Los ¨²ltimos espa?oles en huir de Ucrania: ¡°Ya no aguantamos. Esto es un infierno¡±
Los ¨²ltimos nacionales que quer¨ªan salir del pa¨ªs lo han logrado por sus propios medios; otra decena quiere permanecer all¨ª
Hasta en dos ocasiones fracasaron en su intento de huir de Jers¨®n. Las bombas del ej¨¦rcito ruso sobre esta ciudad de la regi¨®n ucrania de Donb¨¢s, especialmente azotada por la invasi¨®n ordenada por Vlad¨ªmir Putin, imped¨ªan una y otra vez su evacuaci¨®n. Pero, al fin, 49 d¨ªas despu¨¦s de que estallase la guerra, el espa?ol Eugenio P¨¦rez, de 54 a?os, y su esposa Svetlana, de nacionalidad ucrania, consiguieron el martes dejar atr¨¢s el horror junto a su hijo Valeriv, de 13 a?os. ¡°Estoy bastante bajo de ¨¢ni...
Hasta en dos ocasiones fracasaron en su intento de huir de Jers¨®n. Las bombas del ej¨¦rcito ruso sobre esta ciudad de la regi¨®n ucrania de Donb¨¢s, especialmente azotada por la invasi¨®n ordenada por Vlad¨ªmir Putin, imped¨ªan una y otra vez su evacuaci¨®n. Pero, al fin, 49 d¨ªas despu¨¦s de que estallase la guerra, el espa?ol Eugenio P¨¦rez, de 54 a?os, y su esposa Svetlana, de nacionalidad ucrania, consiguieron el martes dejar atr¨¢s el horror junto a su hijo Valeriv, de 13 a?os. ¡°Estoy bastante bajo de ¨¢nimo para hablar¡±, avisaba P¨¦rez al tel¨¦fono con voz exhausta tras pisar Polonia. La familia se encontraba en el extrarradio de Jers¨®n, ciudad ucrania que fue atacada por Rusia desde la primera semana de guerra.
Entonces, el Ministerio de Exteriores ten¨ªa registrados a unos 300 espa?oles en Ucrania. La Embajada flet¨® dos convoyes desde Kiev para evacuar a los nacionales que quisieran dejar el pa¨ªs, el 25 y el 26 de febrero. Pero hab¨ªa que llegar hasta la capital. Y no todos pudieron sumarse a las expediciones, o no quisieron hacerlo en un primer momento. En los convoyes se fueron un centenar. Quienes permanecieron en suelo ucranio han tenido que arregl¨¢rselas por su cuenta para llegar hasta la frontera. Seg¨²n fuentes del Ministerio de Exteriores, el coste econ¨®mico y el enorme riesgo para las vidas humanas de un rescate dentro del pa¨ªs hac¨ªan inviable una evacuaci¨®n a cargo del Gobierno, que hab¨ªa pedido previamente a los compatriotas que abandonaran Ucrania ante la amenaza del Kremlin.
Para P¨¦rez, su pareja y su hijo, salir de Donb¨¢s, asediado por los ataques, ha sido complicad¨ªsimo. Al miedo de estas semanas como espectadores directos de la guerra dentro de uno de los puntos calientes del conflicto se suma el dif¨ªcil periplo desde Jers¨®n hasta llegar a Polonia. ¡°Est¨¢n muy tocados¡±, cuenta Carlos Fern¨¢ndez.
Asturiano y consultor de 50 a?os, Fern¨¢ndez viv¨ªa en Ucrania hasta principios de febrero, unos d¨ªas antes de la invasi¨®n. Y, desde entonces y en su casa en Oviedo, su esfuerzo se ha centrado en contactar y ayudar a otros espa?oles y ucranios que quer¨ªan salir del pa¨ªs. Fern¨¢ndez trabajaba como intermediario entre empresas, por lo que tiene una amplia red de contactos que desde el terreno ha facilitado la huida de unos 50 compatriotas y de otros 400 ucranios en este ¨²ltimo mes. P¨¦rez y su familia son los ¨²ltimos a los que ha auxiliado. ¡°Eugenio est¨¢ muy fastidiado. Estaban en zona rusa. Habr¨¢n visto de todo¡±, a?ade el asturiano. Junto a otro espa?ol, el madrile?o Javier Fern¨¢ndez, tambi¨¦n consultor, pusieron en marcha la asociaci¨®n Help to Ukraine, desde la que canalizan la asistencia.
