Las inc¨®gnitas de la muerte esposado de Koussai en un centro de menores: supuestas cardiopat¨ªas por comprobar y una contenci¨®n desmedida

La ¨²ltima vez que Moez Dhouaifi vio a Koussai vivo fue en 2017, en su T¨²nez natal. Despu¨¦s, el chaval se col¨® en un barco hacia Italia e inici¨® una odisea vital, que relataba a sus padres por videollamada y que ha terminado a sus 17 a?os en un arc¨®n congelador del instituto de medicina legal de Valladolid. La c¨¢mara se abre y el progenitor, tras visionar los rasgos helados del chico y los ojos cerrados con escarcha en los p¨¢rpados, esconde el rostro e...

La ¨²ltima vez que Moez Dhouaifi vio a Koussai vivo fue en 2017, en su T¨²nez natal. Despu¨¦s, el chaval se col¨® en un barco hacia Italia e inici¨® una odisea vital, que relataba a sus padres por videollamada y que ha terminado a sus 17 a?os en un arc¨®n congelador del instituto de medicina legal de Valladolid. La c¨¢mara se abre y el progenitor, tras visionar los rasgos helados del chico y los ojos cerrados con escarcha en los p¨¢rpados, esconde el rostro entre las manos, llora sin consuelo y abandona abatido la sala. El cuerpo permanecer¨¢ all¨ª mientras se resuelve un caso que comenz¨® en marzo en el centro de menores Zambrana, donde viv¨ªa Koussai hasta que, tras un episodio violento, fue reducido por los guardias de seguridad. Estos lo sometieron boca abajo, una posici¨®n no recomendada por riesgo de asfixia, y lo esposaron. Entonces perdi¨® el sentido y su coraz¨®n se par¨®. La jueza los ha citado como investigados, junto a los tres monitores que presenciaron los hechos, para aclarar lo acontecido. La Junta de Castilla y Le¨®n, que gestiona el centro, apunt¨® al principio a una cardiopat¨ªa que explicar¨ªa el fallo mortal, pero la autopsia no revela ninguna dolencia previa. El padre, que ha solicitado un visado para reencontrarse con su hijo, pide saber qu¨¦ caus¨® la muerte mientras su madre espera, desolada, en T¨²nez.

El hombre, de 45 a?os, ha viajado a Espa?a ayudado por el consulado. Han pasado casi tres meses desde aquel 3 de marzo en el que Koussai, que llevaba en Espa?a desde noviembre y que ingres¨® en enero en el Zambrana, se alter¨® ¡ªalgo muy frecuente¡ª y los educadores llamaron a los empleados de seguridad. El informe de la autopsia remitido al juzgado, y al que ha tenido acceso EL PA?S, recoge que aplicaron a las 21.13 una ¡°contenci¨®n f¨ªsica¡± y a las 21.32 una ¡°contenci¨®n mec¨¢nica¡± que supone esposar al usuario. Pero tal y como admiten fuentes del centro, lo hicieron con ¨¦l boca abajo, una pr¨¢ctica que entra?a riesgo de asfixia y que los organismos internacionales reprueban. Tras 14 minutos de retenci¨®n, el personal aprecia ¡°que deja de ejercer resistencia y no responde¡±; a las 22.01 avisaron a los m¨¦dicos, que llegaron 11 minutos despu¨¦s. Estos intentaron reanimarlo y se encontraron al intubarlo con ¡°moco y sangre en v¨ªas a¨¦reas¡±. Las maniobras finalizaron a las 22.50: Koussai hab¨ªa muerto. Comenzaba un proceso investigado por una jueza de instrucci¨®n de Valladolid y el Defensor del Pueblo.

