ETA nunca desaparece en el Congreso
El aniversario de la disoluci¨®n de la banda terrorista solo deja una nueva bater¨ªa de reproches entre el presidente del Gobierno y la oposici¨®n
ETA abandon¨® el terrorismo hace 10 a?os, pero sigue siendo una pesada sombra que se pasea casi a diario por los pasillos y el hemiciclo del Parlamento espa?ol. Es rara la sesi¨®n de control al Gobierno en que esas siglas no se escuchen silbando en el aire como un pu?al arrojado sobre el Congreso. Los tratos del Ejecutivo...
ETA abandon¨® el terrorismo hace 10 a?os, pero sigue siendo una pesada sombra que se pasea casi a diario por los pasillos y el hemiciclo del Parlamento espa?ol. Es rara la sesi¨®n de control al Gobierno en que esas siglas no se escuchen silbando en el aire como un pu?al arrojado sobre el Congreso. Los tratos del Ejecutivo con la izquierda abertzale y el acercamiento de presos al Pa¨ªs Vasco alimentan las acusaciones de la oposici¨®n, entre cuyos diputados, sobre todo los de la extrema derecha, se ha convertido en costumbre acusar al Gabinete de Pedro S¨¢nchez de estar ¡°arrodillado¡± ante la organizaci¨®n que se disolvi¨® hace una d¨¦cada. Por descontado, el d¨ªa del aniversario de la derrota de ETA no iba a ser una excepci¨®n. Ni tampoco el d¨ªa en que Pablo Casado iba a desaprovechar la oportunidad de acusar de nuevo a S¨¢nchez de ¡°dejar atr¨¢s a las v¨ªctimas¡± de los a?os de plomo.
La jornada hab¨ªa amanecido con una revelaci¨®n period¨ªstica engorrosa para el Gobierno, un discurso de Arnaldo Otegi a militantes de EH Bildu, difundido por Antena 3 y El Correo, en el que el l¨ªder abertzale se muestra dispuesto a apoyar los Presupuestos del Estado si eso sirve ¡°para que salgan de la c¨¢rcel los 200 presos¡± de la banda. En los pasillos, antes de comenzar el debate, el presidente de Vox, Santiago Abascal, ya ten¨ªa puesta la etiqueta para las pr¨®ximas cuentas p¨²blicas: ¡°Los Presupuestos de ETA¡±. Por eso extra?¨® que el l¨ªder del PP obviase el asunto en su primera intervenci¨®n, la que abri¨® la sesi¨®n. Parec¨ªa un Casado m¨¢s conciliador que de costumbre, hasta que lleg¨® su r¨¦plica al presidente y el elefante que a¨²n nadie mentaba se hizo visible en el hemiciclo.
Ya se sabe que la hemeroteca es un continuo dolor para S¨¢nchez y por ah¨ª comenz¨® Casado, recordando que el presidente asegur¨® en campa?a electoral que nunca pactar¨ªa con EH Bildu y leyendo en voz alta aquellas tajantes palabras del l¨ªder socialista: ¡°No pactar¨¦, si quieren lo repito cinco veces o veinte¡±. Fue el pre¨¢mbulo para la bater¨ªa de reproches. El l¨ªder del PP parafrase¨® una de las divisas del Gobierno ¨D¡±no dejar a nadie atr¨¢s¡±¨D para acusarlo de hacer justamente eso con las v¨ªctimas de ETA. Le dijo que est¨¢ ¡°blanqueando¡± el legado de la organizaci¨®n terrorista al pactar con EH Bildu. Y, ya puestos, tampoco dej¨® de lado a Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, el presidente que negoci¨® la disoluci¨®n de la banda: ¡°Con ETA acabaron el poder judicial y las fuerzas policiales, no las cesiones de Zapatero a Otegi¡±. Era el momento de sacar el asunto caliente del d¨ªa y preguntar con claridad al presidente si va a liberar presos a cambio del apoyo a los Presupuestos.
Para enojo del PP, en las ¨²ltimas sesiones de control S¨¢nchez hab¨ªa optado por la t¨¢ctica de dejar sin respuesta las preguntas con que lo acribillaba Casado. Esta vez s¨ª entr¨® al trapo. ¡°Mi respuesta es un no rotundo, un no rotundo¡±, repiti¨® con ¨¦nfasis el presidente antes de devolver las recriminaciones a Casado: ¡°Nosotros nunca utilizamos el terrorismo, no lo utilizamos cuando ETA exist¨ªa y tampoco lo vamos a hacer ahora que ETA ya no existe¡±. S¨¢nchez afe¨® a la derecha que siga dando una ¡°visi¨®n amarga¡± de ¡°uno de los grandes momentos de la democracia espa?ola¡±. ¡°Fue una victoria de todos, tambi¨¦n de ustedes¡±, afirm¨®.
Esa l¨ªnea argumental, la acusaci¨®n al PP de resistirse a reconocer la derrota de la banda terrorista, fue repetida por otros miembros del Gobierno, como la vicepresidenta primera, Nadia Calvi?o. Hubo tambi¨¦n un peque?o rifirrafe del Ejecutivo con el ¨²nico diputado de EH Bildu que intervino en la sesi¨®n, Jon I?arritu. El parlamentario preguntaba a la ministra de Justicia si cree que todos los ciudadanos son iguales ante la ley, una forma de atacar con el anunciado archivo de las investigaciones sobre Juan Carlos I. Pilar Llop cambi¨® el tercio a I?arritu: ¡°No todos somos iguales ante la ley cuando se ofende a las v¨ªctimas haciendo homenajes a terroristas¡±.
El nombre de ETA sigui¨® chisporroteando a lo largo de toda la sesi¨®n, pero sorprendentemente no apareci¨® en el discurso de Abascal. De un tiempo a esta parte, el l¨ªder de Vox dedica sus escasas intervenciones en el Congreso a relatar, con todo lujo de detalles escabrosos, escenas de una Espa?a asolada por una multitud de yihadistas y de menores extranjeros que agreden y violan impunemente. Esta vez pidi¨® a S¨¢nchez que se pusiese en el lugar de ¡°esos padres a los que les llega a casa su hijo acuchillado o su hija violada por esos inmigrantes ilegales a los que ustedes llaman¡±. Frente al espeluznante relato de Abascal, los datos del presidente: los robos con violencia han descendido este a?o un 32,8%.
Si el l¨ªder de Vox se entretuvo con su literatura de terror a cuenta de la inmigraci¨®n, otros de su partido no faltaron a la habitual cita con ETA y m¨¢s en fecha tan se?alada. Ignacio Gil-L¨¢zaro, martillo incansable del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, volvi¨® a hacerlo culpable de las ¡°humillaciones a las v¨ªctimas¡± y de ¡°los chalaneos con Otegi¡±. La afirmaci¨®n m¨¢s chocante, sin embargo, lleg¨® del portavoz de Vox, Iv¨¢n Espinosa de los Monteros, quien sostuvo con gran energ¨ªa y convicci¨®n que ¡°este Gobierno es el menos democr¨¢tico de la historia, con el apoyo de las fuerzas menos democr¨¢ticas de la historia¡±. La hip¨¦rbole se ha apoderado de tal modo del Congreso que hasta una afirmaci¨®n as¨ª pudo pasar casi inadvertida.