La jueza procesa a un sargento por abusar sexualmente de tres militares y al jefe de ellas por tolerarlo
El suboficial, que hab¨ªa acosado a otra recluta, agredi¨® a varias alumnas inconscientes en el centro de formaci¨®n de tropa de C¨¢ceres
La Justicia militar ha dictado auto de procesamiento contra dos sargentos del Centro de Formaci¨®n de Tropa (Cefot n¨²mero 1) del Ej¨¦rcito de Tierra, con base en C¨¢ceres. Uno de ellos ha sido procesado por acosar a una soldado y abusar sexualmente de otras tres; y el otro, por tolerar, sin hacer nada por impedir las agresiones que sufrieron estas ¨²ltimas, de las que era responsable directo como suboficial de cuartel ...
La Justicia militar ha dictado auto de procesamiento contra dos sargentos del Centro de Formaci¨®n de Tropa (Cefot n¨²mero 1) del Ej¨¦rcito de Tierra, con base en C¨¢ceres. Uno de ellos ha sido procesado por acosar a una soldado y abusar sexualmente de otras tres; y el otro, por tolerar, sin hacer nada por impedir las agresiones que sufrieron estas ¨²ltimas, de las que era responsable directo como suboficial de cuartel la noche que se produjeron los hechos, el 16 de octubre de 2021.
El auto dictado por el Juzgado Togado Militar n¨²mero 11 explica que, desde que el sargento R. E. se incorpor¨® al centro de formaci¨®n de reclutas como instructor de un pelot¨®n de alumnos, en agosto de 2021, su conducta distaba mucho de lo que marcan las ordenanzas militares: cuando estaba fuera de servicio, acud¨ªa a la cantina del cuartel, consum¨ªa alcohol y, ¡°afectado por el mismo, molestaba al personal¡±; instaba a los soldados a ¡°salir de fiesta¡±, aunque estaba prohibido por las restricciones impuestas a causa de la covid, y los sacaba de la base ocultos en su veh¨ªculo, aprovech¨¢ndose de su rango; se mostraba ¡°prepotente y provocador¡± con los alumnos, incit¨¢ndolos a insubordinarse; y ¡°ordenaba al personal masculino que se apartara en las carreras, pues ¡®solo quer¨ªa ver el culo de las chicas¡±.
Seg¨²n el auto, comenz¨® a comportarse ¡°de manera indebida¡± con la ¨²nica mujer que formaba parte de su pelot¨®n, para conseguir que mantuviera relaciones con ¨¦l: la llamaba ¡°cari?o¡±, prolongaba su periodo como delegada de clase para propiciar un mayor acercamiento, le evitaba ejercicios penosos en las maniobras y evidenciaba con su ¡°trato de favor¡± que ella era ¡°su favorita¡±, lo que hac¨ªa que ¡°estuviera en boca de todos¡± sus compa?eros. El sargento le remit¨ªa numerosos wasaps para que saliera con ¨¦l; y ella, ¡°temerosa de que se pudiera tomar, a modo de represalia, la medida de su no integraci¨®n en las Fuerzas Armadas¡±, ya que estaba en periodo de prueba, ¡°no emiti¨® parte [de denuncia] en un primer momento, si bien le rechazaba, lo que era ignorado por el suboficial que, pese a ser consciente de ello, insist¨ªa, agravando la inquietud de la soldado¡±.
Finalmente, el sargento cambi¨® de actitud y empez¨® a hacer comentarios despectivos en p¨²blico sobre la soldado y su pareja, ¡°al que dirig¨ªa expresiones como que era ¡®un mierda¡±, mientras a ella le dec¨ªa que no sab¨ªa ¡°c¨®mo sal¨ªa ¡®con un orejas como ese¡±.
Antes de que se produjera este cambio de actitud, una tarde en la que ambos se encontraban en una cafeter¨ªa, seg¨²n el auto, el sargento ¡°le puso la mano en el muslo, lo que ella inmediatamente rechaz¨®, sinti¨¦ndose violentada¡±. M¨¢s tarde, el instructor le orden¨® que subiera a su veh¨ªculo, a lo que ella se resisti¨®. Inmediatamente despu¨¦s de subir, intent¨® apearse, momento en que ¨¦l ¡°intent¨® agarrarla, zaf¨¢ndose ella con un manotazo y march¨¢ndose de manera inmediata a su camareta¡± en la base.
