El fin de la banda que cultivaba marihuana en plantaciones ¡°de guerrilla¡± y con ¡°t¨¦cnicas paramilitares¡±
La Guardia Civil arresta a 33 personas, que pasaban temporadas ocultas en los bosques, por plantar y vender droga
Plantaciones de guerrilla y t¨¦cnicas paramilitares para cultivar marihuana. La Guardia Civil de Segovia ha coordinado un operativo nacional para detener a una banda de 33 personas que cuidaban de plantaciones de esta droga y la vend¨ªan en varias provincias. Los delincuentes llegaban a talar ¨¢rboles de los bosques para preparar sus plantas y se escond¨ªan largas temporadas en esas zonas forestales para cuidar las instalaciones, ubicadas cerca de arroyos cuyos cauces desviaban para disponer de agua.
La Operaci¨®n Albac...
Plantaciones de guerrilla y t¨¦cnicas paramilitares para cultivar marihuana. La Guardia Civil de Segovia ha coordinado un operativo nacional para detener a una banda de 33 personas que cuidaban de plantaciones de esta droga y la vend¨ªan en varias provincias. Los delincuentes llegaban a talar ¨¢rboles de los bosques para preparar sus plantas y se escond¨ªan largas temporadas en esas zonas forestales para cuidar las instalaciones, ubicadas cerca de arroyos cuyos cauces desviaban para disponer de agua.
La Operaci¨®n Albacos se ha saldado con el desmantelamiento de 12 grandes plantaciones de marihuana y de sus canales de distribuci¨®n. Los agentes han estado m¨¢s de un a?o siguiendo al grupo y han ido descubriendo sus m¨¦todos. Los 14 registros en varias provincias se han traducido en la aprehensi¨®n de 20.000 plantas de marihuana, 150 kilos de cogollos preparados para su exportaci¨®n, siete veh¨ªculos, documentaci¨®n, un arma corta detonadora y una lancha fueraborda. 11 detenciones se han registrado en Segovia, otras tantas en Andaluc¨ªa, 5 en Castilla-La Mancha, 5 en Arag¨®n y 2 en Madrid. De ellos, 21 han ingresado en prisi¨®n por pertenencia a organizaci¨®n criminal, cultivo y elaboraci¨®n de marihuana, tr¨¢fico de drogas y defraudaci¨®n de fluido el¨¦ctrico.
Los agentes han explicado que el aviso le lleg¨® a trav¨¦s de ciudadanos que alertaban de movimientos extra?os en sus zonas. Las pesquisas les condujeron a unos ¡°campamentos ocultos¡± que la banda levant¨® para cuidar los cultivos, y en los que sus miembros permanec¨ªan durante largas temporadas con el avituallamiento que les suministraban sus compa?eros.
Los investigadores destacan la ¡°estructura fuertemente jerarquizada¡± del grupo, con ¡°t¨¦cnicas paramilitares para ocultarse en el bosque¡±. As¨ª, contaban con visores nocturnos y empleaban t¨¢cticas de relevos en las guardias. Estos conocimientos los ayudaban a ¡°sobrevivir en circunstancias adversas en bosques aislados durante meses¡±. Solo abandonaban su escondrijo para obtener alimentos y soporte de sus socios, que se acercaban a carreteras secundarias relativamente cercanas a los ¡°campamentos de guerrilla¡±. A uno de sus emplazamientos, en Ja¨¦n, se llegaba atravesando en la lancha fueraborda el pantano del Encinarejo. En la embarcaci¨®n se les suministraban v¨ªveres y se recog¨ªa la marihuana, que se almacenaba en las casas que previamente hab¨ªan alquilado en las proximidades. Los delincuentes se mov¨ªan ¡°reptando por las laderas¡± para evitar ser detectados, observaron los investigadores.
El grupo, en su mayor¨ªa de origen alban¨¦s, transformaba los terrenos: talaban zonas de pinares para preparar sus cultivos. El agua con el que regaban proced¨ªa de arroyos o barrancos cuyo curso cambiaban para beneficiarse de su caudal, incluso dise?ando balsas y conduci¨¦ndola mediante bombas de agua y motores ocultos. Los campos se regaban por goteo. Las herramientas y maquinaria necesaria para sus plantaciones, valoradas en 300.000 euros, las escond¨ªan en excavaciones ocultas.
La organizaci¨®n contaba con aliados en Alemania y B¨¦lgica. As¨ª, se han emitido seis ¨®rdenes internacionales de detenci¨®n. El teniente coronel de la Guardia Civil de Segovia, Jos¨¦ Luis Ram¨ªrez, detall¨® que la c¨²spide de la banda la integraban albaneses, que instru¨ªan a colombianos, alemanes o italianos para que siguieran sus ¨®rdenes para cultivar y vender la droga. El mando resalt¨® las duras condiciones a las que se somet¨ªan los arrestados en su af¨¢n criminal, pues los ubicados en la provincia segoviana se enfrentaban a fr¨ªo, nieve y lluvias en esos bosques mientras que los detenidos en el sur, en comarcas de Ja¨¦n, viv¨ªan en esas condiciones de guerrilla con temperaturas extremas en verano.