15 fotosEl ¨²ltimo de La EstrellaUn peque?o pueblo de Teruel se queda sin el ¨²ltimo habitante que durante m¨¢s de treinta a?os vivi¨® con su esposa en esta peque?a pedan¨ªa de la comarca del MaestrazgoTexto: Jacobo Garc¨ªaFotos: M¨°nica Torres05 mar 2023 - 05:40CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinHasta hace unas semanas, Mart¨ªn Colomer y su esposa, Sinforosa Sancho, de 92 a?os, eran los dos ¨²nicos habitantes de La Estrella, una pedan¨ªa enclavada en la profundidad de las monta?as del Maestrazgo, en los l¨ªmites de las provincias de Teruel y Castell¨®n. En la imagen, vista panor¨¢mica del municipio de La Estrella.M¨°nica TorresMart¨ªn Colomer, en la localidad de La Estrella, una pedan¨ªa de Mosqueruela, de la que ha sido el ¨²ltimo habitante. Mart¨ªn acept¨® irse a vivir con su hijo a Villafranca, a 20 kil¨®metros de La Estrella, cuando Sinforosa, su mujer, fue ingresada en una residencia de ancianos. Tuvieron que convencerle de que a punto de cumplir los 90 a?os, y con temperaturas por debajo de los 10 grados bajo cero, no era conveniente seguir viviendo solo. Sin energ¨ªa el¨¦ctrica, ni gas, ni l¨ªnea telef¨®nica, Mart¨ªn y Sinforosa han visto marcharse a decenas de vecinos hasta que se quedaron solos en los a?os 90. No obstante, cada pocos d¨ªas regresa a su antiguo pueblo a dar de comer a sus animales. M¨°nica TorresMart¨ªn Colomer, en el interior de la vivienda de la Estrella en la que resid¨ªa hasta hace unas semanas con su esposa Sinforosa Sancho. M¨°nica TorresInterior de la vivienda en la que han vivido los ¨²ltimos a?os Mart¨ªn y Sinforosa.M¨°nica TorresMart¨ªn Colomer, en la sacrist¨ªa del santuario de La Estrella, donde a¨²n permanecen algunas prendas y objetos religiosos.M¨°nica TorresVirgen de la Estrella cubierta por un pl¨¢stico en el interior del santuario.M¨°nica TorresMart¨ªn Colomer, en la parte posterior del altar del santuario de la Estrella, donde cuelgan los exvotos colgados por los vecinos a lo largo de muchos a?os.M¨°nica TorresMart¨ªn Colomer camina entre casas abandonadas por una de las calles de la Estrella.M¨°nica TorresMart¨ªn Colomer (al fondo) dando de comer a sus perros en La Estrella.M¨°nica TorresMart¨ªn Colomer abraza a su perro Capuchino en La Estrella. ¡°El trabajo del campo es muy duro y no sacas ni para vivir. Eran jornadas de 12 horas y el patr¨®n apenas te daba para comer una naranja o una sardina enlatada. As¨ª es la vida aqu¨ª y no creo que muchos j¨®venes pudieran soportarla hoy¡±.M¨°nica TorresMart¨ªn Colomer camina por las calles de la Estrella, invadidas por la maleza, cargando agua y comida para sus animales. M¨°nica TorresMart¨ªn Colomer frente a la puerta de su casa poniendo comida a sus perros y gatos, ¨²nicos habitantes de La Estrella.M¨°nica TorresMart¨ªn Colomer camina por las calles de la Estrella con un manojo de llaves de casas del pueblo, de la iglesia o de la escuela.M¨°nica TorresMart¨ªn Colomer cierra la puerta de la casona de la plaza donde estuvo la ¨²ltima escuela de La Estrella.M¨°nica TorresMart¨ªn Colomer, sentado con algunos de sus 10 gatos en La Estrella. Con una superficie de 14.000 kil¨®metros cuadrados, la mitad de B¨¦lgica, y una densidad de poblaci¨®n de nueve habitantes por kil¨®metro cuadrado, Teruel es una de las provincias m¨¢s despobladas de Europa. En los ¨²ltimos 100 a?os ha perdido la mitad de su poblaci¨®n frente a las cifras de Espa?a, que ha doblado el n¨²mero de habitantes. ¡°Ni siquiera el r¨ªo lleva agua¡±, dice Mart¨ªn, ¡°y si no hay agua, no hay vida¡±, concluye.M¨°nica Torres