Villarejo busca esquivar su primera condena
La defensa del comisario expondr¨¢ esta semana su alegato definitivo en el final del gran juicio contra ¨¦l que se celebra en la Audiencia Nacional
A Jos¨¦ Manuel Villarejo se le acaban las oportunidades. Y el tiempo. La Audiencia Nacional acoger¨¢ esta semana las ¨²ltimas sesiones del primer gran juicio al comisario jubilado, seg¨²n la previsi¨®n del tribunal. Casi un a?o despu¨¦s de que arrancase esta medi¨¢tica vista oral, la defensa del antiguo agente de la Polic¨ªa podr¨¢ exponer ahora sus conclusiones e intentar¨¢ contrarrestar la bater¨ªa de pruebas que han...
A Jos¨¦ Manuel Villarejo se le acaban las oportunidades. Y el tiempo. La Audiencia Nacional acoger¨¢ esta semana las ¨²ltimas sesiones del primer gran juicio al comisario jubilado, seg¨²n la previsi¨®n del tribunal. Casi un a?o despu¨¦s de que arrancase esta medi¨¢tica vista oral, la defensa del antiguo agente de la Polic¨ªa podr¨¢ exponer ahora sus conclusiones e intentar¨¢ contrarrestar la bater¨ªa de pruebas que han presentado las acusaciones ¡ªconfesiones, audios, documentaci¨®n, informes policiales...¡ª. Despu¨¦s, ya como guinda del pastel, el propio Villarejo tendr¨¢ la oportunidad de hablar para ejercer su derecho a la ¨²ltima palabra. Los jueces prev¨¦n que lo pueda hacer este martes.
As¨ª, cuando el juicio quede visto para sentencia, se inaugurar¨¢ un nuevo escenario. El tribunal, presidido por la magistrada ?ngela Murillo, se pondr¨¢ a trabajar en una sentencia que marcar¨¢ el futuro de la macrocausa bautizada oficialmente como caso T¨¢ndem, y popularmente como caso Villarejo, de la que esta vista oral es una peque?a parte ¡ªen ella se han enjuiciado solo tres de las m¨¢s de 30 l¨ªneas de investigaci¨®n del sumario¡ª. Adem¨¢s, un dictamen desfavorable para el comisario abre la puerta a su vuelta a prisi¨®n, donde pas¨® m¨¢s de tres a?os de forma provisional y de donde sali¨® en marzo de 2021.
Villarejo, para quien la Fiscal¨ªa pide m¨¢s de 80 a?os de c¨¢rcel, sabe el oscuro horizonte al que se enfrenta y, por ello, su defensa escudri?ar¨¢ esta semana cualquier recoveco que le permita esquivar una primera condena. Lo tendr¨¢ dif¨ªcil. Su abogado ya intent¨® retrasar el juicio, trat¨® de anular los audios que el comisario grab¨® durante a?os para sus negocios; quiso recusar a los magistrados del tribunal; y denunci¨® irregularidades en la instrucci¨®n. Sin ¨¦xito.
Estas son las principales cartas que la acusaci¨®n ha puesto sobre la mesa para encerrar al comisario, que se queda cada vez m¨¢s solo en la c¨²spide de la trama despu¨¦s de que algunos de sus colaboradores se desmarcasen de ¨¦l:
Los clientes confesos. La Fiscal¨ªa se esforz¨® para llegar a juicio con un gran as bajo la manga: la confesi¨®n de los clientes que se hicieron con los servicios de Villarejo para proyectos de espionaje. Previo pacto con el ministerio p¨²blico, los responsables del bufete Herrero & Asociados; Susana Garc¨ªa-Cereceda, heredera del promotor que levant¨® la urbanizaci¨®n de lujo La Finca en Pozuelo de Alarc¨®n (Madrid); y los hermanos Fernando y Juan Mu?oz-Tamara, empresarios, han admitido durante la vista que contrataron al comisario para que les facilitara datos confidenciales.
La Polic¨ªa. El inspector n¨²mero 111.470, principal investigador del caso Villarejo, describi¨® la ¡°compleja estructura societaria¡± dise?ada presuntamente por el comisario para ocultar y mover el dinero que obten¨ªa de su actividad il¨ªcita, con tent¨¢culos en el extranjero. El inspector desgran¨® toda la documentaci¨®n incriminatoria que se le intervino y recalc¨® que Villarejo ¡°abusaba de su condici¨®n policial¡± para vender informaci¨®n sensible de las v¨ªctimas para despu¨¦s, incluso, chantajearlas en beneficio de sus clientes.
