Jorge Trias, la ¨¦tica valiente
El abogado nunca se arrepinti¨® de cumplir con su deber, pero sufri¨® mucho por la incomprensi¨®n de sus compa?eros
Conoc¨ª a Jorge Trias cuando los dos pertenec¨ªamos a la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados de Madrid y enseguida nos hicimos amigos. Sab¨ªa que hab¨ªa sido el abogado de Violeta Friedman, v¨ªctima de Auschwitz, en un juicio contra Leon Degrelle, miembro de las SS y negacionista del Holocausto. Trias consigui¨® una sentencia hist¨®rica del Tribunal Constitucional en el a?o 1991 despu¨¦s de que en su periplo judicial se le hubiera negado a Friedman la legitimaci¨®n activa. La sentencia establec¨ªa que las declaraciones de ...
Conoc¨ª a Jorge Trias cuando los dos pertenec¨ªamos a la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados de Madrid y enseguida nos hicimos amigos. Sab¨ªa que hab¨ªa sido el abogado de Violeta Friedman, v¨ªctima de Auschwitz, en un juicio contra Leon Degrelle, miembro de las SS y negacionista del Holocausto. Trias consigui¨® una sentencia hist¨®rica del Tribunal Constitucional en el a?o 1991 despu¨¦s de que en su periplo judicial se le hubiera negado a Friedman la legitimaci¨®n activa. La sentencia establec¨ªa que las declaraciones de Degrelle s¨®lo se pod¨ªan interpretar como una incitaci¨®n antisemita que generaba sentimientos contra determinados grupos ¨¦tnicos y lesionaba el honor de Violeta, que era jud¨ªa y hab¨ªa estado internada en aquel campo de exterminio. A partir de esa sentencia se modific¨® el C¨®digo Penal y se introdujo el delito de xenofobia.
Varios a?os despu¨¦s, Jorge compart¨ªa con Luis B¨¢rcenas su afici¨®n a la monta?a y se hicieron buenos amigos. Cuando salt¨® el caso G¨¹rtel, B¨¢rcenas ya le hab¨ªa ense?ado a Trias los papeles que conten¨ªan la contabilidad b del Partido Popular, y algunos quisieron defenderse lanzando virulentos ataques contra el juez Antonio Pedreira, que estaba instruyendo el caso, por lo que Trias escribi¨® un art¨ªculo defendiendo la independencia de los jueces. En una conversaci¨®n entre Trias y Rajoy, ¨¦ste le dijo que la pol¨ªtica era como un junco, que cuando viene el cicl¨®n hay que inclinarse, pero no se daba cuenta de que ven¨ªa una riada que se lo llevaba todo por delante.
¡®Sombras y certezas¡¯
Efectivamente, Trias pens¨® que era de una gravedad extraordinaria que su partido llevase una contabilidad b con cantidades que entregaba en sobres a pr¨¢cticamente la plana general del partido, y escribi¨® un art¨ªculo titulado ?Sombras o certezas? en el que se denunciaban esos pagos. Jorge tom¨® la decisi¨®n m¨¢s valiente, y la que posteriormente le crear¨ªa graves problemas, que fue entregar al diario EL PA?S una copia de aquella contabilidad. EL PA?S, despu¨¦s de comprobar apunte por apunte y cerciorarse de la autenticidad de todos ellos, public¨® aquella bomba informativa. A Jorge le llegaron las amenazas de que iban a interponer contra ¨¦l demandas multimillonarias por difamaci¨®n, pero ¨¦l nunca flaque¨®. Tuvo que cerrar su despacho profesional e irse de Madrid para volver a su ciudad natal, Barcelona. ?l dijo que los partidos en Espa?a son como una religi¨®n, mostrar sus bajezas se consideraba como una traici¨®n, pero ¨¦l pensaba que era precisamente todo lo contrario. Trias nunca se arrepinti¨® de cumplir con su deber y de su recto concepto de la ¨¦tica, pero sufri¨® mucho por la incomprensi¨®n de sus compa?eros.
Adem¨¢s de gran abogado era un excelente escritor y poeta. A pesar de que en estos ¨²ltimos meses la enfermedad iba debilitando sus pulmones, Jorge se mostr¨® activo y optimista sin dejar de trabajar y hacer proyectos. Su valent¨ªa y sentido del deber contrastan con la imagen que nos transmiten algunos pol¨ªticos o empresarios sin escr¨²pulos, pero al menos deber¨ªa servirnos a todos como ejemplo.