Carretera, tren y autob¨²s
El lunes, Fern¨¢ndez mand¨® un coche a Jers¨®n para rescatar a P¨¦rez y su familia, pero los combates los obligaron a dar la vuelta. ¡°Ya no aguantamos esta situaci¨®n. Esto es un infierno. Nos estamos quedando sin comida¡±, escribi¨® en un mensaje de WhatsApp P¨¦rez tras el fallido intento. El hombre asegura que ha perdido ocho kilos de peso al convivir con ¡°un nudo en el est¨®mago¡±. Pero, afortunadamente, corrieron mejor suerte un d¨ªa despu¨¦s cuando el veh¨ªculo consigui¨® por fin sortear los ataques. Llegaron a Odesa, en el sur, sobre las 14.30 del martes. Recorrieron tramos que normalmente se completan en 40 minutos en unas cuatro horas.
Una vez all¨ª, a las 21.30, tomaron un tren hacia Lviv, pr¨®xima a la linde polaca, desde donde miles de refugiados recalan antes de abandonar su pa¨ªs, y adonde ellos arribaron la ma?ana del mi¨¦rcoles. El ¨²ltimo tramo, hasta Cracovia, lo completaron en autob¨²s. En esa ciudad pasaron la noche y, el jueves, otro voluntario de Help to Ukraine los llev¨® en coche hasta Varsovia, donde les esperaba el c¨®nsul espa?ol Jos¨¦ Lozano.
La ardua huida de la familia de Eugenio P¨¦rez es la ¨²ltima salida de espa?oles que se espera por ahora. En los ¨²ltimos d¨ªas otra decena ha escapado tambi¨¦n por sus medios y con la ayuda de Help to Ukraine. Entre ellos, David L¨®pez, de 38 a?os, quien pas¨® varias jornadas en un s¨®tano en Gostomel. Y huy¨® hace unos 10 d¨ªas. ¡°Vinieron a liberarme unos militares ucranios a la casa donde estaba¡±, explica por tel¨¦fono. Lo dejaron en Kiev y luego march¨® en tren.
Seg¨²n Exteriores, han mantenido contacto constante con quienes quer¨ªan huir durante este mes y medio. La decena de nacionales que siguen en Ucrania han decidido quedarse, explica Fern¨¢ndez. La mayor¨ªa por arraigo personal, y varios tienen la doble nacionalidad. Hay algunos m¨¢s que podr¨ªan cambiar de idea. Eugenio, su hijo y su mujer viajar¨¢n a Espa?a en avi¨®n desde Varsovia tras escapar del infierno de la guerra.
Dos espa?oles ayudan al resto
Tanto Carlos como Javier han invertido m¨¢s de 15.000 euros de su propio dinero para ayudar a otros espa?oles y ucranios a trav¨¦s de Help to Ukraine a salir de Ucrania, adem¨¢s de invertir su tiempo en encontrar la forma de socorrerlos mientras siguen trabajando en sus empleos. Viajes en coche, noches de hotel o billetes de avi¨®n han sido algunos de los gastos que han tenido que sufragar para que otros compatriotas y ucranios pudieran escapar del horror de la guerra, como la familia de Eugenio P¨¦rez o David L¨®pez.
Uno de los problemas a los que se han enfrentado es la dificultad para encontrar chalecos protectores. La milicia les transmiti¨® que no pod¨ªan rescatar a m¨¢s personas sin estos chalecos para huir de los ataques y, seg¨²n su relato, ni el Ministerio de Defensa ni Exteriores se los han facilitado. Solo un soldado retirado les ha cedido uno de estos chalecos. Ahora contin¨²an preocupados por quienes siguen enfrentando el horror de los ataques, y persisten en su empe?o de auxiliar a los ucranios que quieren escapar.