Las v¨ªctimas del amianto se desesperan por una compensaci¨®n que nunca llega
Espa?a suma casi 7.000 fallecidos por esta sustancia cancer¨ªgena y todav¨ªa no ofrece un fondo para indemnizar a los afectados
Tras varias d¨¦cadas en la central de Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF), Jon Garc¨ªa respir¨® aliviado y se jubil¨®. En la factor¨ªa de Beasain (Gipuzkoa), donde tambi¨¦n trabajaron su padre y su abuelo, comparti¨® secci¨®n con varios amigos. Hoy, con 67 a?os, lamenta que cinco de ellos ya no est¨¢n. ¡°A todos los mat¨® el amianto de la f¨¢brica¡±, dice. Como ellos, otras 6.982 personas han fallecido desde 1998 en Espa?a por estar en contacto con este mineral, seg¨²n el ...
Tras varias d¨¦cadas en la central de Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF), Jon Garc¨ªa respir¨® aliviado y se jubil¨®. En la factor¨ªa de Beasain (Gipuzkoa), donde tambi¨¦n trabajaron su padre y su abuelo, comparti¨® secci¨®n con varios amigos. Hoy, con 67 a?os, lamenta que cinco de ellos ya no est¨¢n. ¡°A todos los mat¨® el amianto de la f¨¢brica¡±, dice. Como ellos, otras 6.982 personas han fallecido desde 1998 en Espa?a por estar en contacto con este mineral, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). Utilizado como material de construcci¨®n hasta la d¨¦cada de los setenta, miles de trabajadores han estado expuestos durante a?os a los efectos cancer¨ªgenos del asbesto sin saberlo. El pr¨®ximo jueves, Asviamie, la plataforma que ahora representa Garc¨ªa, y otras asociaciones de afectados se concentrar¨¢n frente al Congreso para exigir que se apruebe un fondo de compensaci¨®n que ya ¡°hace justicia¡± en pa¨ªses como Francia, Italia, B¨¦lgica o el Reino Unido.
Garc¨ªa lamenta desde su casa en Beasain que la aprobaci¨®n del fondo lleve a?os estancada: ¡°Siempre que ha estado a punto de caramelo, ha pasado algo y se ha ido todo al traste. Es desesperante, llevamos as¨ª desde 2013¡å. Ese a?o, el Parlamento vasco aprob¨® convertir la idea en proposici¨®n de ley, pero se top¨® con un primer problema de competencia. ¡°Hasta 2017 no la registramos en el Congreso [Asviamie impuls¨® la proposici¨®n]. Entonces, el Gobierno de Mariano Rajoy la rechaz¨®, pero unos meses m¨¢s tarde cambi¨® de opini¨®n¡±. Tras m¨¢s de un a?o de negociaciones con Ciudadanos, que compart¨ªa la Mesa del Congreso con el PP, se logr¨® desbloquear la situaci¨®n y se empez¨®, por fin, a debatir el proyecto. Era primavera de 2018.
Cuando el di¨¢logo estaba a punto de llegar a buen puerto, en febrero de 2019 se convocaron elecciones anticipadas. En palabras de Garc¨ªa, ¡°todo se fue a la papelera¡±. Tocaba empezar de cero. Con el nuevo Gobierno todav¨ªa en funciones era inviable celebrar sesiones plenarias, as¨ª que el proyecto qued¨® encallado. A comienzos de 2020, Pedro S¨¢nchez estren¨® su mandato en plenitud de condiciones y el contexto parec¨ªa volver a ser favorable. Pero lleg¨® la pandemia.
El 13 de abril de 2021, ocho a?os despu¨¦s de gestarse, el Congreso aprob¨® definitivamente la proposici¨®n de ley con la ¨²nica abstenci¨®n de Vox. Pero las trabas para Garc¨ªa no terminaron ah¨ª. ¡°Cuando pens¨¢bamos que hab¨ªa escampado, la Mesa del Congreso comenz¨® a prorrogar continuamente la discusi¨®n. Cada semana anunciaban un nuevo aplazamiento¡±, explica con incredulidad.
Pilar Garrido, secretaria general de Podemos Euskadi, ha sido desde entonces la confidente pol¨ªtica de Garc¨ªa. La diputada no duda en se?alar la resistencia del Gobierno como el ¨²ltimo escollo para aprobar el fondo de compensaci¨®n. ¡°Los motivos son econ¨®micos. Parece que a la ministra de Hacienda [Mar¨ªa Jes¨²s Montero] no le cuadran las cuentas y lo quiere posponer. Ahora mismo, el ¨²nico obst¨¢culo para que se apruebe es el PSOE¡±, cuenta al otro lado del tel¨¦fono. El Partido Socialista no se ha pronunciado al respecto. Mientras, el Ministerio de Hacienda esquiva el bulto y delega el asunto en el Ministerio de Inclusi¨®n y Seguridad Social, que ha confirmado a EL PA?S que ¡°estas cuestiones llevan su tiempo¡±.
