La campa?a se vuelve t¨®xica
Las nuevas amenazas, esta vez a la ministra Maroto, generan m¨¢s tensi¨®n con Vox, que exige disculpas a la v¨ªctima por vincular la agresi¨®n con su partido
La campa?a de las elecciones madrile?as ha explotado. En pocos d¨ªas ha pasado de la apasionada discusi¨®n sobre la gesti¨®n de la pandemia que domin¨® el ¨²nico debate en Telemadrid a una cr¨®nica policial con noticias m¨¢s inquietantes cada d¨ªa y un choque de alto voltaje con palabras cargadas de significado y de historia: fascismo, democracia, comunismo, libertad.
Este lunes fue la amenaza directa a la ministra de Industria, Reyes Maroto, con una navaja ensangrentada. Ella compareci¨® a las puertas del Congreso para vincular esta noticia con Vox y pedir ¡°a los madrile?os que defienden la democracia que unan su voz porque la democracia tiene que vencer al odio¡± y reclamar a los ciudadanos que impidan en las urnas que Vox llegue al Gobierno.
Horas despu¨¦s se supo que la misiva hab¨ªa sido enviada por un hombre que est¨¢ diagnosticado de una enfermedad mental. Y Vox, que no se hab¨ªa solidarizado en ning¨²n momento con la ministra, carg¨® contra ella. Iv¨¢n Espinosa de los Monteros, su portavoz parlamentario, lejos de acompa?arla, critic¨® a la v¨ªctima de las amenazas. ¡°Hola @MarotoReyes, ahora que se sabe que el remitente era una persona con problemas de salud mental, ?vas a disculparte con los 4 millones de votantes de Vox? ?O eso desmontar¨ªa vuestra campa?a de demonizaci¨®n del adversario? ?No os da verg¨¹enza haberos convertido en Podemos?¡±.
El ambiente t¨®xico de la campa?a empeora as¨ª casi por horas. Quedan siete d¨ªas y la tensi¨®n no para de crecer, en un clima enrarecido que cada vez preocupa m¨¢s a dirigentes pol¨ªticos de ambos lados.
La decisi¨®n de Vox de burlarse de las amenazas anteriores y decir que ¡°apestan a montaje¡± ha roto todos los c¨®digos. La izquierda exige un cord¨®n sanitario a Vox como el que se realiza en Francia o Alemania a los aliados pol¨ªticos de la formaci¨®n de extrema derecha. Pero eso parece m¨¢s lejos que nunca.
Los candidatos del bloque de izquierda, en especial ?ngel Gabilondo, del PSOE, exigieron este lunes al PP que garantice que no gobernar¨¢ con Vox. Con la ¨²nica excepci¨®n del CIS, todas las encuestas se?alan que es el escenario m¨¢s probable: una victoria clara del PP que sin embargo le har¨¢ depender de Vox y por tanto le forzar¨¢ a incorporarlos al Ejecutivo si ellos lo reclaman.
Pero los populares, que ya sostienen varios ejecutivos como la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid con el apoyo del grupo de Santiago Abascal, una escisi¨®n del PP, no quieren ni o¨ªr hablar de esta posibilidad. El alcalde de Madrid y portavoz del PP, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida, fue rotundo: ¡°Nosotros ya gobernamos en Madrid con el apoyo de Vox y no ha pasado nada. No nos planteamos un cord¨®n sanitario a Vox. ?Y por qu¨¦ nos los pide el socio de Bildu? ?Por qu¨¦ es mejor pactar con Bildu que pactar con Vox? Que me lo expliquen¡±.
Burlas de D¨ªaz Ayuso
La campa?a ya solo tiene un eje: la emergencia democr¨¢tica que la izquierda est¨¢ lanzando para movilizar el voto contra Vox. D¨ªaz Ayuso tambi¨¦n se burl¨® de las amenazas, pero por otra vertiente: ¡°?A qui¨¦n han puesto al frente de la seguridad? Si no son capaces de gestionar el esc¨¢ner, como para gestionar Barajas o un pa¨ªs¡±. El PP quiere volver a la dicotom¨ªa bares abiertos/bares cerrados o Ayuso/S¨¢nchez, pero las amenazas lo ocupan todo y la presidenta decide entrar para ridiculizar al Gobierno. ¡°Nosotros condenamos todo tipo de violencia. Ahora bien, todos recibimos amenazas, pero otros no hacemos circo. Todos hemos sido amenazados en alg¨²n momento. Yo tambi¨¦n he estado en una lista yihadista. Pero hay que tratarlo con discreci¨®n y serenidad¡±, remat¨® en un mitin entre aplausos.
Dentro de ese eje general, hay peque?os ajustes de cuentas colaterales que dan idea del ambiente descarnado en el que se produce el debate pol¨ªtico en este momento. Uno es el de Fernando Grande-Marlaska con el PP. El ministro dej¨® caer en un mitin el domingo hablando de la corrupci¨®n del PP que era una ¡°organizaci¨®n criminal¡±. Este lunes rectific¨®, y asegur¨® que se refer¨ªa a las personas corruptas, no al PP. Pero los populares estaban indignados. Y sacaron toda la artiller¨ªa.
Fue Mart¨ªnez Almeida quien lanz¨® las cargas de profundidad contra un juez que fue cercano al PP y ahora hace m¨ªtines con el PSOE: ¡°Pido disculpas a Marlaska. Debi¨® ser muy duro para ¨¦l ser nombrado miembro del Consejo General del Poder Judicial a instancias de una organizaci¨®n criminal. Debi¨® dudar mucho si aceptar o no¡±, se?al¨® sarc¨¢stico. ¡°Este hombre nos pidi¨® ser ministro de Justicia o fiscal general y ahora nos llama organizaci¨®n criminal. Esto lo califica¡±.
Pero dentro de la batalla general hay otros cruces. Como el Pablo Iglesias con Eduardo Inda, que este lunes provoc¨® un enfrentamiento directo con Ana Rosa Quintana, de Telecinco. Iglesias dijo en la SER que Quintana era un ¡°portavoz medi¨¢tico de la ultraderecha¡± por tener en el programa a Inda y difundir los ¡°bulos¡± de Ayuso sobre la gesti¨®n de las residencias en el peor momento de la pandemia. Quintana contest¨® desde su programa poco despu¨¦s mirando directamente a la c¨¢mara. ¡°Fascista es el que se?ala al que piensa distinto. Se?or Iglesias, usted es un fascista. Est¨¢ se?alando a personas concretas. Es fascismo puro¡±.
En este ambiente, en el que se viven incluso inesperados ajustes de cuentas entre Vox y C¨¢ritas, que critic¨® el anuncio racista contra los menores inmigrantes del grupo de Abascal, el PP parece desear que se acabe la campa?a cuanto antes y la izquierda intenta convencer a sus abstencionistas de que voten para frenar a la extrema derecha, a la que culpan de este halo t¨®xico que lo recorre todo. A este ritmo, nadie puede saber cu¨¢l ser¨¢ el pr¨®ximo giro. Pero es casi imposible que el ambiente mejore antes del martes. Y es dif¨ªcil que lo haga despu¨¦s.
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