6.500 euros de entrada para conseguir un contrato de trabajo
Los requisitos de la ley empujan a extranjeros a pagar miles de euros por un acuerdo laboral falso que les permita regularizarse
Shokot, de 33 a?os, sali¨® de Banglad¨¦s en 2009 y pas¨® por m¨¢s de 10 pa¨ªses antes de recalar en Espa?a hace algo m¨¢s de tres a?os. Despu¨¦s de ese plazo, la ley de extranjer¨ªa da opciones para que los inmigrantes en situaci¨®n irregular consigan sus papeles, pero, en ese punto, Shokot se encontr¨® con el en¨¦simo obst¨¢culo para estabilizarse: necesitaba un contrato de trabajo a jornada completa, de un a?o, y con una empresa sin deudas con Hacienda ni la Seguridad Social. El hombre, que como el resto de protagonistas de este reportaje pide que no se publique su verdadero nombre, acab¨® pagando por fi...
Shokot, de 33 a?os, sali¨® de Banglad¨¦s en 2009 y pas¨® por m¨¢s de 10 pa¨ªses antes de recalar en Espa?a hace algo m¨¢s de tres a?os. Despu¨¦s de ese plazo, la ley de extranjer¨ªa da opciones para que los inmigrantes en situaci¨®n irregular consigan sus papeles, pero, en ese punto, Shokot se encontr¨® con el en¨¦simo obst¨¢culo para estabilizarse: necesitaba un contrato de trabajo a jornada completa, de un a?o, y con una empresa sin deudas con Hacienda ni la Seguridad Social. El hombre, que como el resto de protagonistas de este reportaje pide que no se publique su verdadero nombre, acab¨® pagando por fingir ese deseado acuerdo laboral. No se siente orgulloso de haberlo hecho y le da miedo contarlo, pero mantiene que no tuvo otro remedio. ¡°Era imposible conseguirlo¡±, asegura.
Los contratos de larga duraci¨®n son raros en el mercado de trabajo espa?ol y a¨²n m¨¢s para los inmigrantes sin papeles porque las exigencias y el papeleo para los empleadores son un engorro. Adem¨¢s de no tener deudas, los jefes deben demostrar su solvencia y esperar meses hasta que su futuro empleado reciba el visto bueno de la Administraci¨®n. Suele ser una f¨®rmula habitual con las empleadas dom¨¦sticas que, aunque son invisibles para el sistema, trabajan durante tres a?os de forma irregular hasta que sus jefes pueden contratarlas. Pero en general es m¨¢s f¨¢cil y ¨¢gil contratar a alguien con todo en regla.
Shokot busc¨® ese contrato con una empresa impoluta durante meses y no lo consigui¨®. Harto, decidi¨® comprar un contrato en un restaurante regentado por espa?oles. Le cost¨® 3.000 euros y una cuota de 310 euros al mes que compensaba los gastos de sus falsos jefes por su cotizaci¨®n. Sus papeles salieron el pasado mes marzo y, en seguida, su situaci¨®n se despej¨®: hoy s¨ª tiene un contrato indefinido en otro restaurante, cobra 1.100 euros y busca piso para salir del apartamento en el que vive con otras nueve personas.
Las exigencias que impone la ley a los inmigrantes siempre se reflejan en un mercado negro del que se lucran oportunistas extranjeros y espa?oles. El negocio y los precios se adaptan seg¨²n la coyuntura. Cuando no hay citas para hacer tr¨¢mites de extranjer¨ªa, se venden. Si hay m¨¢s dificultades para conseguir un empadronamiento, se vende. Y si el mercado laboral pone cada vez m¨¢s dif¨ªcil conseguir un contrato estable, se vende. No hay cifras oficiales para dimensionar esta pr¨¢ctica ¡ªno es en absoluto mayoritaria, advierte una fuente de la Administraci¨®n¡ª, pero es una oferta que siempre encuentra una demanda desesperada. Seg¨²n el Ministerio de Trabajo, la simulaci¨®n de una relaci¨®n laboral se da tanto con espa?oles como con extranjeros, para obtener prestaciones de forma indebida o una autorizaci¨®n de residencia y trabajo. Tampoco Trabajo lo considera un ¡°fen¨®meno frecuente¡± y por ello no hay inspecciones espec¨ªficas para identificar estos fraudes en el caso de los extranjeros.