La Consejer¨ªa de Familia reitera que la contenci¨®n fue ¡°correcta¡±, algo que deber¨¢ acreditarse en sede judicial y que desmienten fuentes conocedoras de aquella intervenci¨®n. Los detalles que aportan informadores del Zambrana, la autopsia y los an¨¢lisis sanitarios difieren de lo argumentado inicialmente por la consejer¨ªa, que apunt¨® a una cardiopat¨ªa y que ahora se ci?e a la autopsia. Esa supuesta patolog¨ªa consist¨ªa en que el coraz¨®n de Koussai era muy grande, factor que puede propiciar fallos card¨ªacos. La autopsia trata al chico como si tuviera 14 a?os, la edad que dijo tener en el centro, pero en su documentaci¨®n tunecina consta que iba a cumplir 18, algo que la Fiscal¨ªa de menores tambi¨¦n conoc¨ªa. El informe del Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa y Ciencias Forenses constata que el coraz¨®n pesaba 342 gramos y que el ¡°peso m¨¢ximo normal¡± para alguien de su estatura (1,6 metros) y peso (55 kilos) ser¨ªan 386 gramos, lo cual niega ese supuesto tama?o card¨ªaco excesivo. El an¨¢lisis destaca que ese coraz¨®n no ten¨ªa ¡°alteraciones significativas¡± y que ¡°no se han encontrado hallazgos patol¨®gicos que expliquen la muerte sin que pueda descartarse la existencia de alguna canalopat¨ªa que cursan con coraz¨®n estructuralmente normal y producir muerte s¨²bita¡±. Un complejo estudio de enfermedades gen¨¦ticas, a¨²n por resolver, plasmar¨¢ si hay causas cong¨¦nitas en el fallecimiento o si en el Zambrana se propasaron con ¨¦l, que hab¨ªa sido contenido f¨ªsicamente m¨¢s veces por su supuesta rebeld¨ªa.

Moez Dhouaifi, vehemente, se se?ala el pecho y se ofrece para cualquier muestra que revele posibles cardiopat¨ªas hereditarias. Un compatriota suyo en Valladolid traduce su ¨¢rabe al franc¨¦s para poder entender el relato de un clan roto por perder al primog¨¦nito. Tras Koussai hay otros cuatro hermanos, de entre dos y 15 a?os. Ya han recibido la foto que su padre, tras coger aire y sin parar de rezar, le hizo a ese cuerpo r¨ªgido para que sus parientes cierren esa parte del duelo.

El tunecino narra c¨®mo el chaval estaba un d¨ªa, con 12 a?os, ¡°jugando al f¨²tbol junto al puerto¡± y ¡°para cumplir el sue?o europeo¡±, se col¨® en un barco que lo dej¨® en Italia, donde fue atendido y comenz¨® a moverse por Europa buscando fortuna. Pas¨® por Alemania y fue operado en Suiza de apendicitis antes de trasladarse a Espa?a, donde un amigo le recomend¨® ir porque ¡°estar¨ªa mejor y era m¨¢s r¨¢pido conseguir los papeles¡±. El padre defiende al muchacho, pero cree que las malas compa?¨ªas perjudicaron al menor, que en el Zambrana y en centros previos donde fue alojado protagoniz¨® altercados. El informe forense recoge que fumaba mucho, beb¨ªa bastante alcohol y abusaba de diversas drogas. Fuentes de la fiscal¨ªa de menores destacan que el joven consum¨ªa t¨®xicos regularmente y la Consejer¨ªa de Familia sostiene que el d¨ªa de los hechos hab¨ªa tomado drogas, aunque el an¨¢lisis qu¨ªmico-toxicol¨®gico que ha revisado EL PA?S expone que en el cuerpo no dieron con ning¨²n t¨®xico compatible con ese supuesto consumo reciente m¨¢s all¨¢ de amiodarona, una sustancia empleada en los intentos de reanimaci¨®n. Los pulmones, seg¨²n la autopsia, acusaban tabaquismo, pero los dem¨¢s ¨®rganos estudiados no revelan nada m¨¢s.

Moez asume los tiempos de la justicia y ha viajado hasta Francia buscando ayuda en comunidades tunecinas tras unos d¨ªas en Valladolid exprimiendo sus ahorros, pues lleva sin trabajar como transportista desde que empez¨® la pandemia. El hombre vendi¨® unos terrenos en T¨²nez para costearse el vuelo y unos d¨ªas de estancia y lamenta que su ¡°destrozada¡± esposa, Hayet, que no ha obtenido visado, no pueda ver a su hijo, que llevaba el nombre materno tatuado en el brazo. Ambos ¡°lloraron d¨ªa y noche¡± al recibir la noticia. Ahora aspiran a enterrar a Koussai en su patria, pero aceptan que quiz¨¢ deban darle sepultura por el rito musulm¨¢n en suelo castellano.