Manejar la rabia y el descontento
Dudas en el PSOE sobre la eficacia de atribuir a Vox el liderazgo de las propuestas sociales. El Gobierno conf¨ªa en que los agentes sociales canalicen las demandas
El mundo del campo ha salido este domingo a protestar a las calles de Madrid, tras haberlo hecho d¨ªas atr¨¢s en distintas ciudades. Una heterogeneidad de colectivos que ahora han unido reivindicaciones antiguas y del presente inmediato. Un d¨ªa antes, ...
El mundo del campo ha salido este domingo a protestar a las calles de Madrid, tras haberlo hecho d¨ªas atr¨¢s en distintas ciudades. Una heterogeneidad de colectivos que ahora han unido reivindicaciones antiguas y del presente inmediato. Un d¨ªa antes, Vox convoc¨® concentraciones contra el Gobierno, con proclamas de muy distinta ¨ªndole, pero al grito de ¡°?elecciones ya!¡±. El partido de ultraderecha se sabe en racha, con un PP a¨²n por definir, y nada mejor que ir de inmediato a las urnas. No es esa la intenci¨®n del presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, al menos por ahora. Su empe?o pertinaz est¨¢ en que el 29 de marzo pueda anunciar medidas que alivien los precios desbocados de los carburantes y mitiguen la cadena de desastres para algunos sectores por la huelga de los transportistas.
La decisi¨®n del Gobierno, clandestina hasta que la Casa Real de Marruecos la hizo p¨²blica, de apostar por una autonom¨ªa para el S¨¢hara frente a la hist¨®rica propuesta de un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n, ha hundido en el des¨¢nimo a la izquierda social y pol¨ªtica. Incluido al PSOE, aunque no por ello habr¨¢ un levantamiento, m¨¢xime cuando se impone el cierre de filas ante todo lo dem¨¢s. Bastante protestar¨¢ ya su socio de coalici¨®n, Unidas Podemos, y el resto de las fuerzas parlamentarias que esperan de inmediato a S¨¢nchez en el Congreso para que se explique, como este lunes solicitar¨¢n 12 partidos en el registro de la C¨¢mara.
Hay poderosas razones para no perder los nervios, se?alan en fuentes socialistas, porque el Gobierno tomar¨¢ medidas, algunas ya muy pensadas y decididas, aunque, seg¨²n su plan, no ser¨¢ hasta el Consejo de Ministros del pr¨®ximo 29 de marzo, dentro de ocho d¨ªas, cuando se anuncien. La gira de S¨¢nchez por varias capitales europeas, con la intenci¨®n abierta de agitar y hacer proselitismo para que toda la UE adopte decisiones que modifiquen el c¨¢lculo de los precios de la energ¨ªa, le hacen mirar al Consejo Europeo de los d¨ªas 24 y 25 como la madre de muchas de las soluciones.
Esperad, esperad hasta ese Consejo y, despu¨¦s, con el fruto del mismo, se llenar¨¢ de contenido el decreto del d¨ªa 29. Este es el requerimiento que el Gobierno de S¨¢nchez hace a la sociedad y a sus socios. ?Se puede esperar hasta el d¨ªa 29? Esta pregunta la formula la oposici¨®n pol¨ªtica, pero tambi¨¦n los sindicatos cl¨¢sicos y de clase, a sabiendas de que hay un terreno f¨¦rtil para que cunda la protesta airada. No todo es extrema derecha, ni mucho menos, en la huelga del transporte, ni del campo, ni de la distribuci¨®n. Los sindicatos lo saben. Muchas empresas peque?as trabajan a p¨¦rdidas por lo que no les cuesta nada unirse a las manifestaciones. Ese d¨ªa, al no trabajar, no pierden.
La salida coordinada de miembros del Gobierno con la invocaci¨®n de que la protesta est¨¢ manejada por los ultraderechistas no es bien acogida por muchos dirigentes socialistas. Los sindicatos lo consideran err¨®neo y en Unidas Podemos tampoco se comparte que esa sea la mejor apelaci¨®n, aunque haya agitadores ultraderechistas. Apuntar a Vox supone atribuirle la portavoc¨ªa de todas las protestas y hacerles portadores de la antorcha. Esta tesis no es minoritaria en el PSOE. Por las cuatro esquinas de Espa?a se aprecia la dureza de los problemas, aunque algunos tengan tres d¨¦cadas de antig¨¹edad. Y ahora est¨¢n agravados.
Tan empe?ado y confiado est¨¢ S¨¢nchez en que conseguir¨¢ resultados beneficiosos para su pa¨ªs ¡ªcon ¨¦l est¨¢ el sur europeo¡ª que no ha visto necesario imitar, por ejemplo, al presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron: no ha reducido impuestos de los carburantes, pero ha anunciado que lo va a hacer, desde el 1 de abril. Entra dentro de lo muy posible que esta semana haya alg¨²n anticipo al respecto. Europa responder¨¢ aunque es previsible que el Gobierno tome medidas propias, como har¨¢ Alemania, que no es partidaria de que todos tengan que regirse por el mismo patr¨®n.
La confianza en que las organizaciones estables, es decir, sindicatos y patronal, ser¨¢n fundamentales en las respuestas a una realidad tan cambiante se mantiene intacta. Una posici¨®n cl¨¢sica de que la rabia debe tener cauces para la negociaci¨®n. Al des¨¢nimo en la izquierda se a?aden kilos de peso con el cambio del PSOE sobre el S¨¢hara. ¡°Duele, duele mucho en el partido¡±, reconocen interlocutores socialistas. Pero a?aden que no habr¨¢ fuego, porque hay que apagar otros mucho m¨¢s intensos.