Siete meses de calvario para enterrar a la peque?a Yamila
Una madre marfile?a en situaci¨®n irregular en Francia logra dar sepultura al cuerpo de su hija de cinco a?os fallecida hace siete meses a bordo de un helic¨®ptero tras ser rescatada en mitad del Atl¨¢ntico
La marfile?a Cadi, de 22 a?os, ha pasado los peores siete meses de su vida desde que su hija de cinco a?os Fatmate Zara, apodada en la familia Yamila (hermosa en ¨¢rabe), falleciera intentando llegar a Canarias. Su patera, encontrada tras m¨¢s de dos semanas a la deriva en las que murieron una veintena de personas, fue auxiliada por un helic¨®ptero que evacu¨® a la menor para intentar salvarla in extremis. Muri¨® en el camino.
El cuerpo de Yamila ha permanecido siete meses en el dep¨®sito de cad¨¢veres del Instituto de Medicina Legal de Las Palmas de Gran Canaria, a la espera de ...
La marfile?a Cadi, de 22 a?os, ha pasado los peores siete meses de su vida desde que su hija de cinco a?os Fatmate Zara, apodada en la familia Yamila (hermosa en ¨¢rabe), falleciera intentando llegar a Canarias. Su patera, encontrada tras m¨¢s de dos semanas a la deriva en las que murieron una veintena de personas, fue auxiliada por un helic¨®ptero que evacu¨® a la menor para intentar salvarla in extremis. Muri¨® en el camino.
El cuerpo de Yamila ha permanecido siete meses en el dep¨®sito de cad¨¢veres del Instituto de Medicina Legal de Las Palmas de Gran Canaria, a la espera de ser identificado. Siete meses de angustia que han concluido este s¨¢bado, con el entierro de la ni?a en el cementerio municipal de San L¨¢zaro. Su madre, residente en Francia junto a su marido y otros dos hijos, ha podido reconocerla y decirle adi¨®s a pesar de las trabas burocr¨¢ticas y el miedo a la polic¨ªa que la atenazaba. Podr¨¢, al menos, llevarse de vuelta a Francia un pu?ado de la tierra que abrigar¨¢ para siempre a su peque?a. ¡°Menos mal que he podido despedirme de ella¡±, ha acertado a decir con un hilo de voz tras la ceremonia. ¡°No habr¨ªa podido descansar¡±.
Yamila parti¨® en una patera desde Dajla, en el Sahara Occidental, alrededor del 17 de julio. La acompa?aba una prima de su madre. Pasaron unos 12 d¨ªas antes de la embarcaci¨®n fuese localizada por un mercante la ma?ana del 29 de junio. La tripulaci¨®n del Cape Taweelah subi¨® a su cubierta a 35 personas en un delicado rescate y un helic¨®ptero del Ej¨¦rcito del Aire evacu¨® esa misma noche a la peque?a, junto a un hombre y una mujer. El helic¨®ptero lleg¨® al Hospital Universitario Doctor Negr¨ªn de Las Palmas de Gran Canaria sobre las 23.50 tras un vuelo de 500 kil¨®metros. Yamila ya hab¨ªa fallecido.
Su caso conmocion¨® Canarias de la misma manera que la dram¨¢tica llegada en parada cardiorrespiratoria y posterior muerte de El¨¦ne Habiba, cuyos restos descansan ya junto a los de la ni?a marfile?a. Su cuerpo fue a parar al Instituto de Medicina Legal de Las Palmas de Gran Canaria. All¨ª se le practic¨® la autopsia, y all¨ª se qued¨® durante siete meses, a la espera de una prueba de ADN confirmara que era quien sus padres dec¨ªan. El matrimonio, que reside en Francia sin papeles, hab¨ªa pasado diez d¨ªas llamando d¨ªa y noche a la ONG Caminando Fronteras para preguntar sobre el paradero de su hija. La dificultad para emigrar de forma legal y la falta de documentos fue precisamente lo que llev¨® a la familia a separarse para poder llegar a Europa.
El cuerpo de la ni?a ya hab¨ªa sido identificado por la prima de la madre, que estaba a cargo de la peque?a cuando subieron a la patera. Pero la filiaci¨®n formal de los migrantes exige una muestra de ADN de sus padres para confirmar la identidad. No es un procedimiento f¨¢cil, no existe un protocolo que funcione y tampoco una coordinaci¨®n efectiva entre pa¨ªses. Los padres adem¨¢s tem¨ªan ser detenidos y deportados si acud¨ªan a una gendarmer¨ªa francesa a que les tomaran una muestra.
As¨ª pas¨® m¨¢s de medio a?o, periodo en el que se frustraron todos los intentos entre la Polic¨ªa espa?ola y la francesa. ¡°Alg¨²n d¨ªa se sabr¨¢ qu¨¦ es lo que ha pasado para que haya transcurrido tanto tiempo¡±, ha explicado este s¨¢bado el abogado de la familia, Daniel Arencibia.
