Unidas Podemos, una transici¨®n borrascosa
Las tensiones internas y la incertidumbre sacuden a la coalici¨®n un a?o despu¨¦s de la retirada de Iglesias
Un a?o despu¨¦s, todo es incertidumbre en Unidas Podemos. A punto de cumplirse 12 meses desde que Pablo Iglesias se retir¨® y se?al¨® con el dedo a Yolanda D¨ªaz como sucesora, la comunicaci¨®n entre ambos es casi nula. Iglesias no se ha reprimido en lanzar cr¨ªticas veladas a la vicepresidenta segunda que han dolido mucho en el entorno de esta. Los dos se han rehuido en p¨²blico, mientras, por el contrario, D¨ªaz se mostraba muy calurosa en un...
Un a?o despu¨¦s, todo es incertidumbre en Unidas Podemos. A punto de cumplirse 12 meses desde que Pablo Iglesias se retir¨® y se?al¨® con el dedo a Yolanda D¨ªaz como sucesora, la comunicaci¨®n entre ambos es casi nula. Iglesias no se ha reprimido en lanzar cr¨ªticas veladas a la vicepresidenta segunda que han dolido mucho en el entorno de esta. Los dos se han rehuido en p¨²blico, mientras, por el contrario, D¨ªaz se mostraba muy calurosa en un reciente acto con ??igo Errej¨®n, viejo compa?ero devenido en rival.
Sobre D¨ªaz giran buena parte de las expectativas electorales de UP y en ella se concentran las inc¨®gnitas de un proyecto pol¨ªtico sin concretar. Una es especialmente conflictiva: el papel que tendr¨¢ Podemos, el origen de todo, en la plataforma ideada por la tambi¨¦n ministra de Trabajo para ensanchar su base electoral. Con D¨ªaz cada vez m¨¢s alejada de la formaci¨®n que ahora dirige Ione Belarra, las tensiones se han sucedido en los ¨²ltimos meses, agravadas por las diferentes posiciones sobre la guerra de Ucrania. Y, en medio, la voz constante de Iglesias sonando a todas horas en radio, prensa y televisi¨®n.
?Ha dejado Pablo Iglesias de hacer pol¨ªtica?
-No, claro que no. He dejado de hacer pol¨ªtica institucional.
Iglesias sostiene en conversaci¨®n con este peri¨®dico que los medios de comunicaci¨®n ¡ªe incluye expresamente a EL PA?S¡ª tambi¨¦n hacen pol¨ªtica. Y a eso se ha entregado ahora con plena dedicaci¨®n. Es raro el d¨ªa que no se escuche o lea alg¨²n an¨¢lisis suyo sobre cuestiones de actualidad. Trat¨¢ndose de Iglesias, la controversia est¨¢ garantizada.
La ¨²ltima estall¨® esta semana, durante la presentaci¨®n de sus memorias, Verdades a la cara, un acto en el que mostr¨® que sigue moviendo voluntades: decenas de militantes y curiosos se quedaron sin poder entrar. Iglesias tuvo a bien recordar que el liderazgo actual de D¨ªaz ¡°existe¡± gracias a los dirigentes de Podemos que pelearon por convertirlo en un partido de Gobierno. ¡°Los liderazgos los decide, afortunadamente, la gente¡±, le respondi¨® al d¨ªa siguiente la pol¨ªtica gallega. Ni la vicepresidenta estuvo en aquel acto ni Iglesias dos d¨ªas despu¨¦s en la presentaci¨®n de una biograf¨ªa de D¨ªaz, a la que s¨ª asisti¨® una nutrida representaci¨®n de Podemos. Hasta que este viernes coincidieron en un acto del diario La Vanguardia en Barcelona, no se hab¨ªan hablado desde noviembre, despu¨¦s de la crisis por la retirada del esca?o a Alberto Rodr¨ªguez, cuando el anuncio de Podemos ¡ªluego rectificado¡ª de una querella contra la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, enfureci¨® a la ministra de Trabajo. En estos meses, Iglesias no ha dudado en criticar que D¨ªaz apoyara el env¨ªo de armas a Ucrania o deslizar la idea, tras el batacazo electoral en Castilla y Le¨®n ¡ªuna campa?a en la que ella apenas particip¨®¡ª de que ¡°no basta¡± con un liderazgo fuerte y reivindicar el papel de los partidos, justo lo que la vicepresidenta pone en segundo plano.
