El conflicto en Ucrania profundiza la divisi¨®n entre Podemos y Yolanda D¨ªaz
La relaci¨®n entre la vicepresidenta segunda y el partido de Belarra se ha ido erosionando. El papel de la formaci¨®n en su futura plataforma est¨¢ a¨²n por definir
La respuesta del Gobierno al conflicto de Ucrania ha visibilizado esta semana las grietas dentro de Unidas Podemos. El anuncio del presidente Pedro S¨¢nchez, el mi¨¦rcoles en el Congreso, del env¨ªo de armas a la resistencia ucrania al margen del mecanismo europeo, un tema especialmente sensible para la izquierda, provoc¨® una cascada de reacciones del socio minoritario de la coalici¨®n. Estas cr¨ªticas evidencian las tensiones dentro del grupo desde hace meses, y generan dudas sobre el encaje de Podemos en el futuro proyecto pol¨ªtico de la vicepresidenta Yolanda D¨ªaz. En pocas semanas, la titular de Trabajo cumplir¨¢ un a?o en el cargo, un liderazgo que le traspas¨® de manera abrupta Pablo Iglesias. Su estilo de ejercer la direcci¨®n, alejado de las formas airadas del partido, y la disparidad de criterios en algunas cuestiones como el anuncio de la querella contra la presidenta del Congreso por despojar del esca?o al exdiputado Alberto Rodr¨ªguez, han erosionado esa relaci¨®n.
Pocos minutos despu¨¦s de que el mandatario terminara su discurso, y cuando apenas la oposici¨®n comenzaba a fijar postura, la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, visiblemente molesta por el giro de S¨¢nchez, se desmarcaba: ¡°Contribuir a la escalada b¨¦lica no va a resolver antes el conflicto¡±. Mientras Pablo Echenique, portavoz parlamentario de UP, calificaba de ¡°error¡± el env¨ªo de armamento, D¨ªaz cerraba filas con el sector socialista del Gobierno: ¡°El presidente tiene todo nuestro apoyo, son decisiones dif¨ªciles, est¨¢bamos todos informados¡±. Una discrepancia que se agudiz¨® el jueves, cuando la pol¨ªtica gallega advirti¨® en televisi¨®n de que el Gobierno ¡°habla con una ¨²nica voz, que explicita el presidente¡± y Belarra replicaba: ¡°Estoy muy orgullosa de que Podemos sea un ejemplo ¨¦tico de resistencia a la presi¨®n medi¨¢tica¡±.
La convivencia se ha ido tensando con los meses. D¨ªaz ha repetido multitud de veces que no quer¨ªa ser vicepresidenta, ni que tampoco desea ejercer como candidata. Las dudas sobre este segundo encargo se mantienen, aunque la ministra s¨ª est¨¢ decidida a iniciar entre abril y mayo una gira por Espa?a para conformar una plataforma pol¨ªtica que pueda concurrir a las pr¨®ximas generales. D¨ªaz explic¨® su prop¨®sito a Iglesias durante una cena antes del verano y UP acab¨® asumiendo las l¨ªneas maestras de un proyecto que pasa por ensanchar el espacio de la izquierda. Sin embargo, hasta ahora, ninguna formaci¨®n sabe qu¨¦ papel tendr¨¢ en ¨¦l. La vicepresidenta se ha ido desligando de los partidos con un discurso que en ocasiones ha generado malestar en la direcci¨®n de Belarra, a pesar de que en p¨²blico siguen respald¨¢ndola. ¡°A Yolanda hay que dejarla trabajar y desplegar sus ideas (¡) tiene que tener capacidad y confianza por nuestra parte para desarrollar su proyecto incluso aunque eso implique distanciarse¡±, defendi¨® la n¨²mero dos de la formaci¨®n, Irene Montero, el viernes en 20 Minutos.
Si en una entrevista en diciembre, la vicepresidenta recalcaba que los partidos eran percibidos como un ¡°obst¨¢culo¡± por la ciudadan¨ªa, unos d¨ªas m¨¢s tarde, la responsable de Igualdad reivindicaba el ¡°orgullo de militancia¡± ante los suyos. ¡°Cualquiera que lea un poquito de la historia de nuestro pa¨ªs y de la historia de la humanidad se da cuenta de que ning¨²n derecho lo hemos conseguido solos. Todas las conquistas sociales han sido siempre una tarea colectiva¡±, apuntaba.
La vicepresidenta nunca ha militado en Podemos ¡ªs¨ª en Izquierda Unida y a¨²n conserva el carn¨¦ del PCE¡ª por lo que su ¨²nico v¨ªnculo con la formaci¨®n era Iglesias. La amistad entre ambos desde 2001 se ha ido debilitando estos meses en paralelo a la relaci¨®n con Podemos.
