Vox trata de resistir el empuje de un PP en ascenso
Olona busca retener el voto de los casi 900.000 andaluces que apoyaron a su partido en las ¨²ltimas generales
Casi cuatro a?os despu¨¦s de su inesperado ¨¦xito electoral en Andaluc¨ªa ¨D12 diputados auton¨®micos y el 10,1% de los votos¡ª que le catapult¨® a la primera l¨ªnea de la pol¨ªtica espa?ola, Vox se la vuelve a jugar en el mismo escenario. En este tiempo ha entrado en las instituciones ¨DCongreso y Senado, entes locales y parlamentos aut¨®nomos¨D y se ha consolidado como la tercera fuerza pol¨ªtica nacional. En abril entr¨® a formar parte por primera vez de un Gobierno regional, el de Castilla y Le¨®n.
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Casi cuatro a?os despu¨¦s de su inesperado ¨¦xito electoral en Andaluc¨ªa ¨D12 diputados auton¨®micos y el 10,1% de los votos¡ª que le catapult¨® a la primera l¨ªnea de la pol¨ªtica espa?ola, Vox se la vuelve a jugar en el mismo escenario. En este tiempo ha entrado en las instituciones ¨DCongreso y Senado, entes locales y parlamentos aut¨®nomos¨D y se ha consolidado como la tercera fuerza pol¨ªtica nacional. En abril entr¨® a formar parte por primera vez de un Gobierno regional, el de Castilla y Le¨®n.
Sin embargo, Vox se enfrenta el 19-J a la cita con las urnas sin el combustible que aliment¨® su ascenso mete¨®rico: el ¨®rdago independentista. Aunque en ocasiones se reaviven sus rescoldos, el incendio catal¨¢n est¨¢ en este momento perimetrado y controlado, y ya no polariza a la sociedad.
Pero el mayor cambio en el escenario pol¨ªtico es el vuelco en la situaci¨®n del PP. Vox irrumpi¨® en 2018 en un momento en el que Rajoy acababa de ser descabalgado de La Moncloa y la derecha estaba desorientada. Pablo Casado nunca logr¨® consolidarse como alternativa de Gobierno, y la llegada de Alberto N¨²?ez Feij¨®o a la presidencia del PP, con su talante templado, pareci¨® dejar m¨¢s hueco al partido ultra. Sin embargo, las expectativas de triunfo que ha levantado el nuevo l¨ªder popular act¨²an como un im¨¢n en el electorado de Vox, que en gran medida sigue funcionando como vaso comunicante con el del PP.
Para hacer frente a este reto, Abascal ha recurrido a una de sus figuras m¨¢s conocidas, Macarena Olona, en vez de fiarlo todo a la marca del partido como hizo en Castilla y Le¨®n. Sin relaci¨®n alguna con la comunidad que aspira a presidir, Olona se ha rodeado de la imaginer¨ªa folcl¨®rica que se asocia con Andaluc¨ªa al norte de Despe?aperros: se ha vestido de gitana y su rostro en los carteles electorales evoca a la morena de Julio Romero de Torres, la de los antiguos billetes de 100 pesetas y la copla de Manolo Escobar. No ha logrado acallar con ello la pol¨¦mica por su empadronamiento irregular en Salobre?a (Granada) y su renuncia en diferido (pospuesta hasta que se constituya el Parlamento andaluz) al esca?o en el Congreso.
Pese a ello, Jos¨¦ Pablo Ferr¨¢ndiz, director de Opini¨®n P¨²blica de IPSOS, cree que Vox est¨¢ consolidando sus posiciones frente a un candidato del PP, Juan Manuel Moreno Bonilla, que ha optado por el ¡°tono bajo¡± e intenta ¡°pasar de puntillas¡± por la campa?a. Considera que Olona sac¨® ventaja del primer debate electoral y, como novedad, subraya el gran n¨²mero de menores de 25 a?os que expresan su intenci¨®n de votar a Vox.
El sector que se le sigue resistiendo es el femenino. Todos los estudios demosc¨®picos constatan que el electorado del partido ultra es el m¨¢s masculinizado, en una proporci¨®n de 60-40. Olona ha hecho bandera de un discurso antifeminista, arremetiendo contra las cuotas, que asegura degradan a las mujeres (aunque ella ha sido designada a dedo por Abascal y no ha dado ning¨²n mitin sin ¨¦l), y contra las leyes que intentan combatir la violencia machista, que seg¨²n Vox discriminan a los hombres.
El otro eje de su campa?a ha sido el rechazo a la inmigraci¨®n. El vicepresidente del partido, Jorge Buxad¨¦, ha acusado de ¡°z¨¢nganos y polizones¡± a los vecinos de un poblado chabolista en Campohermoso (Almer¨ªa), personas que, afirm¨® Buxad¨¦, ¡°viven del cuento, enganchados a la luz el¨¦ctrica¡±, aunque lo hagan, reconoci¨®, ¡°sin agua, en condiciones deplorables¡±. Vox ha incluido por vez primera en su programa la ¡°preferencia nacional¡± en las ayudas sociales (es decir, la prioridad de los espa?oles a la hora de recibir ayudas al alquiler o becas de comedor frente a inmigrantes regulares o ciudadanos comunitarios), lo que vulnera los tratados de la UE. Salvo en ciertas zonas, como el poniente almeriense, la inmigraci¨®n no forma parte de las preocupaciones de los andaluces, pero s¨ª de la mayor¨ªa de los votantes de Vox, seg¨²n un estudio de 40dB.
Aunque los ejes de su campa?a parezcan marginales (Olona apenas habla de sanidad o educaci¨®n), el objetivo de Vox no es tanto captar a nuevos votantes como retener a quienes ya le han votado. No en las anteriores auton¨®micas, sino en las generales de noviembre de 2019, cuando recibi¨® el apoyo de casi 900.000 andaluces, el 20,61% del total. Vox logr¨® en Castilla y Le¨®n trasvasar a las auton¨®micas los m¨¢s de 200.000 votos que hab¨ªa obtenido en esa comunidad en las legislativas. Si repite la operaci¨®n en Andaluc¨ªa, habr¨¢ resistido el efecto Feij¨®o. Otra cosa ser¨¢ si salen las cuentas para exigir a Juan Manuel Moreno (de resultar este vencedor, como auguran todas las encuestas) que lo meta en su Gobierno.