Iglesias concede que su espacio pol¨ªtico se tiene que abrir: ¡°Podemos es condici¨®n de posibilidad de que la izquierda pueda avanzar posiciones de Gobierno, en el ¨¢mbito de lo social y en la lucha cultural, pero caminando con otros sujetos y seguramente con un rol que no puede ser igual al que tuvo¡±. Y a continuaci¨®n dispara: ¡°Hay una voluntad inequ¨ªvoca de la progres¨ªa medi¨¢tica de que Podemos desaparezca y para eso se va a escribir un relato de que hay un enfrentamiento entre Podemos y Yolanda¡±. Frente a eso, promete que el partido que ¨¦l fund¨® ¡°va a ser enormemente leal con la candidata y con el conjunto del espacio¡±.
Hay algunas voces que aseguran que el exvicepresidente sigue influyendo en Podemos e incluso marca la l¨ªnea argumental. Cuando en plena pol¨¦mica por el env¨ªo de armas a la resistencia ucrania, Belarra atac¨® a los ¡°partidos de la guerra¡±, muchos interpretaron que alud¨ªa al PSOE con la misma expresi¨®n que hab¨ªa utilizado antes Iglesias en sus comentarios. Aquella crisis hizo patente la divisi¨®n interna. Por un lado, D¨ªaz y los titulares de Consumo, Alberto Garz¨®n, y Universidades, Joan Subirats, apoyaron la decisi¨®n de Pedro S¨¢nchez. Irene Montero y Belarra, las dos ministras de Podemos, la rechazaron. Garz¨®n, tambi¨¦n coordinador general de IU, que en los ¨²ltimos meses se ha acercado a la vicepresidenta enterrando disensiones pasadas, lleg¨® a escribir un art¨ªculo en el que advert¨ªa del peligro de que D¨ªaz decidiese apartarse, sometida a una ¡°asfixia por parte de las fuerzas pol¨ªticas¡± de UP.
El n¨²cleo central de Podemos desmiente que Iglesias siga teniendo ning¨²n mando e incluso tilda esos comentarios de un tanto machistas. El portavoz del grupo parlamentario, Pablo Echenique, defiende el trabajo del equipo de Belarra que, seg¨²n ¨¦l, ha logrado una ¡°revitalizaci¨®n de la militancia perceptible¡±. Pero reconoce que la figura del ex secretario general es ¡°dif¨ªcil de sustituir¡±.
Iglesias repite que no volver¨ªa a la pol¨ªtica institucional ¡°ni en la peor pesadilla¡±. En su entorno cuentan que disfruta de la vuelta a una vida de normalidad, que le dedica todo el tiempo que puede a sus hijos, ha retomado la lectura y ha vuelto a practicar deporte. Pero su gran dedicaci¨®n son los medios. De lunes a jueves conduce La Base, un podcast de una hora de duraci¨®n, y adem¨¢s participa en varias tertulias ¡ªRac1 y Cadena SER, entre otras¡ª, y escribe art¨ªculos en Ctxt, Gara y Ara.
