La historia de una traici¨®n que quer¨ªa parar la reforma laboral pero sali¨® mal

La traici¨®n in¨²til de los dos diputados de UPN desconcert¨® a todos, pero sobre todo a una persona: Javier Esparza, su jefe, el l¨ªder del partido. Inmediatamente llam¨® a Santos Cerd¨¢n y F¨¦lix Bola?os, sus interlocutores socialistas, para pedirles perd¨®n. Y tambi¨¦n se cruz¨® mensajes con Pedro S¨¢nchez. En el entorno del presidente tienen buenas palabras para ¨¦l. ¡°Nadie se esperaba algo as¨ª. UPN es un partido serio, con palabra, que mantiene sus acuerdos. Hab¨ªamos cerrado una negociaci¨®n, y ahora hemos enga?ado a todo el mundo. Nadie pod¨ªa imaginarlo¡±, dice Esparza.

¡°Ten¨ªamos que votar s¨ª. Nosotros nos creemos el di¨¢logo social. Hemos gobernado Navarra muchos a?os, hemos sido pioneros en concertaci¨®n social, es una de las se?as de identidad de UPN. Hemos hecho cuatro planes de empleo pactados. Y adem¨¢s hab¨ªamos cerrado una negociaci¨®n con el PSOE que inclu¨ªa que no reprobaran al alcalde de Pamplona¡±, insiste, desolado.

?Por qu¨¦ desobedecieron los dos diputados de UPN, Sergio Sayas y Carlos Garcia Adanero? En el PSOE est¨¢n absolutamente convencidos de que hubo compra de votos. ¡°Solo queda saber el precio que ha pagado el PP¡±, dijo este viernes Adriana Lastra, n¨²mero dos de los socialistas. En Uni¨®n del Pueblo Navarro tienen m¨¢s dudas. Creen que fue decisiva la presi¨®n del mundo conservador en las redes sociales, en la que ambos son muy activos, para que los diputados fueran cambiando de opini¨®n. Pero tambi¨¦n tienen sospechas de que el PP o Vox puedan haberles ofrecido ir en las listas en el futuro u otra prebenda. Est¨¢ claro es que a estos dos pol¨ªticos profesionales se les ha acabado su carrera en UPN, y ten¨ªan que saberlo cuando votaron contra sus ¨®rdenes.

Lo que es evidente es que cambiaron. Porque el lunes, en la Ejecutiva, ninguno de los dos se decant¨® claramente por el ¡°no¡±. Ninguno de los 20 miembros de la direcci¨®n de UPN presentes lo hizo. De hecho, los dos diputados plantearon que hab¨ªa razones para votar s¨ª porque la reforma laboral la apoyaban los empresarios y sindicatos navarros. Y dejaron en manos de la direcci¨®n la negociaci¨®n. Pero poco a poco fueron girando y el mi¨¦rcoles, cuando les comunicaron la decisi¨®n, ya dijeron que no estaban de acuerdo aunque la acataban. Ah¨ª arranc¨® un enga?o de muchas horas que termin¨® mal: la estratagema no funcion¨® por una casualidad, un error de un diputado del PP.

Sergio Sayas niega rotundamente a EL PA?S la idea de que haya habido compra de votos: ¡°Es absurdo lo que est¨¢n diciendo. ?Que si me voy a ir al PP o Vox? No te puedo decir qu¨¦ har¨¦ en cinco a?os, pero ahora quiero acabar la legislatura y voy a tratar de seguir en UPN porque voy a defender en el Comit¨¦ de Garant¨ªas que yo no incumpl¨ª, fue la direcci¨®n al no argumentar por qu¨¦ hab¨ªa que votar s¨ª. Chascarrillos de ¡®vente al PP¡¯ me hacen en la cafeter¨ªa todo el d¨ªa, pero no he tenido ninguna propuesta de irme a ning¨²n partido. S¨ª, es verdad que ayer [por el jueves] habl¨¦ con Cuca Gamarra, con Macarena Olona, con Iv¨¢n Espinosa de Los Monteros, como hablo siempre. Pero no le dije a nadie lo que iba a votar. Solo a mi madre para que no se asustara¡±, asegura el diputado.

