El angustioso rescate de Chiclana: ¡°?No es hach¨ªs, son inmigrantes!¡±
La narcolancha de este mi¨¦rcoles en C¨¢diz vuelve a poner el foco en un fen¨®meno creciente que este a?o ya suma hasta 200 embarcaciones involucradas en el transporte de inmigrantes
¡°?No es hach¨ªs, son inmigrantes!¡±, vocifer¨® Javier Gonz¨¢lez al visualizar la escena dantesca que se estaba dando ante sus ojos, en mitad de un temporal de lluvia y viento que la tarde de este pasado mi¨¦rcoles azotaba el ca?o de Sancti Petri, entre San Fernando y Chiclana (C¨¢diz). El due?o de una empresa n¨¢utica estaba en el descanso para el bocadillo mientras trabajaba con una productora para un rodaje cuando vio aparecer una narcolancha con tres motores fueraborda en la que cuatro ocupantes comenzaban a arrojar a empujones a otros ocho al mar. Gonz¨¢lez tiene claro que su r¨¢pida intervenci¨®n, ...
¡°?No es hach¨ªs, son inmigrantes!¡±, vocifer¨® Javier Gonz¨¢lez al visualizar la escena dantesca que se estaba dando ante sus ojos, en mitad de un temporal de lluvia y viento que la tarde de este pasado mi¨¦rcoles azotaba el ca?o de Sancti Petri, entre San Fernando y Chiclana (C¨¢diz). El due?o de una empresa n¨¢utica estaba en el descanso para el bocadillo mientras trabajaba con una productora para un rodaje cuando vio aparecer una narcolancha con tres motores fueraborda en la que cuatro ocupantes comenzaban a arrojar a empujones a otros ocho al mar. Gonz¨¢lez tiene claro que su r¨¢pida intervenci¨®n, que se lanz¨® con su z¨®diac al mar para rescatarlos junto a su hijo, evit¨® una tragedia mayor: ¡°Se hubiesen ahogado todos, llevaban mucha ropa encima, no sab¨ªan nadar y es una zona de remolinos de agua¡±.
Con todo, el suceso, in¨¦dito en la zona del Estrecho, acab¨® en desgracia. De los 35 inmigrantes que viajaban en la semirr¨ªgida con tres motores fueraborda ¡ªque, a simple vista, entra en la calificaci¨®n de g¨¦nero prohibido como narcolancha¡ª, cuatro fallecieron ahogados y otros tres necesitaron atenci¨®n hospitalaria por hipotermia. Los ocupantes de la embarcaci¨®n, varones de origen marroqu¨ª y en su mayor¨ªa j¨®venes de en torno a los 18 a?os, relataron que los cuatro miembros de la mafia primero llegaron a la cercana playa de Camposoto, en San Fernando. All¨ª, les obligaron a saltar, pero ocho de ellos ¡°se negaron porque les daba miedo¡±, seg¨²n explican fuentes cercanas a los rescatistas que les dieron la primera atenci¨®n.
Fue entonces cuando la narcolancha se introdujo en el ca?o de Sancti Petri, una zona muy habitual para los narcotraficantes del Estrecho. ¡°Esa misma ma?ana vimos a dos lanchas de petaqueros¡±, explica Gonz¨¢lez, en referencia a los suministradores de combustible y v¨ªveres a los traficantes. El gerente de la empresa n¨¢utica pronto se percat¨® de que la escena era bien distinta a lo que estaba acostumbrado: ¡°No recuerdo nada igual¡±. Los cuatro supuestos traficantes comenzaron a empujar a los migrantes y a tirarlos al mar. ¡°Nos contaron que les dec¨ªan que o saltaban o les daban un tiro¡±, relata el gaditano. Otras fuentes cercanas a los efectivos que les dieron la primera atenci¨®n apuntan que los j¨®venes aseguran que les amenazaron ¡°con un cuchillo¡±.
Gonz¨¢lez y su hijo dieron hasta tres viajes con su z¨®diac: ¡°Empezamos por los que ya estaban bocabajo, ahog¨¢ndose¡±. Una vez en la orilla, los miembros de la productora y del Club N¨¢utico Sancti Petri se lanzaron a reanimarlos y ayudarlos. ¡°Estaban vestidos con hasta siete capas de ropa. Apenas pod¨ªan hablar, el ¨²nico sonido era el casta?eteo de los dientes¡±, a?ade una trabajadora del club, que prefiere preservar su identidad. Parte de los presentes en la escena grabaron la escena, de gran dureza, en la que se aprecia a parte de los chicos atendidos con s¨ªntomas de hipotermia y de ahogamiento. ¡°Les cambiamos y les liamos con toda la ropa que ten¨ªamos a nuestro alcance, desde banderas de Espa?a y de Andaluc¨ªa, hasta polos de promoci¨®n¡±, apunta la misma mujer, a¨²n visiblemente afectada por lo vivido.