El 16 de octubre de 2021, tras la celebraci¨®n de la comida fin de curso, a la que la soldado evit¨® acudir para no encontrarse con el sargento, este se present¨® en el cuartel, donde la 3? compa?¨ªa estaba realizando la formaci¨®n de control nocturno, vestido de paisano y con evidentes s¨ªntomas de embriaguez. Tras pedir permiso al sargento de guardia, comenz¨® a soltar una perorata a los soldados, cuajada de insultos como ¡°basura y mierdas¡±, mientras deambulaba entre ellos. En un momento determinado, dio dos fuertes pechazos (golpes en el pecho) a uno de los militares, al que llam¨® ¡°gilipollas¡±. Al cabo de una hora sin que el suboficial que era su jefe directo hiciera nada por evitar este abuso, tres de las soldados se desmayaron sucesivamente y fueron sacadas de la formaci¨®n por sus compa?eros.
Fue entonces cuando el sargento R. E. , con el pretexto de reanimarla, cogi¨® a una de ellas, la levant¨® y la sent¨® en una silla, mientras la besaba en la cara y el cuello, toc¨¢ndole el pecho, y se la peg¨® al cuerpo diciendo: ¡°Se nota que te gusta el roce, a ver si tengo que meterme en tu cama para darte calor¡±. Luego se dirigi¨® a la segunda soldado, a la que tambi¨¦n empez¨® a besar y tocar el pecho por debajo de la chupa, mientras le tiraba agua de un botell¨ªn y le colocaba un reloj que mide el pulso, exclamando: ¡°Como se nota que te gusto, se te sube el pulso¡±. A la tercera tambi¨¦n le bes¨® la cara y el cuello, aprovechando que se encontraba semiinconsciente, le cogi¨® la mano y se la llev¨® a sus genitales.
A la vista de lo que suced¨ªa y de ¡°los intentos de las tres soldados por zafarse de ¨¦l¡±, los cuarteleros, conscientes de que ¡°este comportamiento no estaba dirigido a auxiliar, sino a atentar contra la dignidad y la libertad sexual¡± de las j¨®venes, intentaron apartar al instructor, pero este les ech¨® a gritos, amenaz¨¢ndoles con sancionarlos, mientras una de las militares les ped¨ªa que no la dejaran sola con su agresor. Fueron los otros soldados, y no el suboficial de cuartel, quienes denunciaron lo sucedido a sus superiores.
¡°Sentimiento de culpabilidad¡±
Seg¨²n los informes m¨¦dicos incorporados a la causa, una de las tres agredidas padece trastorno ansioso-depresivo, tratado con antidepresivos y psicoterapia, y ha protagonizado dos intentos de suicidio. La segunda no presenta secuelas, y a¨²n est¨¢ pendiente el informe forense de la tercera. Por su parte, la soldado que fue acosada por el sargento, pero no estaba el d¨ªa de la formaci¨®n, ¡°manifiesta sentimiento de culpabilidad por no haber denunciado los hechos antes y evitado los abusos a otras compa?eras¡± y muestra s¨ªntomas (pesadillas, aislamiento voluntario) de estr¨¦s postraum¨¢tico.
La jueza reconoce que, en este ¨²ltimo caso, al contrario del episodio del 16 de octubre, no hay testigos y solo existe el testimonio de la acosada y los wasaps, que no son concluyentes, pero alega que esta ¡°ha mantenido su versi¨®n sin fisura alguna ante los mandos y en sede judicial¡± y, a la vista de lo sucedido luego, hay razones para creerla.
Por todo ello, procesa al sargento 1? R. E. por cuatro delitos de abuso de autoridad, tres en la modalidad de abuso sexual (de las soldados desmayadas), otro de acoso sexual y uno de maltrato (al militar al que golpe¨® en el pecho), castigados cada uno de ellos con penas de seis meses a cuatro o cinco a?os de c¨¢rcel. Los mismos delitos imputa al suboficial de cuartel que, siendo garante de la seguridad de las alumnas, no hizo nada por protegerlas e incluso intent¨® que no se denunciaran los hechos.
La jueza ha dejado a los dos suboficiales en libertad con obligaci¨®n de presentarse cada mes en el juzgado togado militar y les ha impuesto una fianza de 42.000 euros. El sargento abusador fue apartado del servicio al d¨ªa siguiente de la formaci¨®n nocturna y cesado casi un mes despu¨¦s.