Hacienda. El paso de los peritos de la Agencia Tributaria por la Audiencia ahond¨® m¨¢s en la herida. Describieron el grupo empresarial de Villarejo como ¡°un entramado societario muy grande¡±, en el que se produc¨ªan ¡°considerables movimientos de capitales en el exterior¡± y en el que las compa?¨ªas cambiaban de nombre varias veces. En su opini¨®n, exist¨ªa intenci¨®n de ocultar sus trabajos por la forma en que se cobraban.
Sus audios. La afici¨®n del comisario por grabar sus conversaciones se ha convertido en un arma contra ¨¦l. Su defensa lo sab¨ªa y, desde que empez¨® el juicio, trat¨® de anular los audios para que no valiesen como prueba. En esas grabaciones, reproducidas en la vista, se desvelan sus tejemanejes y se le escucha contar c¨®mo elaboraba informes ¡°con datos que hemos conseguido de aquella manera¡¡±: ¡°Que no conviene poner a disposici¨®n de la justicia¡±.
Las v¨ªctimas. En las sesiones del juicio se ha escuchado otro relato que, hasta ahora, apenas hab¨ªa tenido eco: el de las v¨ªctimas de Villarejo, que narraron c¨®mo sufrieron ¡°seguimientos¡±, ataques a su intimidad, intentos de extorsi¨®n¡ Una de las declaraciones m¨¢s intensas la protagoniz¨® Yolanda Garc¨ªa-Cereceda, hija del fallecido promotor de La Finca. Su propia hermana, Susana, orden¨® espiarla. ¡°Hab¨ªa muchos intereses econ¨®micos envueltos y hasta el perjuicio de quitarme a mis hijos¡±, explic¨® Yolanda, que acus¨® a su familiar de ¡°usar¡± a Villarejo para mantenerla incapacitada judicialmente: ¡°Lo us¨® para alargar el tiempo de mi incapacidad, que estaba gestada para que fuera de por vida... Mi herencia no la he visto. No he podido tener ni un d¨ªa de vacaciones con mis hijos hasta que recuper¨¦ mi capacidad¡±, describi¨® emocionada.
¡°Est¨¢ siendo bastante duro¡±, a?adi¨® tambi¨¦n Francisco Urqu¨ªa, un abogado al que la trama grab¨® consumiendo estupefacientes para presuntamente extorsionarle, al igual que a su cliente, el empresario Mateo Mart¨ªn. Este ¨²ltimo afirm¨® que, incluso, se sinti¨® ¡°amenazado¡± y en peligro, y explic¨® c¨®mo lleg¨® a irse a vivir con sus hijos a la casa del pueblo porque se encuentra sobre una panader¨ªa donde hay alguien las 24 horas.
Tampoco se quedaron cortos los socios y trabajadores del bufete Balder, espiado por orden del despacho rival Herrero & Asociados. Estos detallaron seguimientos en coche y ¡°visitas rar¨ªsimas¡± de desconocidos con nombres falsos que les preguntaban por su trabajo. Afirmaron que se gener¨® una ¡°psicosis¡± que tambi¨¦n sufrieron sus familiares. As¨ª lo describ¨ªa la mujer de uno de ellos: ¡°Saben todo de m¨ª, todo lo que hago. D¨®nde hago la compra, d¨®nde vivo, con qui¨¦n y d¨®nde como el fin de semana, a qu¨¦ colegio van mis hijos, qu¨¦ actividades extraescolares tienen¡ Saben mi vida¡±.
En guerra con el tribunal
José Manuel Villarejo ha vivido el juicio como una verdadera guerra personal. No solo contra la Fiscalía y el resto de las acusaciones, sino también contra el tribunal, presidido por Ángela Murillo. El comisario ha protagonizado sucesivos encontronazos con la juez, a la que ha acusado de tratarle de forma discriminatoria, mientras la magistrada le ha llamado al orden en innumerables ocasiones por sus interrupciones o por extralimitarse en sus intervenciones.
—¿Me quiere usted hacer caso? —le llegó a espetar Murillo en una ocasión.
—¡Yo le hago caso! —le respondió él.
La estrategia del comisario ha incluido el intento de apartar a los tres magistrados del tribunal, a los que ha recusado hasta, al menos, en cuatro ocasiones por, según él, tener formada una “convicción plena del acusado cuando aún no ha acabado el juicio”. Sin embargo, la Audiencia Nacional ha rechazado sus sucesivas pretensiones, que hubieran obligado a dilatar el proceso y, por tanto, habrían retrasado el dictamen de la sentencia que puede acarrearle numerosos años de cárcel. En este punto, la Fiscalía considera que Villarejo ha obrado con “mala fe procesal” y con un interés “espurio”.