Muerte en la calle a martillazos en la cabeza

El pasado 10 de febrero, dos j¨®venes encapuchados agredieron a Miguel ?ngel Calvo, de 51 a?os, mientras dorm¨ªa en los soportales de una c¨¦ntrica plaza de Antequera (M¨¢laga, 41.184 habitantes). A la ma?ana siguiente, lo coment¨® con otros compa?eros que viv¨ªan en la calle porque tem¨ªa que se pudiera repetir. Ten¨ªa raz¨®n y al d¨ªa siguiente, el s¨¢bado, volvieron a golpearle. Tambi¨¦n le agredieron el domingo, solo que esta tercera vez no se limitaron a unas patadas, sino que le propinaron varios golpes en la cabeza con un martillo...

El pasado 10 de febrero, dos j¨®venes encapuchados agredieron a Miguel ?ngel Calvo, de 51 a?os, mientras dorm¨ªa en los soportales de una c¨¦ntrica plaza de Antequera (M¨¢laga, 41.184 habitantes). A la ma?ana siguiente, lo coment¨® con otros compa?eros que viv¨ªan en la calle porque tem¨ªa que se pudiera repetir. Ten¨ªa raz¨®n y al d¨ªa siguiente, el s¨¢bado, volvieron a golpearle. Tambi¨¦n le agredieron el domingo, solo que esta tercera vez no se limitaron a unas patadas, sino que le propinaron varios golpes en la cabeza con un martillo.

¡°Estaba dentro de un saco de dormir y no tuvo capacidad de defensa¡±, cuentan fuentes de la Polic¨ªa Nacional del municipio. Su cuerpo fue hallado poco despu¨¦s, sobre las ocho de la ma?ana, por unos sanitarios que acud¨ªan a instalar un punto de vacunaci¨®n de covid en la zona. Horas m¨¢s tarde, el autor del asesinato llam¨® a la comisar¨ªa para confesar. Fue detenido junto a otro joven que, supuestamente, particip¨® en las agresiones. Ambos ten¨ªan 19 a?os y est¨¢n en prisi¨®n.

A Miguel ?ngel Calvo la vida ya le hab¨ªa dado golpes de sobra. Era el menor de sus hermanos, todos residentes en la localidad granadina de Loja. La familia procede de Fuentes de Cesna, pedan¨ªa perteneciente al municipio de Algarinejo (Granada, 2.346 habitantes), donde hace ya casi dos d¨¦cadas que no le ve¨ªan, seg¨²n fuentes municipales. Calvo vivi¨® una juventud dif¨ªcil, trabajando de lo que le sal¨ªa, en el campo o cuidando de ganado. M¨¢s tarde consigui¨® un empleo en un circo, hasta que unos problemas con la justicia le llevaron a alejarse de su entorno y su familia. Finalmente, acab¨® en Antequera ¡ªa unos 70 kil¨®metros de su casa¡ª donde recibi¨® la ayuda de Prolibertas, una fundaci¨®n trinitaria que lucha contra la exclusi¨®n social. Pas¨® un tiempo en pisos de acogida hasta que, sin recursos, termin¨® en la calle.

Sus conocidos le apodaban El Americano. A ratos aparcaba coches para ganarse unas monedas y a ratos las ped¨ªa en la puerta de un c¨¦ntrico Mercadona. ¡°Cuando le quisimos ayudar dec¨ªa que no quer¨ªa nada¡±, recuerda Fernando del Pino, vecino del municipio ligado a los movimientos sociales y de voluntariado. Este viernes, Daniel, un irland¨¦s de 52 a?os que reside en una tienda de campa?a a las afueras del municipio, se quejaba de que hubieran matado ¡°a una buena persona¡±. Otro de sus conocidos, Miguel, de 51 a?os, relataba que compart¨ªan alguna cerveza en los bancos de la plaza Fern¨¢ndez Viagas, a pocos metros de donde le mataron. ¡°Iba todos los d¨ªas a almorzar al comedor social, pero viv¨ªa en la calle. No sol¨ªa pedir ayuda, pero hab¨ªa gente que le daba alg¨²n euro de vez en cuando¡±, asegura este antequerano.

