Feij¨®o convierte su discurso de investidura en un alegato contra la amnist¨ªa y contra S¨¢nchez

No guard¨® siquiera las apariencias de que estaba presentando su candidatura a la presidencia del Gobierno. En los primeros cinco minutos de su discurso, Alberto N¨²?ez Feij¨®o se lanz¨® a deg¨¹ello contra la amnist¨ªa. ¡°Sin m¨¢s pre¨¢mbulos¡±, dijo nada m¨¢s arrancar su intervenci¨®n en la tribuna del Congreso, solo despu¨¦s de los saludos a las autoridades....

No guard¨® siquiera las apariencias de que estaba presentando su candidatura a la presidencia del Gobierno. En los primeros cinco minutos de su discurso, Alberto N¨²?ez Feij¨®o se lanz¨® a deg¨¹ello contra la amnist¨ªa. ¡°Sin m¨¢s pre¨¢mbulos¡±, dijo nada m¨¢s arrancar su intervenci¨®n en la tribuna del Congreso, solo despu¨¦s de los saludos a las autoridades. ¡°La amnist¨ªa o ¡®cualquier f¨®rmula equivalente o an¨¢loga¡¯ es un instrumento adecuado para superar el conflicto catal¨¢n [...]. Con esto bastar¨ªa, ?no? Pues no. No voy a defender eso. Tengo principios, l¨ªmites y palabra. Y sobre todo tengo un deber que no voy a eludir¡±, proclam¨® ante el hemiciclo, abarrotado por diputados, senadores y barones populares, a los que G¨¦nova llam¨® a rebato para arropar al aspirante. Pero el candidato a ocupar La Moncloa no quer¨ªa empezar a hablar de su proyecto, sino que se dedic¨® a desmontar el posible proyecto del adversario, Pedro S¨¢nchez, convirtiendo toda la primera parte de su intervenci¨®n en un alegato contra la amnist¨ªa. Lo resumi¨® el portavoz del PNV, Aitor Esteban, mientras el l¨ªder del PP segu¨ªa interviniendo desde la tribuna: ¡°M¨¢s parece esto una moci¨®n de censura a un Gobierno en funciones que una investidura¡±.

Consciente de que no tiene los votos para ser investido, Feij¨®o renunci¨® a defender de inicio la ficci¨®n de su candidatura a la presidencia del Gobierno, abocada al fracaso desde que recibi¨® el encargo del Rey. Y se lanz¨® al ataque contra el presidente del Gobierno en funciones y la posibilidad de amnistiar a los involucrados en el desaf¨ªo independentista de 2017. ¡°Para m¨ª, ni jur¨ªdica ni ¨¦ticamente es aceptable¡±, enfatiz¨®. El l¨ªder del PP argument¨® que una amnist¨ªa implicar¨ªa, a su juicio, ¡°burlar¡± la Constituci¨®n ¡°mediante subterfugios¡±. ¡°Es una aberraci¨®n jur¨ªdica¡±, critic¨®, y un ¡°ataque directo a valores democr¨¢ticos esenciales¡±. ¡°Hay quien reniega de la Transici¨®n. Yo vengo a reivindicarla y a reclamar su vigencia¡±, proclam¨® el pol¨ªtico gallego.

Su propuesta, en cambio, para el conflicto pol¨ªtico en Catalu?a es el C¨®digo Penal: endurecer el delito de malversaci¨®n y aprobar un nuevo delito de ¡°deslealtad constitucional¡± que reformular¨ªa el antiguo delito de sedici¨®n, aunque el PP no aclara en qu¨¦ consistir¨ªa ese nuevo tipo penal. La ministra de Hacienda en funciones, Mar¨ªa Jes¨²s Montero, se pregunt¨® con iron¨ªa en sus redes sociales si la negativa del PP a renovar el Consejo General del Poder Judicial ¡°entrar¨ªa en el delito de deslealtad constitucional¡±. M¨¢s all¨¢ de la propuesta punitiva, Feij¨®o plantea la eterna promesa de reformar el Senado y aprobar un nuevo modelo de financiaci¨®n auton¨®mica, sin asimetr¨ªas entre comunidades, aunque en el discurso dej¨® una referencia muy ambigua al r¨¦gimen fiscal catal¨¢n. ¡°Catalu?a, m¨¢s all¨¢ del Espa?a s¨ª o el Espa?a no, lo que quiere es recuperar prestigio, calidad de vida y lograr que sus esfuerzos fiscales, sobre todo en el pago de los impuestos a la Generalitat, sean reconocidos por un pa¨ªs que la quiere dentro, no fuera¡±.

