Visto para sentencia
El abogado del PP se suma al resto de las defensas en sus elogios al fiscal Romeral, muy criticado por las acusaciones populares
De camino al juicio, Pedro S¨¢nchez le dice a Pablo Casado: ¡°Se le est¨¢ poniendo cara de Albert Rivera¡±. Y el l¨ªder del PP le responde al presidente del Gobierno: ¡°Y a usted de Zapatero¡±. Nivel. Al regreso del juicio, el posado robado de Pablo Iglesias ¡ªal estilo de aquellos chapuzones de Ana Obreg¨®n que inauguraban la temporada estival en el Hola¡ª aporta m¨¢s nivel todav¨ªa al panorama pol¨ªtico. En medio, en una sala vac¨ªa de la Audiencia Nacional, ...
De camino al juicio, Pedro S¨¢nchez le dice a Pablo Casado: ¡°Se le est¨¢ poniendo cara de Albert Rivera¡±. Y el l¨ªder del PP le responde al presidente del Gobierno: ¡°Y a usted de Zapatero¡±. Nivel. Al regreso del juicio, el posado robado de Pablo Iglesias ¡ªal estilo de aquellos chapuzones de Ana Obreg¨®n que inauguraban la temporada estival en el Hola¡ª aporta m¨¢s nivel todav¨ªa al panorama pol¨ªtico. En medio, en una sala vac¨ªa de la Audiencia Nacional, otras cuatro horas ¡ªlas ¨²ltimas¡ª del juicio de los papeles del extesorero del PP Luis B¨¢rcenas, que ha quedado visto para sentencia despu¨¦s de cuatro meses.
?Cuatro horas a salvo de la pol¨ªtica de bajo nivel? Tampoco. Antes del turno de ¨²ltima palabra ¡ªque ninguno de los acusados ejerce, por si las moscas¡ª, defiende su informe final Jes¨²s Santos, que fue brillante fiscal en la Audiencia Nacional y ahora es un abogado entregado a la causa del PP. Hasta el punto ¡ªlo de su entrega¡ª que durante la vista oral se conoci¨® que se hab¨ªa prestado a hacer de agente encubierto entre el partido y un amigo de B¨¢rcenas. Para rematar la faena, Santos ha dedicado los ¨²ltimos minutos de su informe a loar la manera en que Dolores de Cospedal se quit¨® de en medio a Luis B¨¢rcenas. Hay que tener valor para defender ¡ªante la estupefacci¨®n a prueba de mascarilla de alg¨²n miembro del tribunal¡ª aquel famoso despido en diferido con ch¨®fer, despacho y secretaria, y la posterior destrucci¨®n a martillazos del ordenador del extesorero.
¡ªY pido que se condene en costas a las acusaciones populares. Sus peticiones de condena desmesuradas no pueden salirle gratis.
El abogado del PP incluye en su informe final un ataque furibundo, lleno de descalificaciones y adjetivos hirientes, a los abogados de la acci¨®n popular. Si bien es verdad que algunas de las peticiones de penas eran tan exageradas que terminaron retir¨¢ndolas, el propio hecho de que las defensas dediquen tanto esfuerzo a atacar a las acusaciones populares por su adscripci¨®n a partidos pol¨ªticos o colectivos de izquierda termina provocando lo mismo que critican: una defensa pol¨ªtica y no penal. Jes¨²s Santos, como ya se tem¨ªa el abogado de B¨¢rcenas, convierte al extesorero en el principal objetivo de sus invectivas, aunque no solo. El abogado del PP tambi¨¦n critica, casi ridiculiza, a Manuel Morocho, el inspector jefe de la Unidad de Delincuencia Econ¨®mica que llev¨® la investigaci¨®n desde el principio. Solo hay una persona que se salva del encendido alegato de Santos, y esto verdaderamente tiene su aquel.
¡ªHay que agradecer al digno representante del ministerio fiscal...
El aludido, Antonio Romeral, lo mira como dici¨¦ndole ¡®no me hagas esto, Jes¨²s¡¯. Pero se lo hace. Un monumento en toda regla. El abogado del PP se une a los piropos que todos los abogados defensores han ido dedic¨¢ndole al fiscal y esto, para que nos vamos a enga?ar, chirr¨ªa. Un fiscal, y no digamos un fiscal anticorrupci¨®n, suele dar miedo a los acusados y a sus letrados. Ignacio Stampa, por ejemplo, infund¨ªa pavor, y se lo cargaron, todav¨ªa no se sabe por qu¨¦. Pero Romeral ha causado el efecto contrario: las cr¨ªticas de las acusaciones y las loas de las defensas. Y este cambio de guion resulta inquietante.
El presidente del tribunal levanta la sesi¨®n y declara el juicio visto para sentencia:
¡ªSiento no poder darles la mano.