El fantasma portugu¨¦s se aleja
La coalici¨®n de Gobierno cumple dos a?os con m¨¢s estabilidad de la esperada
La izquierda espa?ola llevaba a?os mirando a Portugal con envidia. Y ahora lo hace con desconcierto: ?c¨®mo han podido arriesgarse as¨ª?, repiten miembros de las dos fuerzas del Ejecutivo. Nadie entiende por qu¨¦ las izquierdas portuguesas, que no formaban coalici¨®n, sino Gobierno en solitario de los socialistas con apoyos externos, ...
La izquierda espa?ola llevaba a?os mirando a Portugal con envidia. Y ahora lo hace con desconcierto: ?c¨®mo han podido arriesgarse as¨ª?, repiten miembros de las dos fuerzas del Ejecutivo. Nadie entiende por qu¨¦ las izquierdas portuguesas, que no formaban coalici¨®n, sino Gobierno en solitario de los socialistas con apoyos externos, han sido incapaces de seguir adelante y han abierto la posibilidad de que la derecha reconquiste el poder en unas elecciones anticipadas.
El contraste es evidente. Mientras el muy estable Portugal se va a las urnas, la supuestamente inestable Espa?a, la de las cuatro elecciones en cuatro a?os, est¨¢ a punto de aprobar sus segundos Presupuestos con una mayor¨ªa consolidada de 188 esca?os, y el Gobierno asegura que terminar¨¢ la legislatura sin problemas. Han pasado dos a?os desde las elecciones de 2019 y el abrazo, dos d¨ªas despu¨¦s en el Congreso, de Pedro S¨¢nchez y Pablo Iglesias que dio inicio a la primera coalici¨®n desde la II Rep¨²blica. Entonces casi nadie daba un duro por ella. Pero ha soportado la peor pandemia en m¨¢s de un siglo ¡ªcon un desgaste importante, eso s¨ª¡ª y nadie en el Ejecutivo, ni siquiera los de Unidas Podemos, contempla una crisis a la portuguesa.
Cada semana, PP y Vox dibujan la imagen de un Gobierno que se viene abajo y un pa¨ªs en quiebra. Pero, tambi¨¦n cada semana, el Ejecutivo logra sacar adelante las votaciones. Y la coalici¨®n, pese a las tensiones cada vez m¨¢s fuertes, acaba pactando casi siempre una salida, como ha pasado con la ley de vivienda o la reforma laboral. ¡°La derecha no digiere no haber podido acabar con el presidente con una pandemia como esta¡±, resumen en La Moncloa.
No estuvo tan lejos. Con las pr¨®rrogas de los estados de alarma, el Gobierno se acerc¨® al borde del precipicio. Y nadie niega en privado el desgaste que supuso para el Ejecutivo. Tanto que S¨¢nchez cambi¨® medio Gabinete en julio para huir de ese deterioro, plasmado en las elecciones madrile?as. En el Gobierno no acaban de conceder mucha credibilidad a las encuestas que vaticinan una victoria de la derecha. Insisten en que queda demasiado tiempo. ¡°Dos a?os antes de las elecciones de 2019, Ciudadanos sal¨ªa como el m¨¢s votado y Albert Rivera cre¨ªa que pod¨ªa ser presidente. El PSOE era el tercero. En 2019, el PSOE dobl¨® en esca?os al PP, y Rivera ya sabemos c¨®mo acab¨®¡±, se?ala un miembro del Ejecutivo.
El tiempo, creen en La Moncloa, beneficia al Gobierno. Porque ahora, seg¨²n defini¨® la vicepresidenta segunda, Yolanda D¨ªaz, y admiten ministros socialistas, empieza una nueva legislatura. Tras la pandemia, es el momento de la recuperaci¨®n y del cambio profundo de la econom¨ªa que implicar¨¢n los 72.000 millones de euros de fondos europeos.
