Destierros forzosos tras un crimen
La comunidad gitana pide cambios en los protocolos y mayor protecci¨®n por parte de las administraciones para evitar casos como los de Peal de Becerro e ?llora
No se hab¨ªa cumplido ni un mes desde los altercados del pasado mes de julio en Peal de Becerro (Ja¨¦n) por el asesinato de ?lvaro cuando, el pasado martes, una turba de ciudadanos de ?llora (Granada) sigui¨® los mismos pasos de los habitantes de la localidad jiennense. Enfurecidos, arremetieron contra las distintas casas en las que resid¨ªa la familia del presunto culpable de la muerte de Juan Trujillos, de 19 a?os, durante una pe...
No se hab¨ªa cumplido ni un mes desde los altercados del pasado mes de julio en Peal de Becerro (Ja¨¦n) por el asesinato de ?lvaro cuando, el pasado martes, una turba de ciudadanos de ?llora (Granada) sigui¨® los mismos pasos de los habitantes de la localidad jiennense. Enfurecidos, arremetieron contra las distintas casas en las que resid¨ªa la familia del presunto culpable de la muerte de Juan Trujillos, de 19 a?os, durante una pelea en las fiestas del pueblo. A pesar de que el supuesto autor, de etnia gitana, se entreg¨® a la polic¨ªa, sus padres, hermanos, abuelos, t¨ªos y primos ¡ª15 de ellos menores¡ª se vieron obligados a huir el pueblo y abandonar sus hogares sin apenas tiempo para recoger sus pertenencias. Pero no son casos aislados. Sara Gim¨¦nez, presidenta del Secretariado Gitano, se?ala un patr¨®n en las agresiones a esta comunidad ¡ªque suma alrededor de 800.000 personas en Espa?a¡ª, y reclama un protocolo ¨²nico del Ministerio del Interior para frenarlas: ¡°No son hechos puntuales, de modo que se necesita un plan de prevenci¨®n espec¨ªfico. Cuando el presunto autor de un delito es una persona gitana, sabemos que se producen repulsas de este tipo¡±.
Los dos altercados racistas de este verano han obligado a gran parte de la poblaci¨®n gitana a abandonar el municipio. Muchas de ellas no ten¨ªan relaci¨®n siquiera con la familia del presunto autor de los hechos. En Peal de Becerro, siete familias han abandonado sus casas por miedo a las represalias de sus vecinos. Aun as¨ª, las amenazas contin¨²an: ¡°Reciben audios de WhatsApp en los que se les dice que van a ir a por ellos¡±, cuenta Mari Carmen Cort¨¦s, coordinadora del servicio de asistencia a v¨ªctimas de discriminaci¨®n racial o ¨¦tnica del Secretariado Gitano. La experta ha trabajado estas semanas con las personas desterradas y explica que se encuentran desamparadas: ¡°Las personas que han tenido que salir de sus casas no tienen alternativa habitacional. Se est¨¢n buscando la vida, hay quienes han ido a la playa a dormir. Esperamos que en los pr¨®ximos d¨ªas los servicios sociales de ?llora se pongan en contacto con ellos¡±, comenta con esperanza Cort¨¦s.
La experta se?ala que ha habido m¨¢s casos de asaltos violentos contra poblaciones gitanas. ¡°En Ja¨¦n, adem¨¢s de Peal de Becerro, ha habido agresiones en Torredonjimeno, en Martos o en Castellar. En Cortegana (Sevilla) o en El Pozo (Madrid). Es un comportamiento que hemos identificado porque venimos analiz¨¢ndolos¡±, se?ala la coordinadora, que apunta a un problema social y pol¨ªtico en la animadversi¨®n hacia las personas de esta etnia. ¡°Cuando una persona gitana comete un hecho delictivo, inmediatamente se culpa a la familia del presunto agresor y a todas las personas gitanas del lugar¡±, argumenta. Patricia Caro, psic¨®loga especializada en discriminaci¨®n hacia la poblaci¨®n gitana, apunta la inacci¨®n de las instituciones y el papel de los representantes pol¨ªticos en Peal de Becerro como semilla de los disturbios en ?llora: ¡°Si cometes un acto violento y no existe ninguna medida que lo prevenga ni lo castigue, se promociona que vuelva a suceder. Se traslada el mensaje de que quem¨¢ndole la casa a los gitanos consigues que se vayan y, encima, no pasa nada¡±.
Este viernes, la Sociedad Gitana Espa?ola y la Asociaci¨®n Hermandad Andaluza se han reunido con t¨¦cnicos del Defensor del Pueblo para solicitar una investigaci¨®n de las actuaciones en los hechos sucedidos en las dos localidades andaluzas antes de que estas conductas ¡°se extiendan como la p¨®lvora¡±, ha asegurado Sina¨ª Gim¨¦nez, presidente de la primera de las agrupaciones: ¡°?Por qu¨¦ la diputaci¨®n y la comunidad aut¨®noma no han hecho nada y dejan a las familias tiradas debajo de un puente?¡±. Adem¨¢s, estas organizaciones han presentado una denuncia contra el alcalde de ?llora por incitaci¨®n al odio con sus declaraciones tras el asesinato de Juan Trujillos. ¡°Vamos a intentar el destierro, lo tenemos clar¨ªsimo¡±, afirm¨® el regidor, Antonio Salazar, del Partido Socialista, en la televisi¨®n regional. En la misma l¨ªnea, el portavoz del Partido Popular en el ayuntamiento, Jos¨¦ Manuel Mu?oz, asever¨®: ¡°A esta gente hay que ponerlos fuera del pueblo, no pueden seguir ni un d¨ªa m¨¢s¡±.
La coordinadora del servicio de asistencia a v¨ªctimas de discriminaci¨®n racial o ¨¦tnica del Secretariado Gitano deposita parte de la responsabilidad de lo sucedido en las declaraciones ¡°inoportunas¡± y ¡°desafortunadas¡± del alcalde (de ?llora): ¡°En vez de calmar, lo que hizo fue alentar esas agresiones y actos violentos¡±. La psic¨®loga tambi¨¦n hace hincapi¨¦ en la importancia que tienen los mensajes de los responsables pol¨ªticos: ¡°En psicolog¨ªa, lo colectivo es pol¨ªtica. Los l¨ªderes deben reconducir la situaci¨®n y no deben alimentar nunca los deseos de una poblaci¨®n de tomarse la justicia por su mano¡±. El alcalde de ?llora afirma por tel¨¦fono que se ha reunido con las familias que han tenido que salir de pueblo. Salazar asegura que se ha visto con ellas ¡°para garantizarles su seguridad en caso de que decidan recoger enseres de sus hogares o volver a los mismos¡±.
La escolarizaci¨®n de los menores es uno de los problemas a los que se enfrentan estas familias. No tener lugar de residencia ni empadronamiento complica las posibilidades de inscribirse en un centro para continuar con su formaci¨®n. Las dificultades econ¨®micas para empezar de cero empujan a las familias desterradas a la fuerza a querer volver a sus hogares, pero no sin esperar a que la situaci¨®n se calme. ¡°Hace poco me dijeron: ¡®cr¨¦eme, si pudiera me ir¨ªa, pero no puedo¡±, concluye la coordinadora de asistencia a las v¨ªctimas del Secretariado Gitano.