¡°Si alguien piensa que le van a dar una oferta de trabajo sin pagar es tonto¡±, se queja Niaz, otro banglades¨ª de 25 a?os. El joven, que lleva cinco a?os en Espa?a sin papeles, acaba de vender su m¨®vil, su bicicleta y su mochila de repartidor precario en una aplicaci¨®n. Est¨¢ ahorrando y necesita dinero, no solo para sobrevivir despu¨¦s del golpe de la pandemia, sino para comprarse un contrato y regularizarse. Se lo ha ofrecido una fruter¨ªa de banglades¨ªes, a los que tendr¨¢ que pagar 6.500 euros si finalmente aprueban su solicitud y 450 euros al mes de cotizaciones. Mientras, trabaja de lo que puede, que no es mucho. Su principal fuente de ingresos es otra fruter¨ªa que le paga en negro 25 euros al d¨ªa por trabajar de ocho de la ma?ana a diez y media de la noche. ¡°Si consigo ahora los papeles puedo tener un buen trabajo¡±, conf¨ªa. ¡°Hay que cambiar el sistema. Quien quiere regularizarse necesita muchos requisitos, pero, aunque los consigamos, el contrato de un a?o es imposible sin papeles. Nadie te lo da, es un negocio. Si las empresas ganan 6.000 euros por hacerlo falso, ?por qu¨¦ iban a d¨¢rmelo de verdad?¡±, reclama.
La exigencia de este tipo de contrato laboral es uno de los supuestos que el ministro Jos¨¦ Luis Escriv¨¢ se ha planteado estudiar en su plan de cambiar la ley de extranjer¨ªa para eliminar barreras que traban vivir y trabajar legalmente en Espa?a. Este cambio normativo, prometido en febrero de 2020, no tiene plazo.
Paco Solans, portavoz de la plataforma de abogados Extranjeristas en Red, explica por qu¨¦ cree que ese contrato de trabajo es un requisito ¡°desfasado¡±: ¡°Hay una disfunci¨®n entre la ley de extranjer¨ªa y el mercado laboral en el que, despu¨¦s de la reforma de 2012, es pr¨¢cticamente imposible obtener de primeras un contrato de estas caracter¨ªsticas. Es la propia Administraci¨®n pretendiendo que la gente rompa con el sistema y haga un contrato laboral de un a?o a un extranjero, cuando no lo har¨ªa con un espa?ol¡±. Elahi Mohammad Fazle, presidente de la Asociaci¨®n Valiente Bangla, que present¨® a EL PA?S a cinco de sus compatriotas con casos muy similares, tambi¨¦n reclama ese cambio en la ley. ¡°Es una verg¨¹enza y una barbaridad comprar un contrato por 6.000 euros. Ese requisito no deber¨ªa ser obligatorio¡±, mantiene.
El mercadeo, adem¨¢s de fraude, conlleva abusos. Los migrantes acaban pagando por contratos a empresas que saben que no cumplen los requisitos, pero cuando les deniegan los papeles los jefes se niegan a devolver el dinero. En Valencia, una sentencia de 2018, conden¨® a seis meses de prisi¨®n a un espa?ol por estafar a cuatro extranjeros a los que cobr¨® 1.200 euros por cada contrato en una empresa de la construcci¨®n. En todos los casos se les deneg¨® la autorizaci¨®n de residencia por arraigo social porque la empresa carec¨ªa de solvencia alguna no ten¨ªa trabajadores, arrastraba deudas y sus contratos no ten¨ªan ¡°ning¨²n fundamento real¡±.
Tambi¨¦n le ocurri¨® a Lamin, un gambiano de 38 a?os, que recoge hortalizas en los invernaderos de Almer¨ªa. ¡°Me lo ofreci¨® en 2017 un hombre que dijo que era abogado. Era un contrato para recoger tomates y me cost¨® 1.500 euros¡±, recuerda. Rechazaron su solicitud y cuando pidi¨® explicaciones le dijeron: ¡°El dinero lo has perdido. Si no te parece bien llama a la polic¨ªa¡±. Lamin, claro, nunca llam¨®, aunque pidi¨® ayuda a la organizaci¨®n Cepaim para que mediase por ¨¦l. A¨²n hoy, cuatro a?os despu¨¦s, y todav¨ªa en situaci¨®n irregular, pregunta antes de terminar la videollamada: ¡°?T¨² podr¨ªas recuperar mi dinero?¡±.