Las dos ¨²nicas veces en las que el PP lleg¨® a La Moncloa lo hizo en pleno hundimiento econ¨®mico: en 1996 ¡ªcon esc¨¢ndalos de corrupci¨®n del PSOE adem¨¢s¡ª y en 2011. Eso provoc¨® un desplome del voto de izquierda, que se qued¨® masivamente en casa. PP y Vox alientan ahora esa idea de quiebra. Pero en el Ejecutivo est¨¢n convencidos de que el escenario econ¨®mico en las pr¨®ximas elecciones, que nadie espera antes de 2023, ser¨¢ positivo, con crecimiento y buenas cifras de empleo, como las de este mes, cuando se han alcanzado los 20 millones de ocupados por primera vez desde 2008.
Y el despliegue de reformas clave como la ley de vivienda, la de educaci¨®n, la laboral, la de pensiones y el ingreso m¨ªnimo vital ¡ªa¨²n con muchos problemas¡ª, junto a la subida del salario m¨ªnimo, el aumento del empleo p¨²blico o la posibilidad de hacer fijos a miles de interinos cambiar¨¢n, seg¨²n los c¨¢lculos del Ejecutivo, el humor social, hundido despu¨¦s de la pandemia. ¡°Cuando escampe veremos que tenemos un pa¨ªs m¨¢s moderno y m¨¢s justo¡±, se?alan fuentes de La Moncloa.
M¨¢s calle
Algunos miembros del Gobierno, con todo, creen que no basta con fiarlo todo a la recuperaci¨®n econ¨®mica. El Ejecutivo, y en especial el presidente, se?alan estos ministros, tiene que tocar m¨¢s la calle y conectar con los ciudadanos. ¡°El Gobierno necesita alma¡±, resume uno de ellos. La Moncloa ya ha dado un giro a la agenda del presidente con ese objetivo. Revisando las fotos de los ¨²ltimos meses, el equipo de S¨¢nchez percibi¨® que solo sal¨ªa con autoridades. No hab¨ªa im¨¢genes con gente de la calle. Desde entonces, el presidente busca un trato m¨¢s cercano, aunque a¨²n no ha cambiado su discurso, siempre mucho m¨¢s formal que el de la nueva estrella del Ejecutivo, Yolanda D¨ªaz.
Precisamente una de las cuestiones que m¨¢s inquietan a los socialistas es esa tensi¨®n interna en el espacio a la izquierda del PSOE que genera el proyecto de D¨ªaz, en busca de apoyos que vayan m¨¢s all¨¢ de Unidas Podemos. Despu¨¦s de la batalla por la reforma laboral, que en el Gobierno se vio como un error por excesivamente cruenta y sobre todo muy visible, La Moncloa ha dado la orden de bajar la tensi¨®n. De hecho, ni siquiera han criticado p¨²blicamente a Unidas Podemos por presentar enmiendas contra los Presupuestos pactados, algo en teor¨ªa fuera del acuerdo de coalici¨®n. Sucedi¨® la semana pasada, con algunas enmiendas importantes sobre el impuesto de patrimonio, por ejemplo. Pero ni el PSOE ni Unidas Podemos le dieron relevancia medi¨¢tica, a pesar de que s¨ª gener¨® discusiones internas en el grupo que lidera D¨ªaz.
La vicepresidenta apuesta por cerrar las m¨²ltiples heridas acumuladas en ese espacio y ampliarlo con nuevas ideas tras un ¡°periodo de escucha¡± con encuentros por toda Espa?a. ¡°Si hay alguien que puede hacerlo es ella¡±, admiten incluso en Podemos, donde pueden producirse las mayores resistencias a un proyecto en el que no aparecen como grandes protagonistas. El PSOE, con su historia, desconf¨ªa de algo que est¨¢ pensado por encima de los partidos, pero a la vez espera que D¨ªaz consiga reflotar un espacio en retroceso y al tiempo fundamental para renovar la mayor¨ªa de izquierdas. Todo lo que hay encima de la mesa, desde las grandes reformas hasta el proyecto de D¨ªaz, requiere tiempo. Por tanto, nadie tiene incentivos para una ruptura a la portuguesa. Y el presidente no muestra ninguna prisa. La legislatura de verdad, dicen en el Gobierno, empieza ahora.