Sayas se enfrent¨® a Esparza en las primarias del partido en junio de 2020 ¡ªque gan¨® el segundo con el 58% de los votos¡ª mientras que Garc¨ªa Adanero fue uno de sus hombres de confianza en la ¨²ltima legislatura. Ambos dejar¨¢n previsiblemente de formar parte de UPN este s¨¢bado y el partido se quedar¨¢ sin representaci¨®n en el Congreso.

En cualquier caso, si bien Sayas ha sido una voz discrepante con la direcci¨®n, fuentes cercanas cre¨ªan que no iba a atreverse a dar el paso de romper la disciplina de partido. Menos a¨²n se lo esperaban de Carlos Garc¨ªa Adanero, que tras 35 a?os afiliado a UPN, hab¨ªa seguido siempre las l¨ªneas marcadas por su formaci¨®n. Este viernes, Garc¨ªa Adanero acudi¨® a la reuni¨®n de la Ejecutiva en la que se aprob¨® una declaraci¨®n para expulsarles del partido. Solo ¨¦l vot¨® en contra, a su salida asegur¨® que mantendr¨¢ su acta de diputado y rechaz¨® la acusaci¨®n de Lastra: ¡°Son unas palabras miserables de alguien que estar¨¢ acostumbrada a que le paguen; a m¨ª nunca me han pagado nada por hacer nada en pol¨ªtica [al margen del sueldo p¨²blico]¡±. Tambi¨¦n lo niegan en el PP. ¡°No tenemos nada que ver con la decisi¨®n de esos diputados. Es completamente falso. ¡°No ha habido negociaci¨®n, ni nada por el estilo. No sab¨ªamos qu¨¦ iba a pasar¡±, aseguran fuentes de la direcci¨®n del PP a EL PA?S.

Varios diputados populares s¨ª han reconocido a EL PA?S que contactaron con los dos parlamentarios de UPN a lo largo del jueves, pero sostienen que solo les dieron mensajes de ¡°¨¢nimo y apoyo¡±.

Tampoco el Gobierno sospechaba la traici¨®n. De hecho, la negociaci¨®n con UPN empez¨® con Sayas. El 19 de enero, Rafael Simancas, secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, le llam¨® porque es el interlocutor habitual en temas de econom¨ªa y empleo. El representante de UPN le dijo que no compart¨ªa la estrategia del PP y se mostr¨® partidario de una reforma que es resultado de un acuerdo social con la patronal y sindicatos. Sayas traslad¨®, no obstante, que el interlocutor de una cuesti¨®n tan sensible no pod¨ªa ser ¨¦l, sino Esparza, el l¨ªder. Hasta le lleg¨® a enviar su tel¨¦fono a Simancas. Desde entonces, todo fue bien, y tanto el navarro Santos Cerd¨¢n, secretario de organizaci¨®n del PSOE, como el ministro F¨¦lix Bola?os cerraron sin problemas la negociaci¨®n con el l¨ªder de UPN.

Las alarmas saltan cuando los diputados dicen p¨²blicamente a primera hora de la ma?ana del jueves que no comparten la decisi¨®n de la direcci¨®n. Pero a todos los que les preguntan les dicen que van a respetar la disciplina de voto. Tambi¨¦n se lo confirman a la secretaria general de su partido. Con esa informaci¨®n, Esparza tranquiliza al PSOE.

A media ma?ana, a eso de las 11.00, Cerd¨¢n, el portavoz del PSOE en el Congreso H¨¦ctor G¨®mez y el de Ciudadanos, Edmundo Bal, se cruzan con Sayas en uno de los pasillos que rodean el hemiciclo. Este les traslada que tanto ¨¦l como Garc¨ªa Adanero respetar¨¢n la disciplina de su partido. ¡°Me lo dijo mir¨¢ndome a los ojos en el pasillo que llamamos M-30¡å, recuerda Bal.

Ambos diputados estaban ya decididos, seg¨²n han revelado posteriormente. Pero enga?aron a todo el mundo. Eso era clave para que triunfara la estrategia: si no, el PSOE pod¨ªa haber buscado una alternativa. Lo que no esperaban era el fallo del PP. Nadie sabe si les prometieron algo a cambio del giro. Y es posible que no se sepa nunca, porque en realidad, su traici¨®n no vali¨® para nada, y, por tanto, no tiene sentido compensarla.