La querella anunciada contra la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, despu¨¦s de que el pasado octubre esta decidiera retirar el acta de diputado a Alberto Rodr¨ªguez, condenado por el Supremo, representa un momento clave en el distanciamiento entre las dos partes. UP comunic¨® que emprender¨ªa una acci¨®n legal contra Meritxell Batet, y enseguida D¨ªaz, el ministro Alberto Garz¨®n ¡ªcon quien ha estrechado lazos ¨²ltimamente despu¨¦s de haber tenido diferencias en el pasado¡ª y los comunes ¡ªuno de sus principales apoyos dentro del grupo¡ª se desmarcaron tras una fuerte discusi¨®n interna.
En noviembre, la vicepresidenta escenificaba en un acto en Valencia la unidad con otras mujeres l¨ªderes de la izquierda: la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; la dirigente de Comprom¨ªs, M¨®nica Oltra; y la portavoz de M¨¢s Madrid en la Asamblea regional, M¨®nica Garc¨ªa, el partido fundado por ??igo Errej¨®n, con quien la relaci¨®n de los dirigentes de Podemos es a¨²n compleja y cuyos contactos con D¨ªaz generan recelos. En el acto no participaron ni Belarra ni Montero y la direcci¨®n tard¨® 48 horas en respaldarlo.
A las reticencias de la ministra de Trabajo para asumir el liderazgo de Unidas Podemos ¡ªalgunas fuentes critican que no se implique apenas en la vida org¨¢nica¡ª se suma una forma de hacer pol¨ªtica que ella no comparte. Son pocas las veces que la vicepresidenta alza la voz para se?alar en p¨²blico las diferencias con el PSOE, algo que s¨ª practica Podemos. No lo hizo cuando hab¨ªa dificultades para sacar adelante la ley de vivienda, y ech¨® balones fuera al plantear UP en febrero una reforma fiscal propia que fue calificada por la titular de Hacienda, Mar¨ªa Jes¨²s Montero, de ¡°inoportuna¡±. Este mismo s¨¢bado pidi¨® en redes un ¡°gran acuerdo de pa¨ªs¡± para proteger a los ciudadanos y el tejido empresarial ante la crisis provocada por el conflicto en Ucrania, que en su opini¨®n pasa por que ¡°quienes m¨¢s tienen, m¨¢s deben aportar¡±, tan solo un d¨ªa despu¨¦s de que Belarra exigiera una reforma fiscal ¡°de emergencia¡±. D¨ªaz y la formaci¨®n s¨ª cooperaron al escenificar el conflicto con el Ministerio de Econom¨ªa sobre qui¨¦n iba a liderar las negociaciones para la reforma laboral, una competencia de Trabajo, y para lo que pact¨® la estrategia con la titular de Derechos Sociales, que abri¨® fuego en las redes sociales; o tambi¨¦n en el apoyo a Alberto Garz¨®n cuando S¨¢nchez lo desautoriz¨® en la pol¨¦mica por sus declaraciones sobre las macrogranjas.
El tibio respaldo de Podemos a D¨ªaz durante las negociaciones de la reforma laboral en el Congreso mostr¨® otro distanciamiento. Al d¨ªa siguiente de que el portavoz de ERC, Gabriel Rufi¨¢n, afirmara que su grupo no negociaba ¡°proyectos personales¡±, el republicano difund¨ªa una entrevista suya con la ministra de Igualdad que pon¨ªa en evidencia la complicidad entre ambos. La ma?ana del debate y cuando D¨ªaz no hab¨ªa terminado su intervenci¨®n, Belarra y Montero se ausentaron del pleno para acudir a un acto del ministerio. Esa soledad de D¨ªaz la jornada en la que se aprobaba una de las normas m¨¢s importantes de la legislatura fue la misma que debi¨® sentir Unidas Podemos al enfrentarse a la campa?a en Castilla y Le¨®n, de la que la vicepresidenta se desvincul¨® casi por completo, con una ¨²nica participaci¨®n a tres d¨ªas de los comicios. Tras los malos resultados, llam¨® a una ¡°reflexi¨®n profunda¡± y algunas voces en Podemos, incluyendo al propio Iglesias, deslizaron la idea de que no ser¨ªa ¡°suficiente¡± solo con un liderazgo fuerte como el de D¨ªaz.
