Un juez procesa a 92 personas por extorsionar a miles de puteros ¡®on line¡¯

El juez de la Audiencia Nacional Jos¨¦ Luis Calama ha propuesto juzgar por organizaci¨®n criminal y extorsi¨®n a los 92 presuntos miembros de una organizaci¨®n criminal, uno de ellos menor de edad, que chantajeaba a los usuarios de una p¨¢gina web de prostituci¨®n con la amenaza de poner en conocimiento de sus familias que hab¨ªan intentado contratar servicios sexuales. Informes de la Guardia Civil incorporados al sumario cifran en cerca de 4.000 el posible n¨²mero de v¨ªctimas repartidos por ¡°la pr¨¢c...

El juez de la Audiencia Nacional Jos¨¦ Luis Calama ha propuesto juzgar por organizaci¨®n criminal y extorsi¨®n a los 92 presuntos miembros de una organizaci¨®n criminal, uno de ellos menor de edad, que chantajeaba a los usuarios de una p¨¢gina web de prostituci¨®n con la amenaza de poner en conocimiento de sus familias que hab¨ªan intentado contratar servicios sexuales. Informes de la Guardia Civil incorporados al sumario cifran en cerca de 4.000 el posible n¨²mero de v¨ªctimas repartidos por ¡°la pr¨¢ctica totalidad del territorio nacional¡±, aunque el juez solo cita un centenar de casos en su auto. El magistrado se?ala a dos veintea?eros imputados, Ismael Bousnina Obando, alias Salva, y Massinissa Ferrah M¨²?oz, Erik, como los presuntos cabecillas de esta trama de sextorsi¨®n.

Ellos se encargaban supuestamente de llamar a las v¨ªctimas para exigirles en pago de una cantidad de dinero que variaba seg¨²n los casos. ¡°En media hora quiero mi dinero y si no te pegar¨¦ dos tiros en la pierna¡±, ¡°baja el tonito de voz si no quieres que te parta las piernas¡±, y ¡°venga, hijo de la gran puta, ahora vas a ver, te voy a pegar dos tiros cuando te vea; te voy a vaciar un cargador en la cabeza¡±, eran algunas de las amenazas que vert¨ªan por tel¨¦fono. Entre los chantajeados figura Abelardo Fern¨¢ndez, entonces entrenador del Deportivo Alav¨¦s, quien en una comparecencia p¨²blica cont¨® que hab¨ªa denunciado ante la Guardia Civil y que hab¨ªa prestado declaraci¨®n ante el juez. El exjugador de Sporting de Gij¨®n y Bar?a efectu¨® en abril de 2018 cuatro pagos por un total de 30.000 euros.

La existencia de la trama sali¨® a la luz en abril de 2018, cuando una de las v¨ªctimas acudi¨® al cuartel de la Guardia Civil en Sarri¨®n (Teruel) a denunciar que estaba sufriendo una extorsi¨®n y que esta no cesaba pese a haber hecho ya un pago. ¡°Habr¨¢ consecuencias y tu familia se enterar¨¢¡±, le amenazaron. En los siguientes meses, otros seis vecinos de la misma provincia denunciaron hechos similares y, poco despu¨¦s, las pesquisas se extendieron a Navarra, Castell¨®n o Gipuzkoa, donde aparecieron nuevas v¨ªctimas. Se iniciaba as¨ª la Operaci¨®n Lubido-Hezurra, cuyas primeras pesquisas apuntaron como origen de los chantajes sexuales la provincia de Valencia, donde estaban las sucursales bancarias en las que la trama hab¨ªa abierto las cuentas para recibir el dinero. Unos meses despu¨¦s, en octubre de 2019, fueron detenidos los presuntos cabecillas, Salva y Erik. Junto a ellos, fueron arrestadas una treintena de personas, entre ellos el futbolista del Levante Antonio Garc¨ªa Aranda, To?o, acusado de guardar en su casa 4.820 euros de uno de los presuntos l¨ªderes de la trama. To?o, que en la actualidad no tiene equipo, es uno de los 92 presuntos integrantes de la trama se?alados en el auto.

La investigaci¨®n fue inicialmente asumida por un juzgado de Teruel, donde se present¨® la primera denuncia, para pasar posteriormente a la Audiencia Nacional al operar la organizaci¨®n en m¨¢s de una provincia. Seg¨²n recoge el juez Calama en su auto, Salva y Erik ordenaban o efectuaban directamente la publicaci¨®n de diversos anuncios en la p¨¢gina web de contactos sexuales para adultos pasion.com. Todos los anuncios ten¨ªan id¨¦nticos contenidos y n¨²meros de tel¨¦fono de contacto, que los dos cabecillas controlaban directamente. Una vez que los usuarios de la web contactaban a trav¨¦s de la aplicaci¨®n de mensajer¨ªa instant¨¢nea WhatsApp con las mujeres que supuestamente prestaban el servicio, la trama se guardaba sus n¨²meros de tel¨¦fono y obten¨ªa informaci¨®n personal sobre ellos, fundamentalmente a trav¨¦s de los perfiles p¨²blicos de las redes sociales, para utilizarla durante la extorsi¨®n.