Al igual que Garc¨ªa, pero a 600 kil¨®metros de Beasain, Ricardo Torregrosa dirige la asociaci¨®n de v¨ªctimas (Apena) de su localidad natal. Cartagena es el municipio de Espa?a con m¨¢s muertes por contacto con el amianto: 210 seg¨²n las cifras oficiales, aunque los c¨¢lculos de Torregrosa apuntan a cifras superiores. La singularidad de Cartagena no radica ¨²nicamente en sus muertos, sino tambi¨¦n, como explica Torregrosa, en los juzgados. ¡°No ganamos una sentencia, es impresionante¡±, exclama indignado.
En 2017, tan solo 10 personas hab¨ªan sido indemnizadas en la localidad murciana por haber estado en contacto con el amianto. Por aquel entonces, los c¨¢lculos extraoficiales de Torregrosa situaban la cifra de fallecidos en 507. Hoy, asegura que el n¨²mero de muertos ha ascendido hasta 630, pero la justicia no ha procesado ni una compensaci¨®n m¨¢s. ¡°En 2018 y 2019, todas fueron desestimadas. Desde 2020, por la pandemia o por lo que sea, no se tienen noticias. Hay gente enterrada cuyas familias no saben nada del amianto¡±, relata con claros signos de impotencia.
Para solucionar este anquilosamiento, Garc¨ªa y Torregrosa tienen claro cu¨¢l es el espejo en el que mirarse: ¡°Francia cuenta desde 2001 con un proceso de diagn¨®stico autom¨¢tico que evita que las v¨ªctimas vayan a juicio y agiliza la compensaci¨®n en menos de seis meses¡±. Para dar forma al ansiado fondo, ambos hacen referencia a las notas del ¡°a?orado¡± Paco Puche, activista malague?o fallecido el pasado mes de julio: ¡°Mirando el ejemplo franc¨¦s, el coste en Espa?a rondar¨ªa los 210 millones de euros al a?o. El Estado pondr¨ªa el 12% (unos 25 millones) y el resto, las empresas¡±.
El modelo del pa¨ªs vecino, conocido como FIVA (Fonds d¡¯Indemnisation des Victimes de l¡¯Amiante), hubiera permitido a la madrile?a Eugenia Mart¨ªn despedir de otra forma a su marido, trabajador en el Metro durante m¨¢s de 35 a?os. ¡°Cuando demandamos, Juli¨¢n ya estaba pr¨¢cticamente terminal. Nos tuvimos que responsabilizar mi hija y yo de todo. ?l muri¨® antes de que se celebrara el juicio¡±, explica con desaz¨®n. Meses antes de que un neum¨®logo de la Seguridad Social le diagnosticara el c¨¢ncer de pulm¨®n, Metro le comunic¨® que su estado de salud era ¡°perfecto¡±. ¡°Si las revisiones hubieran sido continuas, mi marido estar¨ªa vivo¡±, lamenta Mart¨ªn.
En el proceso jur¨ªdico, la viuda de Juli¨¢n se?ala que la empresa de transportes no colabor¨® en ning¨²n momento: ¡°Nadie vino a verle ni pregunt¨® por su salud nunca. Nos pagaban los tickets de los medicamentos y los taxis para ir a radioterapia, pero la comunicaci¨®n era ¨²nicamente a base de correos. No eran capaces de darle la baja por enfermedad profesional porque, dec¨ªan, no sab¨ªan c¨®mo hacerlo¡±.
En 2020, Metro de Madrid reconoci¨® que Juli¨¢n hab¨ªa enfermado por el amianto presente en sus instalaciones e indemniz¨® a Eugenia Mart¨ªn (59 a?os) con 193.000 euros, la primera compensaci¨®n en la historia de la empresa por este motivo. ¡°Es un proceso lento y estresante, lo vives con much¨ªsima ansiedad. Al final, tu marido ya no est¨¢ y te est¨¢s enfrentando judicialmente a una empresa gigantesca¡±, asegura la viuda.
El pasado 1 de octubre, el Parlamento Europeo urgi¨® a retirar todo el asbesto a los pa¨ªses miembros, un proceso caro y que requiere grandes medidas de seguridad. En Espa?a, su uso est¨¢ prohibido desde 2002, aunque sigue presente en naves industriales, colegios y otros edificios. Desde su vivienda en la capital, Eugenia Mart¨ªn exige que todas las empresas reconozcan el problema y ofrezcan seguridad a sus trabajadores, con reconocimientos espec¨ªficos para evitar llegar a situaciones tan dolorosas como la de su marido: ¡°Mientras no se d¨¦ ese paso, el amianto seguir¨¢ matando¡±.