Espa?a y Portugal divergen al afrontar la crisis de pareja

Hubo un tiempo en el que el ¡°modelo portugu¨¦s¡± era invocado por el l¨ªder del PSOE, Pedro S¨¢nchez con gran asiduidad. Se trataba del Gobierno de grupos de izquierda guiados por el pragmatismo, las cesiones mutuas y sin alteraciones que pudieran alarmar a Bruselas. Desde 2015, el primer ministro portugu¨¦s, el socialista Ant¨®nio Costa, gobierna con el sost¨¦n externo del Bloco de Esquerda (BE) y el Partido Comunista de Portugal (PCP). Ha sido una convivencia de ¨¦xito para Portugal, que est¨¢ a punto de terminar, despu¨¦s de seis a?os de relaci¨®n, en la que Costa eleg¨ªa a los ministros y los partidos de izquierda facilitaban la gobernabilidad. Esa era la opci¨®n de Pedro S¨¢nchez, que tras repetir las elecciones, se avino a formar un Gobierno de coalici¨®n. Adem¨¢s de la discusi¨®n sobre si Gobierno monocolor o de varias fuerzas, S¨¢nchez instaba a que se mirara al pa¨ªs vecino para constatar que las vigas de la democracia no se resent¨ªan.

No era para menos, ya que analistas y pol¨ªticos de ese pa¨ªs fueron los primeros sorprendidos de que Costa pudiera entenderse con sus adversarios muy a su izquierda. Pero funcion¨® hasta este mi¨¦rcoles, cuando los socios externos votaron en contra de los presupuestos. Este fin del sexenio de la izquierda portuguesa coincide con una crisis de profunda hondura en el Gobierno de coalici¨®n espa?ol con augurios de que el presidente del Gobierno empieza a barajar un adelanto electoral. Sin restar relevancia a las diferencias por la reforma laboral, los interlocutores consultados de ambos partidos coinciden en que ninguno tiene m¨²sculo suficiente como para examinarse en las urnas de inmediato. La izquierda a la izquierda del PSOE est¨¢ en el comienzo de un proceso, a¨²n muy incierto, de reagrupaci¨®n en torno al liderazgo de Yolanda D¨ªaz; hay voluntad por ambas partes de que las discrepancias terminen en pacto, y el desgaste de materiales no es el mismo que el que acusan los vecinos portugueses, seg¨²n testimonios gubernamentales. Los mandatarios y correligionarios S¨¢nchez y Costa tuvieron este jueves ocasi¨®n de hacerse confidencias en la cumbre bilateral en Trujillo. El portugu¨¦s le saca tres a?os de experiencia en gobernar apoyado en otros. El final est¨¢ siendo ¨¢spero. El Gobierno espa?ol no est¨¢ todav¨ªa en actitud de romper.