Feij¨®o no pudo evitar caer en algunas falsedades para justificar su empe?o en haberse presentado a una investidura abocada al fracaso. Las bancadas de la izquierda y los nacionalistas estallaron en carcajadas cuando el l¨ªder del PP sostuvo que si no es presidente es porque no quiere. ¡°Tengo a mi alcance los votos para ser presidente del Gobierno¡±, dijo interrumpido por las risas. ¡°Pero no acepto pagar el precio que me piden para serlo¡±. La realidad es que Feij¨®o no podr¨ªa haber amarrado en ning¨²n caso el respaldo de 176 diputados sumando a la vez a Junts o el PNV y a Vox, como han dejado claro esos partidos. El l¨ªder popular perder¨ªa el apoyo de la extrema derecha si pactara con los nacionalistas e independentistas. Por eso no ha logrado sumar un solo respaldo m¨¢s de los 172 con los que recibi¨® el encargo del Rey; porque Vox, que lo apoyar¨¢, act¨²a como un repelente para los nacionalismos o para cualquier otra alianza.

El presidente del PP present¨® un discurso de reunificaci¨®n de la derecha. Su prop¨®sito, consciente de que su investidura iba a fracasar, era reforzar su liderazgo y utilizar la plataforma que le daba el Congreso para erigirse en el referente no solo de los votantes del PP, sino tambi¨¦n de los de Vox, que le dar¨¢ su apoyo en la votaci¨®n de esta semana. Feij¨®o se refiri¨® a los tres millones de votantes del partido ultra, que tienen, dijo, ¡°todo¡± su ¡°respeto¡±, y se mostr¨® condescendiente con la formaci¨®n de Santiago Abascal, a quien agradeci¨® su ¡°respaldo generoso y responsable¡±. Vox, al que Feij¨®o calificaba en 2019 como ¡°extrema derecha¡±, ahora es para el l¨ªder popular simplemente ¡°la formaci¨®n m¨¢s unitaria¡±.

En ese intento de reunificar la derecha, como le ha pedido Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, Feij¨®o lanz¨® gui?os a las posiciones pol¨ªticas de Vox en violencia de g¨¦nero o en transici¨®n energ¨¦tica, asumiendo parte de su guerra cultural. As¨ª, cuestion¨® la eficacia de las medidas vigentes contra la violencia machista, como hace siempre Abascal para justificar su propuesta de derogar la ley contra la violencia de g¨¦nero, y asumi¨® que las pol¨ªticas en vigor contra esta lacra ¡°culpan directamente a todos los hombres¡±, aunque reafirm¨® el respaldo del PP al Pacto de Estado contra la Violencia de G¨¦nero.

A la vez, Feij¨®o confirm¨® su respaldo a ¡°una econom¨ªa m¨¢s verde¡±, pero ¡°sin visiones apocal¨ªpticas¡± y condicionada a que no ¡°limite el crecimiento¡± o ¡°imponga un determinado modo de vida¡±. ¡°Es decir, transici¨®n ecol¨®gica, s¨ª. Dictadura activista, en ning¨²n caso¡±, proclam¨® el l¨ªder del PP, asumiendo incluso el lenguaje de la extrema derecha en este punto. Abascal le agradeci¨® despu¨¦s el acercamiento a esos planteamientos, as¨ª como su cr¨ªtica al ¡°adoctrinamiento¡± en los colegios.

¡°De acuerdo en lo importante¡±

En las r¨¦plicas, el choque con el l¨ªder de Vox fue de guante blanco. ¡°Se?or Abascal, yo seguir¨¦ hablando con Vox aunque le moleste al partido sanchista¡±, le prometi¨® Feij¨®o, que solo mencion¨® como diferencias entre ambos partidos el europe¨ªsmo, que el PP es ¡°un partido de gesti¨®n¡± y la pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica, aunque ambos se han opuesto al uso de las lenguas cooficiales en el Congreso. ¡°Estamos de acuerdo en lo importante¡±, remach¨® el l¨ªder popular en respuesta al de Vox.

