Ocho mil elecciones, ocho mil interpretaciones

Este domingo se celebran en Espa?a m¨¢s de 8.000 elecciones, tantas como municipios hay, m¨¢s 12 comunidades y dos ciudades aut¨®nomas. Resulta dif¨ªcil, pues, por no decir est¨¦ril, intentar hacer un dibujo general de la situaci¨®n a la que llegan los diferentes partidos a este 28-M. Sin embargo, es posible, y tal vez hasta necesario, destacar algunos aspectos generales de la convocatoria que merecen ser tenidos e...

Este domingo se celebran en Espa?a m¨¢s de 8.000 elecciones, tantas como municipios hay, m¨¢s 12 comunidades y dos ciudades aut¨®nomas. Resulta dif¨ªcil, pues, por no decir est¨¦ril, intentar hacer un dibujo general de la situaci¨®n a la que llegan los diferentes partidos a este 28-M. Sin embargo, es posible, y tal vez hasta necesario, destacar algunos aspectos generales de la convocatoria que merecen ser tenidos en cuenta.

Parece descartado que nos encontremos esta noche con una lectura inequ¨ªvoca del resultado. Esto no quiere decir que cada partido la haga, que la har¨¢. Todos habr¨¢n ganado y todos tendr¨¢n a mano resultados que as¨ª lo corroboren. Esto va a ser as¨ª porque de entrada se descarta que se produzca un corrimiento de voto tal que pueda dar un resultado indiscutible. Las encuestas no parecen apuntar a una victoria del PP que le abra de par en par las puertas de la Moncloa.

Sin un resultado claro, se impondr¨¢ la cirug¨ªa, la selecci¨®n de casos particulares para apuntalar los an¨¢lisis de unos y otros. Y aqu¨ª aparecen los escenarios que llaman m¨¢s la atenci¨®n: Madrid, comunidad y municipio, Comunidad Valenciana, Sevilla y Barcelona. De lo que acabe sucediendo aqu¨ª depender¨¢n las lecturas que podr¨¢n hacerse de este 28-M, y las proyecciones en la esfera general.

El PSOE se juega m¨¢s este domingo porque es el partido que pone en juego m¨¢s gobiernos: 9 de los 12 que se disputan hoy cuentan con presidentes socialistas, por s¨®lo dos del PP (el que hace 12 es Cantabria). Para el PSOE resistir ser¨ªa vencer, y eso pasa, principalmente, por mantener la mayor¨ªa de izquierda en la Comunidad Valenciana, otrora buque insignia del PP y fiel de la balanza que en 1995 anticip¨® el triunfo de Aznar en las elecciones generales. La comunidad es el talism¨¢n del PP, de manera que una victoria all¨ª reforzar¨ªa el discurso de cambio de ciclo de Feij¨®o.

Pero el l¨ªder popular se la juega en Madrid y en Sevilla. En Madrid tambi¨¦n se juega la partida de la izquierda, que definir¨¢ los equilibrios entre Podemos y Sumar. Para los socialistas la comunidad est¨¢ perdida, con la ¨²nica inc¨®gnita de si Ayuso puede conseguir esta vez la mayor¨ªa absoluta, algo que tiene al alcance de la mano, seg¨²n algunas predicciones. El Ayuntamiento de la capital aparece m¨¢s disputado, con una posible mayor¨ªa de la izquierda en el caso de que Podemos consiga superar el 5%. Se da la paradoja aqu¨ª de que Ciudadanos, llamado a desaparecer del mapa, podr¨ªa acabar teniendo la llave de la alcald¨ªa. Que Almeida pueda perder la vara de alcalde y Ayuso consiga la mayor¨ªa absoluta va a ser un mal trago para Feij¨®o, que s¨®lo podr¨ªa compensar en parte la conquista de Sevilla, que apuntalar¨ªa a su aliado Moreno Bonilla.

Barcelona se erige como la gran batalla, con tres aspirantes con posibilidad de ganar y un endiablado abanico de pactos llamados a reconfigurar no s¨®lo el escenario catal¨¢n sino el general, lanzado al galope con la vista puesta en diciembre (o enero).