Un comunicado impensable hace poco
Tan importante como el gesto de los presos etarras es su intenci¨®n de contribuir a ¡°aliviar todo sufrimiento y abrir nuevas opciones¡±
Cuarenta d¨ªas despu¨¦s de que Arnaldo Otegi se dirigiera a las v¨ªctimas de ETA para lamentar el da?o que les produjo el terrorismo, han sido los presos etarras, los autores materiales del da?o causado, quienes ...
Cuarenta d¨ªas despu¨¦s de que Arnaldo Otegi se dirigiera a las v¨ªctimas de ETA para lamentar el da?o que les produjo el terrorismo, han sido los presos etarras, los autores materiales del da?o causado, quienes se han comprometido a terminar con el sufrimiento a?adido que les provocaban los homenajes p¨²blicos en sus excarcelaciones (ongi etorri). Pero tan importante como el gesto de los presos etarras es su intenci¨®n de contribuir a ¡°aliviar todo sufrimiento y abrir nuevas opciones, ir sanando heridas y fortalecer la convivencia en la ciudadan¨ªa vasca¡±.
Cualquier observador honesto de la realidad vasca reconocer¨¢ que un comunicado de esta guisa procedente de los 200 presos de ETA era impensable hace a¨²n poco tiempo. Su importancia radica en que los presos etarras centran en sus v¨ªctimas la atenci¨®n y buscan su acercamiento. Es una aproximaci¨®n al relato democr¨¢tico sobre el terrorismo y tiene precedentes.
Hace un a?o, Etxerat, organizaci¨®n de apoyo a los presos etarras, solicit¨® el final de los ongi etorri, tras comprobar que asociaciones de v¨ªctimas, como Covite, toleraban el acercamiento de presos a c¨¢rceles vascas, que pilotaba el Gobierno, y se desmarcaban del intento de la derecha radicalizada de utilizarlas en su campa?a partidista de oposici¨®n. La izquierda abertzale y los presos etarras han tardado un a?o en asumir la petici¨®n de Etxerat porque han tenido que superar posiciones inmovilistas internas tras un prolongado debate.
Es obvio que la decisi¨®n de eliminar los ongi etorri tiene una carga pragm¨¢tica en la izquierda abertzale y los presos. Actualmente, Instituciones Penitenciarias y jueces reciben cartas de los presos etarras en las que, ateni¨¦ndose a la legalidad, pretenden aliviar su situaci¨®n con cambios de grado, permisos, etc¨¦tera. Este comunicado colectivo se une a los testimonios individuales de rechazo a la violencia y reconocimiento del da?o causado. Pero el gesto no debe ser descalificado por ello. ?No hubo acaso pragmatismo m¨¢s que convicciones ideol¨®gicas en otros momentos de nuestra historia y en algunos protagonistas del desmantelamiento de la dictadura?
Precisamente, la intolerancia de la derecha radicalizada de no reconocer la desaparici¨®n del terrorismo por intereses partidistas para identificar a Bildu con ETA est¨¢ siendo un acicate para que la izquierda abertzale avance hacia la normalidad democr¨¢tica. Otegi se queja de su utilizaci¨®n del terrorismo desaparecido y ha expresado su intenci¨®n de pon¨¦rselo dif¨ªcil.
La izquierda abertzale ha entrado en una din¨¢mica que est¨¢ forzada a culminar: reconocer que el terrorismo etarra estuvo injustificado y m¨¢s a¨²n cuando el 92% de sus ataques ocurrieron muerto ya el dictador. Otegi lo se?ala cuando admite que la derecha radicalizada ha utilizado y utiliza el terrorismo. Pero, sobre todo, existe una corriente, poderosa en las generaciones j¨®venes, reivindicativa de los derechos humanos frente al uso de la violencia para lograr objetivos pol¨ªticos que tambi¨¦n llega a las bases abertzales. Esa corriente, que debe llegar a las aulas para no repetir la historia, y dosis de pragmatismo auguran que la izquierda independentista est¨¢ abocada a reconocer la injusticia del terrorismo etarra.