El investigador principal del ¡®caso G¨¹rtel¡¯ relata en el Congreso las trabas de la polic¨ªa del PP
El mando de la UDEF que dirige las pesquisas sobre la caja b describe en la comisi¨®n de la Kitchen presiones y el ofrecimiento de destinos ¡°a la carta¡± para apartarle
El inspector jefe de la Polic¨ªa Manuel Morocho ha detallado este jueves, durante su comparecencia en la comisi¨®n parlamentaria sobre la Operaci¨®n Kitchen de espionaje a Luis B¨¢rcenas, las trabas que la c¨²pula policial en la etapa de Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz como ministro del Interior puso a ...
El inspector jefe de la Polic¨ªa Manuel Morocho ha detallado este jueves, durante su comparecencia en la comisi¨®n parlamentaria sobre la Operaci¨®n Kitchen de espionaje a Luis B¨¢rcenas, las trabas que la c¨²pula policial en la etapa de Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz como ministro del Interior puso a la investigaci¨®n del caso G¨¹rtel. El agente ha explicado que, en enero de 2015, cuando eran m¨¢s intensas las pesquisas sobre la caja b del PP, fue destinado a otras funciones para evitar el avance de la investigaci¨®n.
Morocho ya hab¨ªa declarado como testigo ante el juez de la Audiencia Nacional, Manuel Garc¨ªa-Castell¨®n, instructor del caso Kitchen, en febrero de 2019. Entonces, el polic¨ªa, que como responsable del grupo de la Unidad de Delincuencia Econ¨®mica y Fiscal (UDEF) encargado del caso G¨¹rtel firmaba los informes de la investigaci¨®n, ya relat¨® c¨®mo el comisario Eugenio Pino, m¨¢ximo mando uniformado de la Polic¨ªa, le orden¨® a comienzos de 2015 trasladarse a las dependencias de la Direcci¨®n Adjunta Operativa que ¨¦l dirig¨ªa para pasar a estar bajo sus ¨®rdenes directas. Al magistrado le confirm¨® que eso dificult¨® y retras¨® sus pesquisas sobre los llamados papeles de B¨¢rcenas.
En su comparecencia de este jueves en el Congreso, Morocho ha reafirmado este relato y a?adi¨® nuevos datos. As¨ª, mostr¨® su convencimiento de que aquel traslado ten¨ªa como objetivo ¡°sacarme de la unidad y trasladar que ya no trabajaba en la UDEF a los ¨®rganos superiores del ministerio [del Interior] y, por ende, del poder ejecutivo¡± ante el malestar que provocaban sus informes sobre la caja b del PP. Morocho ha recalcado que no pudo negarse a la orden, aunque traslad¨® la situaci¨®n creada al juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, entonces instructor del caso G¨¹rtel. El agente ha a?adido que, a partir de ese momento, intent¨® ¡°compatibilizar¡± con mucha dificultad su trabajo en las pesquisas sobre la caja b con las nuevas funciones que le hab¨ªa atribuido el jefe policial.
Morocho ha explicado a los diputados que el comisario Pino justific¨® aquel traslado, que ¡°le sobrecarg¨®¡± de trabajo, porque necesitaba un experto policial ¡°en cuestiones econ¨®mico-financieras¡± tras lo ocurrido con la investigaci¨®n de una hipot¨¦tica cuenta en Suiza del exalcalde de Barcelona Xavier Trias, de CiU, que nunca se pudo demostrar. ¡°Me dijeron que no hab¨ªa salido bien y el ministro [Fern¨¢ndez D¨ªaz] hab¨ªa tenido que salir a dar explicaciones [p¨²blicas]¡±, a?adi¨®. A partir de ese momento, fue destinado a la Brigada de An¨¢lisis y Revisi¨®n de Casos (BARC) ¡ªun grupo creado entonces y que fue disuelto a?os despu¨¦s tras comprobarse que fue utilizado para hacer informes sin control judicial sobre casos ya cerrados, como el 11-M¡ª donde hizo varios informes que nunca fueron utilizados.
Negocios de Villarejo
Uno de ellos vers¨® sobre los negocios del comisario Jos¨¦ Manuel Villarejo a partir de un documento del Sepblac (Servicio de Prevenci¨®n del Blanqueo de Capitales). El agente asegur¨® que, tras analizar las operaciones societarias e inmobiliarias que recog¨ªan ese documento, lleg¨® a la conclusi¨®n de que hab¨ªa ¡°elementos indiciarios¡± de blanqueo de capitales en la actuaci¨®n del comisario jubilado. Cuando lo comunic¨® a sus superiores, Morocho ha asegurado que le dijeron ¡°que no lo quer¨ªan¡± y nunca fue utilizado. El agente se ha mostrado convencido que el propio Villarejo sab¨ªa que estaba haciendo ese informe, del que ha asegurado que no guard¨® copia.
El inspector jefe tambi¨¦n ha explicado que pusieron en sus manos el llamado Informe Pisa (acr¨®nimo de Pablo Iglesias S. A., con supuestas irregularidades en la financiaci¨®n de Podemos nunca probadas) para que lo analizara. Morocho ha tildado este documento de ¡°ap¨®crifo¡± y su contenido, como un c¨²mulo de datos, entre ellos bancarios, de procedencia desconocida y dudosa. Adem¨¢s, asegur¨® que presentaba ¡°una visi¨®n no neutral desde el punto de vista pol¨ªtico¡±. Pese a ello, la c¨²pula policial le ofreci¨® hacerse cargo de estas pesquisas, pero lo rechaz¨®. ¡°Si yo daba el visto bueno al informe, iba a tener mayor veracidad¡±, ha explicado. Tambi¨¦n ha afirmado que, en otra ocasi¨®n, le entregaron documentos en ingl¨¦s sobre supuestas operaciones de cr¨¦dito en el extranjero de la familia del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol, pero que no lleg¨® a analizarlos.
Morocho ha detallado que las presiones por su trabajo en el caso G¨¹rtel ven¨ªan desde antes de ese traslado y que, incluso le ofrecieron en tres ocasiones ¡°destinos a la carta, incluso en el sector privado¡± para apartarle de la investigaci¨®n. Tambi¨¦n que esas presiones se incrementaron cuando se inici¨®, en 2013, la investigaci¨®n de los llamados papeles de B¨¢rcenas. Entonces lleg¨® a sospechar que hab¨ªa una operaci¨®n paralela, de cuyos averiguaciones nunca se inform¨® al juez, para la que le pidieron datos ¡°que afectaban al n¨²cleo de la investigaci¨®n¡±. ¡°Se me estaba utilizando [para intentar torpedear las pesquisas]¡±, ha concluido. Morocho ha indicado que entonces not¨® ¡°desasosiego¡± en la c¨²pula policial por la documentaci¨®n que B¨¢rcenas pudiera tener y que pudiera confirmar la existencia de la contabilidad opaca que recog¨ªa aquellos apuntes.