Tras ese primer momento, algunos de los rescatados pudieron explicar que hab¨ªan pagado hasta 5.000 euros por el viaje, seg¨²n explica Gonz¨¢lez y confirman las mismas fuentes de la primera atenci¨®n. La Polic¨ªa Nacional y la Guardia Civil a¨²n investiga lo ocurrido con el hermetismo de la Subdelegaci¨®n del Gobierno en C¨¢diz, que se ha negado a aportar detalle alguno sobre las pesquisas. Gonz¨¢lez, que pudo ver a la narcolancha a pocos metros, asegura que estaba ocupada por tres hombres y una mujer ¡°que era la que mandaba¡± y que dos de ellos ¡°eran ¨¢rabes y otros dos espa?oles¡±, aunque esa informaci¨®n no ha sido confirmada oficialmente.
Hace ya a?os que los agentes que luchan contra el tr¨¢fico de drogas en el Estrecho vienen detectando que los narcotraficantes aprovechan sus portes de hach¨ªs para embarcar a migrantes para cruzar el Estrecho en un viaje mucho m¨¢s r¨¢pido, pero tambi¨¦n m¨¢s peligroso por las velocidades que alcanzan estas embarcaciones. ¡°Es una operativa rentable tambi¨¦n para los narcos. No es que sea muy habitual pero si hay organizaciones que aparte de introducir droga, aprovechan que tienen las embarcaciones en el agua y transportan inmigrantes¡±, apunta la misma fuente de la Guardia Civil.
En esos casos, lo m¨¢s habitual es que la lancha vaya cargada de varias toneladas hach¨ªs y, en el poco espacio disponible, embarquen a migrantes. Una operativa muy distinta a la de este mi¨¦rcoles, en la que la narcolancha parec¨ªa estar ocupada solo por migrantes. La clave a desentra?ar por los investigadores, si es que se puede llegar a ello, ser¨¢ saber si eran narcotraficantes que han diversificado su actividad o traficantes de personas que han recurrido a medios del narco para desarrollar su actividad ilegal.
Las lanchas r¨¢pidas para transportar inmigrantes de forma irregular hasta Espa?a proliferan desde 2018, a?o en el que se bati¨® un r¨¦cord hist¨®rico de llegadas a costas. Las llamadas pateras taxi, las m¨¢s habituales, suelen tener un m¨¢ximo de 12 metros de eslora y dos motores de 250 caballos, unas embarcaciones que tambi¨¦n se han usado tradicionalmente para el contrabando de tabaco o el tr¨¢fico de drogas. La lancha semirr¨ªgida que apreci¨® este mi¨¦rcoles en las costas de C¨¢diz encaja en el perfil de narcolancha o go-fast, unas embarcaciones de mayores dimensiones dotadas con m¨¢s de dos motores. Estos barcos est¨¢n prohibidos en Espa?a y hasta las fuerzas de seguridad tienen dificultad de perseguirlas en alta mar.
Aunque no es un fen¨®meno nuevo, la proliferaci¨®n de este tipo de embarcaciones este a?o ha puesto en alerta a las autoridades. Mientras que el a?o pasado apenas se registraron episodios relacionados con la inmigraci¨®n irregular con este tipo de lanchas, este a?o casi se alcanzan las 200 embarcaciones involucradas en el transporte de inmigrantes, seg¨²n fuentes conocedoras del fen¨®meno. Aun as¨ª, la informaci¨®n no es clara y faltan datos sobre el verdadero modus operandi de las mafias que est¨¢n haciendo negocio con ellas. S¨ª se ha constatado que salen sobre todo del norte de Marruecos, que van ocupadas generalmente por marroqu¨ªes, que pagan hasta 10.000 euros por el viaje y que los responsables a cargo del trayecto han usado la violencia contra los migrantes de forma recurrente. As¨ª lo constataba este verano un informe confidencial de la agencia de fronteras europea al que tuvo acceso El PA?S.