Lo sucedido, en todo caso, no es un caso excepcional, sino que es el d¨ªa a d¨ªa de las miles de familias que pierden a sus seres queridos intentando llegar a Europa por rutas irregulares. La mayor¨ªa nunca tiene confirmaci¨®n de la muerte de su familiar porque sus cuerpos se pierden en el mar, pero ni las que saben que el cad¨¢ver lleg¨® a tierra consiguen identificarlos y enterrarlos por el rito religioso que deseen. Quien lo logra es gracias a la ayuda de activistas y gente an¨®nima y no sin antes pasar por un aut¨¦ntico l¨ªo burocr¨¢tico. Sin protocolos claros y colaboraci¨®n de todas las autoridades, lo que suele ocurrir es que acaban sepultados tras una l¨¢pida sin nombre.
En ese proceso de estudiar c¨®mo podr¨ªa obtenerse y cotejarse una muestra de ADN, el Juzgado Instrucci¨®n 1 de Las Palmas de Gran Canaria perdi¨® la paciencia y decret¨® el entierro de la ni?a para el pasado lunes 7 de febrero. El Instituto de Medicina Legal, liderado por su directora Mar¨ªa Jos¨¦ Meli¨¢n y la Federaci¨®n de Asociaciones Africanas de Canarias se movilizaron para paralizarlo. A Meli¨¢n le hab¨ªan llegado fotos desde Francia en las que se la reconoc¨ªa sin duda e, incluso, explicaba en el cementerio la forense, se observaba una cicatriz distintiva. El magistrado accedi¨® a la suspensi¨®n cuando apenas faltaban dos horas para la celebraci¨®n. ¡°No me pod¨ªa creer que la fuesen a enterrar si ya est¨¢bamos a punto de poder traer a sus padres¡±, aseguraba emocionada este s¨¢bado en las instalaciones del cementerio la propia Meli¨¢n. ¡°Es la primera vez en mi carrera que asisto a un funeral de alguien que ha pasado por mi trabajo¡±, confesaba.
La fundadora de la ONG Caminando Fronteras, Helena Maleno, se ha encargado de traer a los padres a Gran Canaria. Maleno ha contado con el apoyo de la Secretar¨ªa de Estado de Migraciones que se ofreci¨® a facilitar su situaci¨®n documental en Espa?a para su traslado. Migraciones en su momento intent¨® mediar con las autoridades francesas para que por razones humanitarias se permitiese viajar a la familia. No consta que haya habido respuesta, pero el ministro de Exteriores franc¨¦s, Yves Le Drian, en una visita a Madrid, declar¨® sobre este caso: ¡°Hay un drama humano y complejidades jur¨ªdicas, y no puedo resolver la complejidad jur¨ªdica a trav¨¦s de la emoci¨®n¡±.
Pese a todas las trabas, Cadi decidi¨® arriesgarse y viajar de forma semiclandestina hasta Canarias. Y las fuerzas de seguridad no han complicado su tr¨¢nsito. La marfile?a lleg¨® el viernes a las islas. Fue interrogada por la Polic¨ªa, se le tomaron muestras de ADN y asisti¨®, al fin, a la inhumaci¨®n de su hija. Sus restos descansar¨¢n, por ahora, bajo un fr¨ªo n¨²mero en una esquina del camposanto. Al menos hasta que se cumpla el tr¨¢mite y las pruebas demuestren la filiaci¨®n y pueda grabarse su nombre.
Y as¨ª, poco despu¨¦s del mediod¨ªa de este s¨¢bado, una triste comitiva formada por Cadi, Maleno y Meli¨¢n y acompa?adas por la subdelegada del Gobierno Mar¨ªa Teresa Mayans, los representantes de la Federaci¨®n de Asociaciones Africanas, el diputado por el PSOE Luc Andr¨¦ Diouf y un im¨¢n musulm¨¢n acompa?¨® el cuerpo de Yamila por el Cementerio Municipal hasta la zona asignada a la confesi¨®n musulmana. ¡°La muerte de su hija y de otros ni?os ha consternado a la sociedad de Canarias¡±, le explic¨® a Cadi la subdelegada del Gobierno en Las Palmas. ¡°Se ha hecho todo lo posible para que estuviera usted aqu¨ª¡±, ha a?adido. Posteriormente la ha abrazado. ¡°Quiero dar las gracias a todas las personas que me han acompa?ado hoy y que han permitido que me pueda despedir de mi hija¡±, susurr¨® Cadi al t¨¦rmino de la ceremonia. ¡°Ahora podemos descansar en paz¡±. Y ah¨ª qued¨® Cadi rez¨¢ndole a la tumba de su peque?a Yamila y a la de El¨¦ne Habiba, unos pocos metros m¨¢s all¨¢.