El ensa?amiento del franquismo con los ferroviarios
Renfe homenajea a los represaliados con una web y un documental. ?balos critica la Transici¨®n: ¡°Cre¨ªmos ingenuamente que la reconciliaci¨®n consist¨ªa en no volver la vista atr¨¢s. Nos equivocamos¡±
Un equipo de antrop¨®logos forenses destap¨® en 2011 una cordillera de cuerpos de m¨¢s de 30 metros de largo en Gumiel de Iz¨¢n (Burgos). La profesi¨®n de la mayor¨ªa de las 59 v¨ªctimas que all¨ª se buscaban hizo que se conociera el lugar como ¡°la fosa de los ferroviarios¡±. Hab¨ªan sido enterrados por barrenderos de Aranda de Duero y asesinados por escuadras de falangistas en 1936. Diez a?os despu¨¦s de aquella exhumaci¨®n, el ministro de Fomento, Jos¨¦ Luis ?balos, y el presidente de Renfe, Isa¨ªas T¨¢bo...
Un equipo de antrop¨®logos forenses destap¨® en 2011 una cordillera de cuerpos de m¨¢s de 30 metros de largo en Gumiel de Iz¨¢n (Burgos). La profesi¨®n de la mayor¨ªa de las 59 v¨ªctimas que all¨ª se buscaban hizo que se conociera el lugar como ¡°la fosa de los ferroviarios¡±. Hab¨ªan sido enterrados por barrenderos de Aranda de Duero y asesinados por escuadras de falangistas en 1936. Diez a?os despu¨¦s de aquella exhumaci¨®n, el ministro de Fomento, Jos¨¦ Luis ?balos, y el presidente de Renfe, Isa¨ªas T¨¢boas, han presentado una web (www.memoriahistoricaferroivaria.org) y una pel¨ªcula, Los hijos del hierro, que documentan el ensa?amiento del franquismo con aquel colectivo.
El 88% de la plantilla, cerca de 90.000 personas, fue sometida a comit¨¦s de depuraci¨®n. El franquismo lleg¨® a crear una polic¨ªa espec¨ªfica que se infiltraba en las compa?¨ªas para espiar a los ferroviarios y detectar posibles opositores. ¡°El objetivo¡±, explica el historiador Miguel Mu?oz, autor de varias investigaciones sobre la represi¨®n en el sector, era ¡°exterminar a los sindicatos y ubicar a los trabajadores en una situaci¨®n de permanente terror¡±. Fueron apartados de su oficio, pero tambi¨¦n asesinados, ejecutados tras ser condenados a muerte, encarcelados, utilizados como mano de obra esclava o forzados al exilio. La web contiene una exhaustiva base de datos con los expedientes de los represaliados, entre ellos, al menos 4.592 mujeres. La pel¨ªcula, que puede verse en el canal de YouTube de Renfe, toma su t¨ªtulo de un art¨ªculo que Miguel Hern¨¢ndez public¨®, con pseud¨®nimo, en 1937 como homenaje a los ferroviarios.
Participan en el documental los investigadores Francisco Polo, Miguel Mu?oz, Fernando Mendiola y Carlos Hern¨¢ndez, que explican los m¨²ltiples m¨¦todos de represi¨®n empleados por el franquismo contra los ferroviarios, y tambi¨¦n familiares de las v¨ªctimas que la sufrieron, como Antonio Sin, Jos¨¦ B¨¢scones, Luis Miguel Mart¨ªn Montoliu, Paqui Chaves o el exseleccionador nacional Vicente del Bosque.
Flavio B¨¢scones hab¨ªa trabajado como guardafreno en la Compa?¨ªa de los Ferrocarriles. Era miembro de UGT y del PSOE y en Mataporquera (Cantabria) hab¨ªa sido elegido alcalde. La web recoge que durante la Guerra Civil ¡°cav¨® trincheras y luch¨® para defender la ciudad, pero finalmente tuvo que refugiarse en Francia con su familia, donde permaneci¨® exiliado hasta su fallecimiento¡±. Su hijo Jos¨¦ recuerda el periplo de su huida, desde Matarporquera a Ribadesella, de ah¨ª a Gij¨®n ¡ª¡°bombardearon el cine donde nos hab¨ªan refugiado, no pod¨ªamos respirar del polvo¡±¡ª, luego a Burdeos, en tren hasta Girona ¡ª¡±com¨ªamos lechugas que cog¨ªamos de las huertas, pi?ones de los pinares...¡±¡ª, a una colonia en Lloret del Mar (Girona), desde all¨ª a Par¨ªs y a la ciudad belga de Lieja, donde logr¨® reencontrarse con sus padres a principios de marzo en 1940, antes de instalarse definitivamente en Francia y vivir su segunda guerra. ¡°Esa generaci¨®n sufri¨® mucho¡±, recuerda Vicente del Bosque. Su padre, Ferm¨ªn, tambi¨¦n ferroviario, estuvo preso en Salamanca y Vitoria.