El resto del programa de Gobierno que el presidente del PP present¨® ante la C¨¢mara fue un compendio de sus propuestas electorales. Rebajas fiscales, como reducir el IRPF a las rentas bajas y medias, las de ingresos de hasta 40.000 euros; y extender temporalmente la rebaja del IVA de los alimentos a la carne, pescado y conservas, y mantener el escudo social del Gobierno en funciones, incluido, como ya avanz¨® durante la campa?a para las generales del 23 de julio, el impuesto extraordinario a los beneficios de la banca. Feij¨®o plantea seguir incrementando el salario m¨ªnimo interprofesional para alcanzar el 60% del salario medio, aunque no especifica cu¨¢ndo, y revalorizar las pensiones, sin vincularlas al IPC. Una propuesta econ¨®mica resumida en la cuadratura del c¨ªrculo: promesas generalistas que bajan impuestos, incrementan el gasto y a la vez reducen el d¨¦ficit, sin que est¨¦ claro c¨®mo es posible todo eso a la vez.

S¨¢nchez sobrevol¨® por todo el discurso de Feij¨®o, revelando que el l¨ªder del PP no se ha recuperado de su victoria insuficiente en las generales de julio. ¡°Se?or S¨¢nchez, su actitud nunca cambiar¨¢ la m¨ªa. Ni sus desprecios. Ni los desprecios de los suyos. Jam¨¢s¡±, le dijo. Y a?adi¨®, al referirse a la amnist¨ªa: ¡°Retrata a quien antepone el inter¨¦s general a la ambici¨®n personal y a quien no lo hizo ni lo har¨¢. Me retrata a m¨ª. Le retrata a usted, se?or S¨¢nchez¡±. A Feij¨®o le molest¨® especialmente que el l¨ªder socialista no le diera la r¨¦plica. Al PP le descoloc¨® que en su lugar se enfrentara a ¨¦l el diputado y exalcalde de Valladolid ?scar Puente. El presidente popular reaccion¨® con enfado. ¡°?Usted me ped¨ªa seis debates durante la campa?a electoral y ahora no es capaz de hacer el segundo?¡±, se quej¨®. Despu¨¦s, se dedic¨® a responderle en las r¨¦plicas a otros partidos, como en la de Vox.

Con todo, el presidente del PP dej¨® de lado las apelaciones al transfuguismo a los diputados del PSOE que han lanzado en los ¨²ltimos d¨ªas algunos dirigentes populares, y se centr¨® en interpelar a Junts y al PNV para tratar de convencerlos de que reconsideren su voto. ¡°?Qu¨¦ les hace pensar que todo lo que hoy se usa para satisfacer sus exigencias no se utilizar¨¢ contra ustedes cuando ya no les necesiten? H¨¢ganme caso. Un Estado garantista es mejor hasta para ustedes¡±, los interpel¨®. ¡°No me recrear¨¦ en las consecuencias electorales de sus alianzas (a la vista est¨¢ que no muy rentables), pero est¨¢n en un error. ?Los han votado a ustedes para que se aplique la pol¨ªtica econ¨®mica de Podemos? ?En serio?¡±.

Feij¨®o utiliz¨® tambi¨¦n su discurso, de casi dos horas, para reivindicar su liderazgo al frente del PP, por si acaso sufre tensiones despu¨¦s de no haber logrado una victoria suficiente en las urnas. ¡°Haber ganado las elecciones es la primera raz¨®n por la que hoy estoy aqu¨ª¡±, subray¨®, despu¨¦s de recordar que tiene 16 esca?os m¨¢s que el PSOE, cuenta con mayor¨ªa absoluta en el Senado y re¨²ne m¨¢s diputados (137) que los que nunca ha logrado S¨¢nchez. De nada le bastan todas esas cifras para evitar que su investidura sea un intento fallido. Salvo una sorpresa may¨²scula que nadie espera, el l¨ªder del PP saldr¨¢ del Congreso cambiando el traje de ganador de las elecciones por el del candidato que no logr¨® la confianza del Parlamento.

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