El incierto caso del diputado condenado
El Congreso afronta una batalla jur¨ªdica por el parlamentario de Unidas Podemos Alberto Rodr¨ªguez. La derecha exige que se le retire ya su esca?o
El d¨ªa que dej¨® el Congreso, al diputado popular por C¨¢diz Alfonso Cand¨®n lo par¨® una de las ujieres m¨¢s veteranas de la C¨¢mara: ¡°Ya puede usted irse orgulloso, esto no lo hab¨ªamos visto nunca¡±. La v¨ªspera, 13 de diciembre de 2018, Cand¨®n se hab¨ªa despedido del pleno entre los elogios de sus rivales. Uno especialmente llam¨® la atenci¨®n, tanto que, despu¨¦s de que otro parlamentario de Ciudadanos lo difundiese en Twitter, se hizo viral. Proven¨ªa de un diputado de Podemos: ¡°Le echaremos de menos...
El d¨ªa que dej¨® el Congreso, al diputado popular por C¨¢diz Alfonso Cand¨®n lo par¨® una de las ujieres m¨¢s veteranas de la C¨¢mara: ¡°Ya puede usted irse orgulloso, esto no lo hab¨ªamos visto nunca¡±. La v¨ªspera, 13 de diciembre de 2018, Cand¨®n se hab¨ªa despedido del pleno entre los elogios de sus rivales. Uno especialmente llam¨® la atenci¨®n, tanto que, despu¨¦s de que otro parlamentario de Ciudadanos lo difundiese en Twitter, se hizo viral. Proven¨ªa de un diputado de Podemos: ¡°Le echaremos de menos. Es usted una buena persona, le da calidad humana a este sitio¡±.
Este otro protagonista de la escena, un oasis en el desierto de la confrontaci¨®n parlamentaria, no era uno cualquiera entre los de Podemos. Era Alberto Rodr¨ªguez, El Rastas, el m¨¢s llamativo de la inusitada tropa que tres a?os antes hab¨ªa transformado el paisaje de aquella vieja C¨¢mara poblada de corbatas y discretos vestidos femeninos. Una imagen sintetiz¨® entonces el comienzo de la nueva era: Mariano Rajoy, entre perplejo y melanc¨®lico en su esca?o de presidente, viendo pasar a un ¨¦mulo de Bob Marley de casi dos metros de estatura reci¨¦n elegido diputado por Tenerife. A la popular Celia Villalobos le entr¨® miedo a los piojos.
Casi tres a?os despu¨¦s de haber dejado el Congreso, Cand¨®n, ahora parlamentario andaluz, a¨²n se refiere a Alberto Rodr¨ªguez como ¡°un amigo¡± y un ¡°tipo estupendo¡±. Se ha intercambiado algunos mensajes con ¨¦l y tiene pendiente una conversaci¨®n despu¨¦s de que el Tribunal Supremo le haya condenado a una pena de un mes y 15 d¨ªas de prisi¨®n, sustituida por una multa de 540 euros, por dar una patada a un polic¨ªa en 2014. La condena lleva aparejada una suspensi¨®n del ¡°derecho al sufragio pasivo¡± y el Supremo ha informado a la Junta Electoral para que decida si debe ser privado de su esca?o. La oposici¨®n no tiene dudas y exige retirarle ya la condici¨®n de parlamentario. El PP no ha hecho ruido con el asunto, aunque ha presentado un escrito ante la Mesa para pedirlo formalmente. Vox se ha pasado la semana clamando en el hemiciclo contra ¡°el diputado delincuente¡±.
En 2014, Alberto Rodr¨ªguez ten¨ªa 32 a?os, trabajaba de operario qu¨ªmico en una planta petrolera y su conocimiento p¨²blico no iba mucho m¨¢s all¨¢ de los ambientes del activismo social de Tenerife. El 24 de enero, no falt¨® a la manifestaci¨®n junto a la catedral de La Laguna contra el entonces ministro de Educaci¨®n, Jos¨¦ Ignacio Wert. La marcha acab¨® en choques con la Polic¨ªa. Hubo varios detenidos y, aunque Rodr¨ªguez no estuvo entre ellos, un agente que lo conoc¨ªa de otras protestas lo denunci¨® por propinarle una patada en la rodilla izquierda. El caso estuvo hibernado durante siete a?os hasta que lleg¨® al Supremo, por la condici¨®n de aforado de Rodr¨ªguez. Y all¨ª, la condena.
La sentencia ha escandalizado a Unidas Podemos, que encuentra argumentos en los votos particulares de dos magistrados que discreparon ¡°radicalmente¡± del fallo. El ¨²nico testimonio inculpatorio, el del denunciante, result¨® ¡°singularmente lac¨®nico¡±, dicen los jueces discrepantes, y no ofreci¨® detalles m¨¢s all¨¢ de que recibi¨® una patada y ¡°entiende que fue voluntaria¡±. Los m¨¦dicos no apreciaron lesiones visibles y los agentes que en su d¨ªa hab¨ªan apoyado la denuncia no comparecieron en el juicio. Solo lo hizo el jefe de la unidad y declar¨® que ¨¦l no hab¨ªa visto nada.
Tras su condena, Rodr¨ªguez no se present¨® el pasado mi¨¦rcoles al inicio del pleno semanal del Congreso, cuando la diputada de Vox Macarena Olona emprendi¨® la letan¨ªa del ¡°diputado delincuente¡±, que le vali¨® una reprimenda de la presidenta, Meritxell Batet. ¡°No ha venido a dar la cara ante los espa?oles¡±, se agit¨® Olona. ¡°Parece que solo es valiente cuando patea a nuestros agentes de polic¨ªa arropado por sus hordas terroristas callejeras¡±. Rodr¨ªguez s¨ª acudi¨® al d¨ªa siguiente e incluso intervino desde la tribuna en defensa del decreto de pr¨®rroga de los ERTE. Vox no dej¨® de hostigarlo y su portavoz, Iv¨¢n Espinosa de los Monteros, afe¨® a la vicepresidenta segunda, Yolanda D¨ªaz, que se sumase a la ovaci¨®n que el grupo de Unidas Podemos y algunos socialistas dedicaron a Rodr¨ªguez.
El asunto amenaza con otra tormenta parlamentaria. Antes de lo ocurrido con los l¨ªderes del proc¨¦s, no hab¨ªa precedentes de la retirada del esca?o a un diputado. Rodr¨ªguez entiende que su condena ha quedado saldada con el pago de la multa. Y el PP replica que la sanci¨®n econ¨®mica solo sustituye, no anula, la pena de c¨¢rcel ni la privaci¨®n del ¡°derecho al sufragio pasivo¡±, que comportar¨ªa la retirada del esca?o, seg¨²n los populares. Batet espera a escuchar a los grupos y a los letrados de la C¨¢mara. De la Junta Electoral no hay noticias de momento.
Alfonso Cand¨®n no est¨¢ seguro de si el amigo que conoci¨® en la otra punta ideol¨®gica del Congreso ¡°pudo cometer un error en el pasado¡±. Lo que m¨¢s duele al exdiputado popular es lo que ha o¨ªdo estos d¨ªas: ¡°Todas esas cosas desproporcionadas¡ Es un poco injusto, la pol¨ªtica no est¨¢ para eso, aunque algunos la hayan convertido en eso. Lo han condenado, y si ¨¦l lo hizo, en el pecado lleva la penitencia. Pero yo soy creyente y tambi¨¦n recuerdo que el que est¨¦ libre de pecado que tire la primera piedra¡±.