Como ellos, varias personas sin hogar dieron algunas claves que facilitaron a la Polic¨ªa Nacional la r¨¢pida resoluci¨®n del caso. Los agentes de la comisar¨ªa de Antequera participaban en la reuni¨®n matutina cuando una llamada de la Polic¨ªa Local alertaba del hallazgo del cuerpo, sobre las 8.15 horas. Hablaban de sangre y posibles golpes, as¨ª que un miembro de la polic¨ªa cient¨ªfica abandon¨® la reuni¨®n para acercarse hasta los soportales junto a la biblioteca de San Zoilo, donde se encontraba el cad¨¢ver. Observ¨® lesiones compatibles con una muerte violenta. El nuevo comisario de la ciudad, Marcos Romar¨ªs, activ¨® el protocolo para este tipo de delitos y media comisar¨ªa sali¨® a la calle.

La patrulla de seguridad ciudadana se centr¨® en reconstruir las ¨²ltimas 48 horas en la vida de Calvo. Algunos de sus conocidos explicaron que la v¨ªctima les hab¨ªa dicho que dos j¨®venes encapuchados le hab¨ªan agredido dos noches seguidas, aunque no hab¨ªa podido reconocerlos. La informaci¨®n permiti¨® tener un primer perfil de los sospechosos. Las im¨¢genes de las c¨¢maras de seguridad de un supermercado cercano confirmaron la agresi¨®n, ya que se le ve¨ªa con un ojo morado mientras ped¨ªa en la puerta. La videovigilancia de la zona dio la segunda clave y permiti¨® delimitar que uno de los sospechosos hab¨ªa huido hacia la barriada de Valdealanes, junto a la estaci¨®n de ferrocarril. Varias patrullas se centraron en la zona e identificaron a cada joven con el que se encontraron. Y comprobaron si hab¨ªa restos de sangre en ropa o zapatillas.

A media ma?ana de ese mismo lunes, la comisar¨ªa recib¨ªa una llamada. ¡°S¨¦ que me est¨¢is buscando y que me vais a encontrar. Venid, estoy aqu¨ª¡±, les comunic¨® un hombre al otro lado del tel¨¦fono. Dio la direcci¨®n de su casa ¡ªen el barrio cercado¡ª y la Polic¨ªa Nacional fue hasta all¨ª para su detenci¨®n. Su madre confirm¨® que hab¨ªa llegado a las seis de la ma?ana y estaba ¡°muy raro¡± desde entonces. El chico confes¨® de manera espont¨¢nea el asesinato y durante el registro de su domicilio se hall¨® el martillo con el que supuestamente golpe¨® a la v¨ªctima ¡ªlo que sugiere premeditaci¨®n y alevos¨ªa, seg¨²n fuentes policiales¡ª as¨ª como prendas de vestir y unas deportivas con restos de sangre.

Seg¨²n public¨® el diario Sur, el chico en su declaraci¨®n asegur¨® que se hab¨ªa obsesionado con la v¨ªctima y aleg¨® que sufre un trastorno mental. ?l mismo dio los datos de la persona que le acompa?aba, que tambi¨¦n fue arrestada en el entorno de la calle Pasillas. Ambos tienen 19 a?os y, tras prestar declaraci¨®n ante el juzgado de Primera Instancia de Instrucci¨®n n¨²mero 1 de Antequera, el juez decret¨® su ingreso en prisi¨®n provisional, comunicada y sin fianza, investigados por un delito de asesinato.

La autopsia confirm¨® las lesiones y los agentes han solicitado nuevas diligencias de investigaci¨®n ¡ªdeclaradas secretas¡ª para seguir profundizando en el caso y resolver dos claves fundamentales en este caso: cu¨¢l fue la motivaci¨®n y cu¨¢ntas personas participaron. ¡°Sabemos qui¨¦n fue el autor, porque confes¨®, pero a¨²n no tenemos claro si la segunda persona estuvo el d¨ªa de autos. Lo que s¨ª est¨¢ acreditado es que particip¨® en las agresiones de los d¨ªas anteriores¡±, relatan fuentes policiales.