S¨¢nchez ningunea a Feij¨®o y manda al PSOE al ataque
El presidente del Gobierno en funciones, que s¨ª intervino en la moci¨®n de censura de Vox, arranca una nueva etapa a la ofensiva
El golpe de efecto es el terreno natural de Pedro S¨¢nchez. El ¨²ltimo de ellos, el m¨¢s arriesgado, la convocatoria de unas elecciones anticipadas justo despu¨¦s de una dur¨ªsima derrota en las municipales y auton¨®micas, le sali¨® tan bien que sorprendi¨® incluso a los m¨¢s sanchistas. El l¨ªder del PSOE y presidente del Gobierno en funciones siempre juega a sorprender. Y esta vez, para lograrlo, ha llegado incluso a un extremo muy criticado por algunos veteranos en los pasillos del Congreso: el ninguneo m¨¢ximo a Alberto N¨²?ez Feij¨®o, el candidato a la investidura elegido por el jefe del Estado, con la decisi¨®n de no subir a la tribuna a rebatirle.
S¨¢nchez, que s¨ª habl¨® ¡ªno ten¨ªa obligaci¨®n reglamentaria¡ª en la ¨²ltima moci¨®n de censura, de Vox, defendida por Ram¨®n Tamames, descoloc¨® por completo al l¨ªder del PP con un menosprecio que no esperaban en su partido. El PSOE llevaba un mes hablando de ¡°m¨¢ximo respeto¡± a la investidura de Feij¨®o. Pero al llegar el momento, S¨¢nchez decidi¨® no hablar. ¡°Lo har¨¢ en su investidura¡±, se?alaban en el Gobierno.
¡°?No es una falta de respeto al Parlamento?¡±, preguntaron los periodistas al entorno de S¨¢nchez. ¡°Lo que es una falta de respeto es lo que ha hecho Feij¨®o, convirtiendo esto en una moci¨®n de censura desde el primer minuto. Adem¨¢s, no hay nada de lo que haya dicho ?scar Puente que no sea verdad¡±, contestaban.
En el Gobierno y en el PSOE hab¨ªa euforia por una maniobra estrat¨¦gica que creen que le revent¨® el debate a Feij¨®o. El l¨ªder del PP intent¨® en todo momento contrastar con S¨¢nchez, forzar un cara a cara, mientras el presidente segu¨ªa sentado sonriendo. En Sumar hab¨ªa muchas m¨¢s dudas, y tanto su portavoz, en la tribuna, como su l¨ªder, en la redes sociales, dejaron claro que no les hab¨ªa gustado el ¡°espect¨¢culo¡± de una jornada parlamentaria muy at¨ªpica.
Los socialistas se entusiasmaron con el discurso de ?scar Puente, cuya elecci¨®n no es casual: es el espejo de Feij¨®o: tuvo m¨¢s votos en las elecciones municipales en Valladolid, pero no ha logrado gobernar por un pacto PP-Vox, y desarma as¨ª la idea de la lista m¨¢s votada. Pero Puente hizo algo m¨¢s: sali¨® a la ofensiva ¡ªes su estilo¡ª con un discurso muy pensado para los suyos, para levantar la moral. El PSOE est¨¢ viviendo una gran presi¨®n por la amnist¨ªa, con hist¨®ricos como Felipe Gonz¨¢lez y Alfonso Guerra claramente en contra. Por eso todos aplaudieron en pie cuando Puente dijo que el PSOE no es de sus dirigentes anteriores ni de los actuales, sino de los militantes, que son los que eligieron a S¨¢nchez como secretario general.
Al optar por Puente, S¨¢nchez ha lanzado otro mensaje claro: sabe que vienen una semanas dif¨ªciles, en las que tendr¨¢ que defender la amnist¨ªa y el pacto con los independentistas frente a una ofensiva dur¨ªsima de la derecha, que ha organizado una manifestaci¨®n contra ella incluso antes de la investidura de Feij¨®o. Y ha decidido, fiel a su estilo, enfrentarse a esa ola con un contraataque. ¡°Tal vez es que usted a¨²n no conoce al se?or S¨¢nchez¡±, le dijo Santiago Abascal a Feij¨®o, al ver su desconcierto. Las cosas est¨¢n claras tras el primer d¨ªa: el l¨ªder del PSOE no va a dar tregua al del PP, y est¨¢ ya preparando a la ofensiva la batalla de verdad, la de su propia investidura. Nadie sabe c¨®mo acabar¨¢, pero S¨¢nchez s¨ª ha dejado clar¨ªsimo que ir¨¢ a por todas y est¨¢ dispuesto a pisar cualquier tipo de terreno inexplorado, incluido el del m¨¢ximo ninguneo parlamentario.
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