Francisco Chaves fue asesinado en Torremej¨ªa. ¡°Era capataz de v¨ªas y obras¡±, recuerda su nieta Paqui. ¡°Los franquistas lo cogieron y lo mataron. Le pegaron un tiro y lo dejaron tirado en una cuneta. No hubo juicio. Su certificado de defunci¨®n pone ¡®muerto a causa de la guerra¡±.
Antonio Sin fue condenado a pena de muerte. Estuvo ocho meses esper¨¢ndola, recuerda su hijo Antonio, hasta que se la conmutaron a cambio del traslado al destacamento penal de Bustarviejo (Madrid), donde trabaj¨®, con casi 1.000 presos m¨¢s, en las obras del ferrocarril Madrid-Burgos. Las familias de muchos reclusos se instalaron justo enfrente, en chabolas de piedra construidas por ellos mismos. ¡°Ese era nuestro hogar, en el monte¡±, recuerda Antonio. Su madre, que era maestra, utiliz¨® aquellos d¨ªas dur¨ªsimos para dar clases a los hijos de otros presos.
Los destacamentos penales se ubicaron siempre cerca de las grandes obras y eran los propios patrones de las empresas adjudicatarias los que acud¨ªan a las prisiones a seleccionar al personal: los m¨¢s sanos, los m¨¢s fuertes. Al quedar libres, muchos de los presos siguieron trabajando para la misma obra y la misma empresa porque en sus condenas siempre iba a?adido el exilio: no pod¨ªan volver a su entorno. As¨ª lo hizo, entre otros, Antonio Sin.
Desde 1938, prisioneros de guerra y presos pol¨ªticos fueron utilizados en diferentes obras ferroviarias para reparar los estragos de la guerra o construir nuevas infraestructuras. Hasta 1940 el n¨²mero de trabajadores forzados super¨® los 9.000. Durante los ¨²ltimos meses de la contienda el trabajo en el ferrocarril supon¨ªa el 7,1% del realizado por prisioneros. Las cifras se mantuvieron cerca de los 3.000 hasta 1945; durante la d¨¦cada de los cincuenta descendieron hasta situarse por debajo de los 500.
Un equipo de arque¨®logos dirigido por Alfredo Ruibal, del CSIC, excav¨® en 2007 el destacamento de Bustarviejo para documentar la vida de los presos y de sus familiares. El complejo se ha recuperado y habilitado para convertirse en un lugar de memoria.
?balos: ¡°Intentamos cerrar apresuradamente un cap¨ªtulo negro. Nos equivocamos¡±
El ministro de Fomento, Jos¨¦ Luis ?balos, critic¨® la Transici¨®n en el discurso que pronunci¨® al presentar la nueva web y el documental. ¡°La memoria duele, pero es sanadora. Contra ella se siguen revolviendo ciertos sectores cuya comuni¨®n con el fascismo no podemos dejar de denunciar. La represi¨®n no es lo peor que dejan dictaduras tan abominables como la que padecimos. Lo que realmente nos aniquila como sociedad es el olvido y el silencio. Las razones pol¨ªticas no se nos escapan. Intentamos cerrar apresuradamente un cap¨ªtulo negro de nuestra historia para abrazar la democracia. Cre¨ªmos ingenuamente que la reconciliaci¨®n consist¨ªa en no volver la vista atr¨¢s y nos equivocamos. Fuimos injustos porque no quisimos ver las heridas abiertas. Y solo mirando de frente al pasado seremos capaces de tener un futuro digno. Esta es la gran lecci¨®n que hemos aprendido. Es hora de que las v¨ªctimas del franquismo y sus familiares dejen de pagar las facturas de nuestra democracia¡±.
Dec¨ªa Miguel Hern¨¢ndez en Los hijos del hierro, publicado en 1937: ¡°Engrasados musculosos como ejes o motores, llevan restos de humo sobre la frente, y sobre la piel las huellas puras que el trabajo deja con sus cascos de caballo poderoso. Parecen mineral incendiado, recorriendo la Espa?a leal de punta a punta heroicos y veloces bajo los bombardeos enemigos. Sus m¨²sculos trepidan como las m¨¢quinas, y como a las m¨¢quinas no les importa rodar sin descanso a trav¨¦s de estos d¨ªas en que la libertad de Espa?a depende del esfuerzo de cada espa?ol¡±.