Por aquellos d¨ªas se escenific¨® otra discrepancia en UP, al mostrarse la pol¨ªtica gallega partidaria de un ¡°cord¨®n democr¨¢tico¡± a Vox en Castilla y Le¨®n que el partido hab¨ªa rechazado de plano. La guerra de Ucrania representa el ¨²ltimo cap¨ªtulo en la serie de desencuentros p¨²blicos. Tanto D¨ªaz, como Podemos han minimizado las diferencias, pero ni la formaci¨®n ni el entorno de la vicepresidenta confirman que las ministras hayan hablado desde el mi¨¦rcoles, as¨ª como tampoco llegaron al pleno con una postura com¨²n. ¡°A ver si se entera Belarra (que no ha sido comunista en su vida, pero parece m¨¢s comunista que los ministros comunistas) de que lo de Ucrania no tiene nada que ver con el control de los recursos gas¨ªsticos que se disputan Rusia y los EE UU¡±, ironizaba Iglesias muy duro con D¨ªaz ¡ªcon quien ya no habla¡ª y Garz¨®n este jueves en la revista Ctxt.
Con todo, Podemos ten¨ªa pensado abordar la crisis en Ucrania en una reuni¨®n del Consejo Ciudadano Estatal, su m¨¢ximo ¨®rgano de direcci¨®n, el pr¨®ximo viernes. El mi¨¦rcoles, cuando el presidente finaliz¨® su intervenci¨®n, ese debate no estaba zanjado y la bancada de UP se dividi¨®. Algunos se levantaron a aplaudir, como la propia D¨ªaz, Garz¨®n y los parlamentarios Jaume Asens, Ant¨®n G¨®mez Reino, Txema Guijarro o Juan Antonio Delgado; mientras Belarra y Montero lo hac¨ªan sentados y el l¨ªder del PCE, Enrique Santiago, permanec¨ªa inm¨®vil.
Podemos ha alejado el fantasma de la ruptura de Gobierno, pero queda por ver si la crisis de esta semana supone un punto de inflexi¨®n en las relaciones dentro del espacio. Con el paso de los meses, el crecimiento de D¨ªaz, que se sit¨²a como la l¨ªder pol¨ªtica mejor valorada, corre el riesgo de tocar techo. El partido de Belarra es consciente de que ella es hoy su mejor baza para frenar el declive electoral de los ¨²ltimos a?os, y la vicepresidenta necesita a las formaciones para sostener un futuro proyecto. Pero para eso deber¨¢ decidirse a dar el paso, y la ministra de Trabajo ya lo advirti¨® hace meses. ¡°S¨ª hay ruido, es probable que me vaya¡±.
Un debate dif¨ªcil en la izquierda
Unidas Podemos ha afrontado dividida el giro del presidente Sánchez sobre el envío de armas a Ucrania. Estas son las posturas defendidas por cada una de las formaciones que componen el espacio:
Podemos. El partido rechaza la entrega de armamento de manera bilateral, que considera “ineficaz” para alterar la correlación de fuerzas, apuesta por la diplomacia, el diálogo y la desescalada del conflicto en sintonía con la resolución de Naciones Unidas.
Izquierda Unida. A pesar de que el ministro Garzón se ha alineado con Díaz en el apoyo a Sánchez, la portavoz de la dirección federal, Sira Rego, señaló el jueves que “el envío de armas no es parte de la solución, sino del problema". “En Izquierda Unida siempre hemos estado en contra de la guerra y apostamos por la desescalada, las vías diplomáticas y la paz. Más aún ante un posible conflicto nuclear”, añadía. IU apoyó la semana pasada una marcha contra la OTAN, y en un comunicado emitido apenas unas horas después del ataque ruso pedía su “disolución”, además de cuestionar los efectos de las sanciones económicas. En el mismo sentido se expresó el viernes el secretario general del PCE, Enrique Santiago, para quien enviar armas “no sirve para nada y puede dificultar una salida diplomática urgente”.
En Comú Podem. Su portavoz en el Congreso, Jaume Asens, aclara que la posición del grupo no es “categórica”, sino “un sí con muchas dudas” en un asunto sobre el que hay debate interno. La formación ha señalado estos días que es “legítimo” que Ucrania se defienda y que la comunidad internacional acuda en su ayuda, aunque reconoce la polémica respecto a la utilidad o no de enviar armas. La formación no rechaza las sanciones económicas, aunque sí la censura a los medios de comunicación, al igual que Podemos.
Alianza Verde. El partido ecologista opina que el envío de armas a Ucrania “no es eficaz” para la resolución del problema. Como verdes, creen urgente instar a la prohibición internacional de cualquier tipo de armamento y señalan que romper con la dependencia del gas y del uranio ruso debe ser un objetivo prioritario “entre otras cosas para dejar de financiar el régimen de Putin”, informan fuentes de la dirección. Piden "acelerar y profundizar” la transición energética hacia un modelo basado al 100% en las energías renovables.
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