A la caza del jabal¨ª en un parque de Salamanca
La Polic¨ªa cierra un recinto de la ciudad para intentar atrapar a varios animales salvajes instalados all¨ª
Salir a correr, a pasear al perro o a jugar con los ni?os en el parque Huerta Otea de Salamanca puede suponer toparse con una presencia sorprendente: la de una manada de jabal¨ªes. Una piara ha vagado durante varios d¨ªas por este espacio abierto de la ciudad hasta que la Polic¨ªa Local ha decidido cerrar el recinto y que una empresa especializada intente atrapar a estos animales salvajes. La presencia de jabal¨ªes en el entorno urbano cada vez es m¨¢s frecuente por la expansi¨®n de las ciudades, la ausencia de depredadores y por la abundancia de alimento y basura. El lugar, muy frecuentado por los ...
Salir a correr, a pasear al perro o a jugar con los ni?os en el parque Huerta Otea de Salamanca puede suponer toparse con una presencia sorprendente: la de una manada de jabal¨ªes. Una piara ha vagado durante varios d¨ªas por este espacio abierto de la ciudad hasta que la Polic¨ªa Local ha decidido cerrar el recinto y que una empresa especializada intente atrapar a estos animales salvajes. La presencia de jabal¨ªes en el entorno urbano cada vez es m¨¢s frecuente por la expansi¨®n de las ciudades, la ausencia de depredadores y por la abundancia de alimento y basura. El lugar, muy frecuentado por los charros, se encuentra muy cerca del r¨ªo Tormes y del hospital de Salamanca, por lo que exist¨ªa el temor de que estos mam¨ªferos, agresivos cuando ven invadido su territorio y que pueden pesar hasta 100 kilos, pudieran atacar a alguna persona.
Los salmantinos hab¨ªan avisado en varias ocasiones de la presencia de jabal¨ªes tanto en este parque como en otras zonas con vegetaci¨®n de la ciudad, en particular en torno al puente romano que conecta el n¨²cleo con las afueras. El pasado oto?o la Polic¨ªa municipal persigui¨® de madrugada a otro ejemplar que pase¨® por la ciudad hasta que se esfum¨® en el alfoz de la urbe. Los barrios donde m¨¢s aparecen estos visitantes son la zona del Zurgu¨¦n y La Aldehuela, pues en las proximidades de estas zonas hay espacios poco poblados y propicios para ellos.
Trampas
Portavoces del Ayuntamiento de Salamanca detallan que la medida se enmarca en una ¡°intervenci¨®n de control poblacional en la zona urbana en torno al r¨ªo Tormes¡±. La t¨¢ctica ha consistido en instalar dos jaulas en el parque Huerta Otea para intentar capturar a la manada, que est¨¢ integrada por un macho y cuatro cr¨ªas. Uno de los ejemplares s¨ª cay¨® en la trampa el viernes pasado por la noche, de modo que el equipo consistorial conf¨ªa en que los animales pronto puedan ser devueltos al medio natural.
La presencia de esta especie en n¨²cleos de alta poblaci¨®n humana se ha convertido en un problema para la gesti¨®n municipal, pues ciudades tan dispares como Barcelona, Vigo o Almer¨ªa han vivido recientes irrupciones de jabal¨ªes en barrios urbanos. La sobrepoblaci¨®n de jabal¨ªes en sus h¨¢bitats naturales reduce la cantidad de comida a la que pueden acceder e implica que se desplacen hacia entornos con personas, donde la gran cantidad de basura o los alimentos que ofrecen los parques facilita que estos omn¨ªvoros se asienten o aumenten la frecuencia de sus visitas.
La responsable de Ecologistas en Acci¨®n en Salamanca, Carolina Mart¨ªn, destaca que este ¡°problema complejo¡± radica en la falta de predadores naturales y una ¡°estrategia reproductiva¡± que multiplica los ejemplares porque, al ser solo controlados mediante la caza, se eliminan hembras adultas y las jabatas entran antes en celo, multiplicando as¨ª la capacidad de expansi¨®n de la especie. ¡°Una red tr¨®fica, como los lobos, mata a los d¨¦biles o ancianos y con su mera presencia influye para disgregar los grupos, pasa lo mismo con los corzos¡±, explica la experta. Mart¨ªn achaca este problema tambi¨¦n a la ¡°ineficaz gesti¨®n de los residuos urbanos¡± que las poblaciones acudan a las ciudades. ¡°Hay que ir a las causas para tener otras formas de control y detener un problema tan complejo para que no siga pasando¡±, indica la experta.