En Fuentecantos todos son el alcalde
Un centenar de pueblos peque?os se rigen en Espa?a por concejos abiertos, una f¨®rmula asamblearia que fomenta la implicaci¨®n de los vecinos en el d¨ªa a d¨ªa
La pol¨ªtica de Fuentecantos (Soria) enciende al mismo tiempo a la ac¨¦rrima comunista Mar¨ªa Bravo y a su marido, orgulloso poseedor de un cuadro de Franco. Las ideolog¨ªas opuestas se aten¨²an al debatir sobre el bien del pueblo, los asuntos del d¨ªa a d¨ªa, pues la voz de los 69 censados se escucha en las asambleas que rigen el Ayuntamiento. El alcalde, Juan Carlos Garc¨ªa (Unidas Podemos), de 24 a?os, lleg¨® al mando en 2019 proponiendo un modelo asambleario que ha sido reconocido oficialmente por la Junta de Castilla y Le¨®n hace solo...
La pol¨ªtica de Fuentecantos (Soria) enciende al mismo tiempo a la ac¨¦rrima comunista Mar¨ªa Bravo y a su marido, orgulloso poseedor de un cuadro de Franco. Las ideolog¨ªas opuestas se aten¨²an al debatir sobre el bien del pueblo, los asuntos del d¨ªa a d¨ªa, pues la voz de los 69 censados se escucha en las asambleas que rigen el Ayuntamiento. El alcalde, Juan Carlos Garc¨ªa (Unidas Podemos), de 24 a?os, lleg¨® al mando en 2019 proponiendo un modelo asambleario que ha sido reconocido oficialmente por la Junta de Castilla y Le¨®n hace solo unas semanas: el Consistorio funcionar¨¢ bajo concejo abierto, una f¨®rmula presente ya en 108 peque?os pueblos espa?oles y que implica que las decisiones se votan en parlamento popular. Garc¨ªa lleva operando as¨ª toda la legislatura ¡ªaunque formalmente era el pleno municipal el que ratificaba las medidas aprobadas por asamblea¡ª y con una participaci¨®n allende lo ¡°pol¨ªtico¡±: la gente se implica por Fuentecantos, dice. Una comunidad que se refleja en un mural de la localidad: ¡°Somos iguales¡±.
Las reuniones de la asamblea popular se celebran los domingos previos a los plenos de los lunes. La vida familiar y laboral impiden que entre semana haya presencia suficiente en Fuentecantos. De ah¨ª que, ante la presencia de periodistas un martes, Garc¨ªa, m¨¢s conocido como Ju¨¢ncar, convoque de urgencia a algunos lugare?os dispuestos a explicar el modelo. Un local del Ayuntamiento, usado como bar autogestionado durante los festejos, sirve como foro donde Daniela Vasa, Eva Garc¨ªa, Mar¨ªa Bravo, Mariv¨ª Mart¨ªnez y Blas Ortega, de entre 48 y 65 a?os, explican el peso que en este municipio tienen sus opiniones. ¡°?Somos como Fuenteovejuna! Tenemos diferencias, pero participamos por la actividad del pueblo¡±, resume Bravo. A cada asamblea suelen asistir unos 20 o 25 vecinos, y otros muchos votan de forma delegada, seg¨²n el alcalde. En esos encuentros se decide tambi¨¦n, espec¨ªficamente, en qu¨¦ invertir el discreto presupuesto de Fuentecantos: 110.000 euros anuales.
Los presentes recitan atribuciones repartidas en cada momento seg¨²n disponibilidad y ¨¢nimo: uno corta el c¨¦sped de la iglesia rom¨¢nica, otra la abre al cura, otra atiende al bibliob¨²s¡ y en conjunto preparan talleres de yoga, nutren la biblioteca local u organizan sesiones de restauraci¨®n. En estas brilla la rumana Daniela, fenomenalmente acogida: ¡°Nada m¨¢s llegar se me present¨® la Mariv¨ª y ahora somos ¨ªntimas¡±, dice. Mariv¨ª sonr¨ªe. ¡°?Mis compa?eras me piden que no hable m¨¢s de mi pueblo, que les doy envidia!¡±, pregona, feliz del asociacionismo en un lugar tan peque?o. Blas Ortega valora que gracias a este m¨¦todo ha aprendido a escuchar opiniones distintas y hasta cambiar su parecer en cuestiones donde part¨ªa con una idea preconcebida.