Una vez hecho esto, contactaban con las v¨ªctimas mediante llamadas de tel¨¦fonos o mensajes y se presentaban como los due?os ¡°de varios pisos de alto standing¡±. En la comunicaci¨®n les recordaban que hac¨ªa unos d¨ªas hab¨ªan concertado una cita con una de las chicas a la que no hab¨ªan acudido. ¡°Ahora el problema lo tienes conmigo y me vas a abonar lo que me has hecho perder¡±, les espetaban. Para lograr que pagaran, hac¨ªan saber a las v¨ªctimas que conoc¨ªan datos personales suyos, como el lugar de residencia, el de trabajo o que ten¨ªan pareja, y que podr¨ªan difundir en sus entornos que eran usuarios de servicios de prostituci¨®n. Si ello no era suficiente, no dudaban en pasar a las amenazas de muerte para coaccionarles. En otras, sin embargo, recurr¨ªan a la compasi¨®n. ¡°Hazlo por mi hijo, que est¨¢ enfermo¡±, le dijo Salva a un hombre que se negaba a entregarles m¨¢s dinero tras pagar 9.000 euros. Con Abelardo utilizaron una estrategia similar. El auto del juez acusa a Salva de 55 extorsiones y amenazas consumadas cometidas en solo cuatro meses, los que van de noviembre de 2018 y febrero de 2019, y a su compa?ero Erik, de 32. Sin embargo, la Guardia Civil sospecha que la red podr¨ªa llevar actuando ¡°incluso a?os¡±.

En uno de sus informes, la Guardia Civil destacaba que los presuntos integrantes de la trama ten¨ªan ¡°una actividad extorsionadora compulsiva y depredadora sobre las v¨ªctimas¡±. La escuchas a los presuntos implicados lo corroboran. As¨ª, el sumario recoge que el 24 de noviembre de 2018, los cabecillas de la trama hicieron decenas de llamadas a diferentes n¨²meros en busca de v¨ªctimas dispuestas a pagar. En varias de ellas se encontraron con la resistencia de los destinatarios, que cortaban la comunicaci¨®n. En ocasiones, esto les hac¨ªa perder la paciencia: ¡°Voy a tirar la puerta abajo y me vas a pagar, maric¨®n¡±, le espet¨® Erik en una segunda llamada a uno que le hab¨ªa colgado previamente. La escuchas de la Guardia Civil revelaron que la trama no perd¨ªa el tiempo con quien se resist¨ªa, pero que exprim¨ªan al l¨ªmite a quien flaqueaba y hac¨ªa un primer pago.

El juez Calama detalla que la organizaci¨®n estaba estructurada en tres niveles diferenciados. El primero, con funciones de organizaci¨®n y direcci¨®n, lo encabezaban Salva y Erik y a ¨¦l pertenec¨ªan otras cuatro personas. El segundo, formado por una quincena de investigados, se encargaba de la log¨ªstica, como facilitar tarjetas de telefon¨ªa desde las que hacer las llamadas para no ser detectados, insertar los anuncios en p¨¢ginas web de contactos, y recibir el dinero de las v¨ªctimas y luego ocultarlo. En el ¨²ltimo se sit¨²an 70 implicados (entre ellos el menor), que actuaban como lo que en jerga policial se conoce con el t¨¦rmino de mulas, personas que prestan sus cuentas bancarias para recibir los ingresos de las v¨ªctimas a cambio de una peque?a comisi¨®n. Entre un 10% y un 15% en este caso, seg¨²n el auto judicial. Cuando se produjeron los primeros arrestos, en febrero de 2019, la investigaci¨®n de la Guardia Civil apuntaba ya a que la red de chantaje sexual hab¨ªa conseguido un bot¨ªn de ¡°cientos de miles de euros¡±.

Las pesquisas permitieron abrir una pieza separada, bautizada como banking, para investigar otro entramado criminal cuya ¨²nica finalidad era la sustracci¨®n de informaci¨®n de bancos y empresas radicadas en Espa?a, Austria, Alemania, Francia y Portugal, as¨ª como de pagar¨¦s y cheques emitidos por entidades mercantiles. Esos datos eran utilizados para confeccionar y falsificar cheques bancarios que, posteriormente, facilitaban a otros miembros de la organizaci¨®n criminal para ser cobrados por mulas. En esta pieza, el juez Calama ha propuesto juzgar a 39 personas por los delitos continuados de falsificaci¨®n en documento mercantil en concurso ideal con el de estafa y el de organizaci¨®n criminal.