¡°Podemos antes era un partido sometido a su hiperliderazgo y ahora es un partido sometido a la sombra de su hiperliderazgo¡±, considera el profesor de Pol¨ªticas de la Universidad de Santiago Ant¨®n Losada. ¡°Todav¨ªa hay much¨ªsima gente que para conocer la posici¨®n de Podemos sobre algo consulta lo que diga Iglesias y no los actuales responsables¡±. En su opini¨®n, es muy dif¨ªcil que as¨ª pueda asentarse la nueva direcci¨®n, porque ¡°para que un liderazgo se consolide, el otro tiene que retirarse¡±. Lo mismo cree la analista pol¨ªtica Estefan¨ªa Molina, para quien el mayor cambio dentro del partido se produjo antes ya de la marcha del exvicepresidente y fue su conversi¨®n de una fuerza transversal a otra ¡°mucho m¨¢s cercana a la base electoral y a los postulados de IU¡±. La autora de El berrinche pol¨ªtico considera que la p¨¦rdida progresiva de muchas de las confluencias territoriales (las mareas en Galicia, los anticapitalistas de Teresa Rodr¨ªguez en Andaluc¨ªa o Comprom¨ªs en Valencia) es otro de los cambios que culmina con la salida de Iglesias. Su retirada es el colof¨®n a una etapa con otro punto de inflexi¨®n, la entrada en el Gobierno, que ¡°hace que Podemos acabe de perder aquel toque subversivo que cuesta mantener despu¨¦s de tantos a?os¡±, se?ala Molina, para quien la formaci¨®n ¡°est¨¢ muy deshecha¡± desde el punto de vista org¨¢nico.
Una de las voces m¨¢s cr¨ªticas dentro de Podemos, la de la vicepresidenta tercera del Congreso, Gloria Elizo, ahonda: ¡°El peque?o n¨²cleo org¨¢nico que agota el ¨¢mbito de decisi¨®n en UP a¨²n sigue absorto en que Iglesias supere el duelo y deje de arrastrar a todo el mundo en la b¨²squeda de culpables. Sin analizar las causas de ese fracaso, sin comprender el aut¨¦ntico peso de los problemas internos en su deriva pol¨ªtica, sin expectativas de articular Podemos como espacio pol¨ªtico de futuro es imposible estar a la altura de los tiempos¡±. Frente a eso, Elizo reivindica ¡°liderazgos inclusivos, en un espacio abierto de izquierda, progresista, generoso e inteligente¡± que identifica con el proyecto de D¨ªaz.
Queda por delante un complicado proceso para concretar hasta d¨®nde llegar¨¢ la plataforma de D¨ªaz, un proyecto por ahora en pausa y que genera no pocas incertidumbres. ¡°Estamos en ese comp¨¢s de espera¡±, reconoce Echenique. ¡°Soy incapaz de predecir c¨®mo va a ser esa nueva configuraci¨®n en t¨¦rminos de protagonismo, m¨¢s all¨¢ de que creo que las fuerzas pol¨ªticas van a tener un papel importante¡±, vaticina preguntado por el peso de la suya. ¡°La hoja de ruta est¨¢ por construir y la primera parada ser¨¢ Andaluc¨ªa¡±, advierte otra fuente. ¡°All¨ª nos jugamos mucho¡±, a?ade. Los partidos negocian una candidatura conjunta para las auton¨®micas que podr¨ªa incluir a M¨¢s Pa¨ªs, aunque, de momento, el acuerdo parece lejano.
?Debe estar Errej¨®n en ese proyecto con la vista puesta en las generales? ¡°S¨ª, ser¨ªa saludable un espacio de encuentro con M¨¢s Pa¨ªs y que eso eventualmente pudiera traducirse en colaboraci¨®n tambi¨¦n en el ¨¢mbito de lo electoral¡±, responde Iglesias. ¡°Y qui¨¦n est¨¦ por M¨¢s Pa¨ªs lo decidir¨¢ M¨¢s Pa¨ªs¡±. Ser¨¢ una definici¨®n costosa, que mantiene expectante a todas las partes implicadas. Hasta la fecha, la vicepresidenta ha dejado claro que desea conferir el protagonismo del proyecto a los ciudadanos. Una premisa que puede alterar los equilibrios actuales y anticipar nuevas fricciones.