Gonz¨¢lez Laya, sacrificada para reconciliarse con Rabat
La crisis diplom¨¢tica desatada por la acogida en Espa?a del l¨ªder del Frente Polisario, Brahim Gali, cuesta el puesto a la ministra de Exteriores
El d¨ªa que el jefe de la diplomacia marroqu¨ª, Naser Burita, declar¨® que ¡°no hay ning¨²n contacto con Espa?a¡±, la suerte de su hom¨®loga espa?ola, Arancha Gonz¨¢lez Laya, qued¨® sentenciada. No solo por el hecho ins¨®lito de que un ministro de Exteriores desmienta p¨²blicamente a otro ¡ªsu hom¨®loga espa?ola hab¨ªa asegurado que exist¨ªan contactos discretos entre los dos pa¨ªses¡ª, sino porque evidenciaba que esta ¨²ltima hab¨ªa dejado de ser un interlocutor v¨¢lido para Rabat. La crisis provocada por la acogida en Espa?a del l¨ªder del Frente Polisario, Brahim Gali, tuvo varios efectos colaterales, pero el m...
El d¨ªa que el jefe de la diplomacia marroqu¨ª, Naser Burita, declar¨® que ¡°no hay ning¨²n contacto con Espa?a¡±, la suerte de su hom¨®loga espa?ola, Arancha Gonz¨¢lez Laya, qued¨® sentenciada. No solo por el hecho ins¨®lito de que un ministro de Exteriores desmienta p¨²blicamente a otro ¡ªsu hom¨®loga espa?ola hab¨ªa asegurado que exist¨ªan contactos discretos entre los dos pa¨ªses¡ª, sino porque evidenciaba que esta ¨²ltima hab¨ªa dejado de ser un interlocutor v¨¢lido para Rabat. La crisis provocada por la acogida en Espa?a del l¨ªder del Frente Polisario, Brahim Gali, tuvo varios efectos colaterales, pero el m¨¢s grave fue la quiebra de confianza entre los gobiernos de ambos lados del Estrecho.
Sin confianza, todas las dem¨¢s cuestiones que marcan la compleja relaci¨®n bilateral con Rabat, de la inmigraci¨®n irregular a la cooperaci¨®n antiyihadista, resultan mucho m¨¢s dif¨ªciles de abordar. La decisi¨®n de acoger a Gali por razones humanitarias fue arriesgada, pero el error consisti¨® en no avisar a Marruecos. Lo reconoci¨® impl¨ªcitamente la propia Laya cuando s¨ª inform¨® al pa¨ªs vecino de la marcha del l¨ªder saharaui, una vez repuesto de su grave afecci¨®n por la covid. ¡°Una ministra de Exteriores que no puede hablar con Marruecos puede ser muy buena, pero no es ¨²til¡±, reflexiona un veterano diplom¨¢tico.
El curr¨ªculo de esta vasca ¡ªnacida en San Sebasti¨¢n y criada en Tolosa¡ª de 52 a?os era inmejorable. No hab¨ªa nadie m¨¢s preparado para dirigir una pol¨ªtica exterior que pretend¨ªa volver a jugar en los grandes foros multilaterales. Pol¨ªglota (habla seis idiomas), desarroll¨® la mayor parte de su carrera en organismos internacionales: trabaj¨® en la Comisi¨®n Europea, fue jefa de Gabinete del director de la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC) y directora ejecutiva del Centro de Comercio Internacional de la ONU. S¨¢nchez la fich¨® para sustituir a Josep Borrell, nombrado Alto Representante de la UE, y al frente del palacio de Santa Cruz impuls¨® la nueva Estrategia de Acci¨®n Exterior, que lleva el sello de feminista.
Su mayor logro fue el acuerdo de Nochevieja, por el que Espa?a y Reino Unido fijaron el nuevo marco de relaciones entre Gibraltar y la UE una vez consumado el Brexit. El acuerdo prev¨¦ que el Pe?¨®n se incorpore al espacio europeo sin fronteras ¡ªaunque no al tratado Schengen¡ª, lo que significa que los espa?oles podr¨¢n cruzar libremente la Verja, y a la inversa, mientras que los ingleses deber¨¢n pasar un control de pasaportes para entrar en su colonia. Las consecuencias de esta nueva realidad solo se podr¨¢n valorar a medio plazo. Antes, la Comisi¨®n Europea y el Reino Unido deber¨¢n plasmarlo en un tratado.
Lo que se le atragant¨® a Gonz¨¢lez Laya fue la gesti¨®n diaria del ministerio. El retraso en el nombramiento de los nuevos embajadores dej¨® vacantes durante meses algunas legaciones diplom¨¢ticas, como la de Londres, justo en el momento en que m¨¢s falta hac¨ªa. Solo el inter¨¦s por supervisar personalmente todas las decisiones de su departamento explica que se generase un cuello de botella que acab¨® afectando a su operatividad.
Nada de eso, sin embargo, habr¨ªa precipitado su ca¨ªda si no se hubiera producido la crisis con Marruecos. S¨¢nchez ha decidido sacrificarla para recuperar la interlocuci¨®n con el pa¨ªs vecino. Ahora hace falta que Rabat interprete correctamente la decisi¨®n: ni un castigo ni una rendici¨®n. Puro pragmatismo.