Organizaci¨®n, Bieito Lobeira, acusados por la familia Franco de un delito leve de coacciones por haber realizado en 2017 una protesta en la Casa Cornide, un palacete del siglo XVIII ubicado en el casco hist¨®rico de A Cor...
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¡°Con la frente alta, orgullosos de lo que hicimos y dispuestos a asumir las consecuencias¡±. Con este talante acudieron este jueves a los juzgados de A Coru?a los nueve militantes del BNG, incluido el responsable de Organizaci¨®n, Bieito Lobeira, acusados por la familia Franco de un delito leve de coacciones por haber realizado en 2017 una protesta en la Casa Cornide, un palacete del siglo XVIII ubicado en el casco hist¨®rico de A Coru?a del que disfrutan los herederos del dictador pese a que, seg¨²n un informe del Ayuntamiento, se hicieron con ¨¦l ¡°de forma fraudulenta¡±. ¡°Los Franco pueden denunciar las veces que quieran, pero no podr¨¢n nunca robar la dignidad del pueblo gallego¡±, afirm¨® a las puertas del juzgado Elvira Branco, una de las activistas.
Para conseguir sentarlos en el banquillo, los descendientes de Franco se vieron obligados a rebajar su pretensi¨®n inicial de condena, tumbada por la Audiencia Provincial de A Coru?a, que sumaba 81 a?os de c¨¢rcel para todo el grupo por delitos de odio y allanamiento de morada. Acabaron acus¨¢ndolos de un delito leve de coacciones sin cuantificar la pena.
En la vista oral celebrada este jueves, los nueve acusados se reiteraron en la reclamaci¨®n del ¡°fin del expolio franquista¡± que hab¨ªan demandado con su protesta cuando hace tres a?os accedieron por una escalera al balc¨®n del palacete en donde desplegaron una pancarta con el lema ¡°Que nos devuelvan lo robado. Franquismo nunca m¨¢s¡±. Una actuaci¨®n que tildaron de ¡°simb¨®lica¡± y que enmarcaron en el movimiento hist¨®rico iniciado en Galicia por colectivos culturales, investigadores, Administraciones y partidos pol¨ªticos contra el expolio de patrimonio p¨²blico de la familia Franco.
Su actuaci¨®n fue de hecho similar a la realizada aquel mismo a?o por otros 19 activistas, entre ellos el actual diputado del BNG en el Congreso, N¨¦stor Rego, que desplegaron en el pazo de Meir¨¢s una pancarta reclamando a los Franco su devoluci¨®n ¡°al pueblo gallego¡±. Una actuaci¨®n por la que ese grupo fue tambi¨¦n denunciado por los descendientes del dictador. Ahora est¨¢n pendientes de juicio, aunque la titularidad del pazo no es ya de los nietos del dictador.
En el juicio por la manifestaci¨®n en la Casa Cornide, los acusados insistieron en lo simb¨®lico y pac¨ªfico del acto. Algo que acabaron confirmando los testigos de la acusaci¨®n.
Un polic¨ªa que estuvo presente aquel d¨ªa declar¨® que los activistas ¡°no bajaron a la primera, tardaron unas dos horas¡±. No obstante se?al¨® que no recordaba si fueron ellos quienes plantearon bajar por las escaleras del interior de la casa o si se lo pidi¨® ¨¦l. ¡°Estaban en el balc¨®n y nada m¨¢s¡±, contest¨® a la pregunta de la defensa sobre si los participantes manten¨ªan una actitud agresiva.
Por su parte, el guard¨¦s de los Franco, que vive en el inmueble, asegur¨® que un polic¨ªa le plante¨® la posibilidad de que los activistas bajasen por dentro de la casa, pero que fueron sus jefes, a los que llam¨®, quienes lo descartaron. Tambi¨¦n asegur¨® que la Polic¨ªa le inform¨® de que iban a esperar a que bajasen, ya que se trataba de ¡°un acto pac¨ªfico¡± y que ¡°si despu¨¦s la familia quer¨ªa denunciar, ya lo har¨ªa¡±.
El letrado de los Franco mantuvo en sus conclusiones la petici¨®n de condena por el delito leve de coacciones con la pena que determine el juez, que no le permiti¨® plantear las cuestiones rechazadas ya por la Audiencia de A Coru?a como la vinculaci¨®n de los hechos con los supuestos delitos de allanamiento de morada y de odio.
¡°Su pretensi¨®n era coaccionar a alguien para que renuncie a unos derechos de propiedad¡±, se?al¨® el letrado de la acusaci¨®n. La defensa, que pidi¨® la absoluci¨®n, situ¨® lo sucedido en un ¡°ejercicio de la libertad de expresi¨®n¡± y rechaz¨® la existencia de ¡°elementos¡± para un delito de coacciones dado que ¡°ello exige violencia y no la hubo¡±.
Junto a ello, aport¨® como prueba la documentaci¨®n de las acciones que el Ayuntamiento de A Coru?a anunci¨® que emprender¨¢ para recuperar el edificio. Y se?al¨® que la denuncia es ¡°una interpretaci¨®n de la realidad¡± de la familia Franco, para quien ¡°los tiempos no han cambiado¡±.
¡°No tenemos nada que ocultar¡±
¡°Fuimos nosotros (...) No tenemos nada que ocultar¡±, proclam¨® a las puertas del juzgado Elvira Branco, una de las acusadas, explicando que quer¨ªan ¡°denunciar el robo y llamar la atenci¨®n¡± sobre este inmueble con un acto que tuviese impacto social.
Esperaban as¨ª, afirm¨®, ¡°activar a la Xunta para que avanzase en la declaraci¨®n de Bien de Inter¨¦s Cultural¡± del edificio y para que el Ayuntamiento de A Coru?a acelerase la presentaci¨®n de la querella judicial para que la casa pase a ser patrimonio p¨²blico. Ello habr¨ªa impedido, se?al¨® Branco, que se vivieran escenas como las de las ¨²ltimas semanas, ¡°cuando varias furgonetas vaciaron la casa¡±.
Los acusados denunciaron adem¨¢s la ¡°actitud vengativa¡± de los descendientes del dictador, ¡°que no entienden de democracia y solo pretenden defender sus privilegios¡±. ¡°Estamos viendo el mundo del rev¨¦s. Tenemos una familia enriquecida con un patrimonio que lleg¨® a sus manos por medios espurios y que ejerce la acusaci¨®n y, por otra parte, estamos acusados un grupo que defiende la justicia y la democracia¡±, destac¨® Branco.
Mientras se celebra el juicio la familia Franco tiene a la venta el inmueble, adquirido en 1962 por el conde de Fenosa en una subasta en la que solo pujaron ¨¦l y un cargo falangista y en la que dej¨® claro que la propiedad ser¨ªa para Carmen Polo. Seg¨²n consta en la web de la inmobiliaria, el edificio cuenta con 11 habitaciones, 13 ba?os y una superficie de 1.430 metros cuadrados.