La f¨®rmula del concejo abierto ¡ªreservada por ley a municipios de menos de 100 habitantes¡ª aumenta la implicaci¨®n de los vecinos en la pol¨ªtica local, seg¨²n la doctora en Derecho Administrativo y letrada del Tribunal Constitucional Anabel Casares. Hasta 108 pueblos muy peque?os ¡ªla gran mayor¨ªa, en Arag¨®n¡ª se administran as¨ª en Espa?a, seg¨²n datos del Ministerio de Pol¨ªtica Territorial. La jurista recalca que ¡°sirve para promover la eficiencia al tomar decisiones¡±. El asamblearismo evita ¡°paracaidistas¡± colocados por los partidos y provoca ¡°sentido de pertenencia¡±, que d¨¦ ¡°menos miedo¡± participar, al tiempo que agiliza las actuaciones al reducir la burocracia, sostiene. Casares matiza, en todo caso, que estos municipios est¨¢n sujetos a las normativas comunes para cualquier entidad, como las presupuestarias o financieras.
La Ley Reguladora de las Bases del R¨¦gimen Local, de 1985, recogi¨® las cl¨¢usulas del sistema. Funcionan como concejo abierto ¡°los municipios que tradicional y voluntariamente cuenten con ese singular r¨¦gimen de gobierno y administraci¨®n¡± o ¡°aquellos que por su localizaci¨®n geogr¨¢fica, la mejor gesti¨®n de los intereses municipales u otras circunstancias lo hagan aconsejable¡±. Los ayuntamientos que quieran funcionar as¨ª deber¨¢n tener mayor¨ªa de dos tercios para impulsarlo y que, tras un informe favorable de la Diputaci¨®n, la comunidad aut¨®noma lo ratifique. Una vez oficializado, deber¨¢n esperar a las siguientes elecciones para elegir a su alcalde y a un sustituto.
Entre los 108 concejos abiertos de Espa?a se encuentra tambi¨¦n la localidad soriana de Arenillas (46 empadronados), aunque su alcalde, Alberto L¨®pez (PSOE), no conoc¨ªa exactamente el estatus del lugar cuando lleg¨® al cargo: ¡°Me dijeron en la Junta que est¨¢bamos en el limbo, lo solicitamos en regla tras las elecciones de 2019¡å. El regidor, de 43 a?os, lleva cuatro as¨ª, y avisa: suena bien, pero manejar los conflictos puede resultar complicado. L¨®pez valora la implicaci¨®n de los vecinos, ¡°aunque siempre hay quien protesta¡±.
Las asambleas en Arenillas, trimestrales, pueden eternizarse si alg¨²n participante no atiende. ?l casi llor¨® en una ocasi¨®n cuando, tras exponer un asunto durante 40 minutos, un hombre le espet¨®, aludiendo al mismo tema: ¡°?Y de esto no vamos a hablar?¡±. Aun as¨ª, defiende el sistema para erradicar ¡°caciques¡±. El ¨¢gora aborda las cuestiones clave, salvo las que ¡°explotan¡± y que L¨®pez acomete personalmente. La idea de hacer una pista polideportiva, por ejemplo, no prosper¨®; tampoco poner WiFi p¨²blico, porque ¡°la gente que lo necesita paga su sat¨¦lite¡±. La tradici¨®n, cuenta, ha cambiado: donde antes solo votaban hombres entre botas de vino, ahora hablan todos y organizan un picoteo tras debatir si asfaltar calles, renovar tuber¨ªas o poner filtros para el agua.
Las miradas de Fuentecantos recaen en Ju¨¢ncar. El alcalde, vestido con una llamativa camiseta fluorescente y tenedores enlazados como pulsera, explica que ¨¦l, al llegar al cargo, prometi¨® abrir la democracia. ¡°Hay cosas que har¨ªa por mi ideolog¨ªa, pero represento a todos, no solo a m¨ª o al que me vota. Ha aumentado la participaci¨®n colectiva¡±, reflexiona el soriano, admitiendo entre risas que alguna reuni¨®n acarrea protestas o posiciones enfrentadas no tan f¨¢ciles de apaciguar. Su sello se nota m¨¢s en su despacho, con una foto enmarcada del exl¨ªder comunista Julio Anguita sobre el lema ¡°Lev¨¢ntate y piensa¡±. ¡°Las instituciones tratan a la gente como a ni?os. Aqu¨ª entendemos las cosas y remamos por el pueblo¡±, a?ade Garc¨ªa. Dentro de unos meses se discutir¨¢ en Fuentecantos c¨®mo adornar las calles por Navidad.