Disminuidos o discapacitados: el efecto domin¨® de lo pol¨ªticamente correcto
Ante la reforma del art¨ªculo 49 de la Constituci¨®n, un aviso: toda palabra delicada que sustituye a otra que se desprecia como ofensiva acaba volvi¨¦ndose ofensiva a su vez, transcurridos unos a?os
El ling¨¹ista norteamericano Dwight Bolinger formul¨® en 1980 la teor¨ªa del efecto domin¨® que se produce con los eufemismos y con lo que ahora llamamos ¡°lenguaje pol¨ªticamente correcto¡± (Language: The Loaded Weapon ¡ªLenguaje: el arma cargada¨D. Longman, Nueva York, p¨¢gina 74).
Su tesis la pueden verificar quienes lleven ya unos decenios sobre la Tierra: toda palabra delicada que sustituye a otra que se desprecia como ofensiva acaba volvi¨¦ndose ofensiva a su vez, transcurridos unos a?os. Muchos se sorprender¨¢n al saber que ¡°puta¡± se alej¨® hace siglos de su significado de ¡°muchacha¡± p...
El ling¨¹ista norteamericano Dwight Bolinger formul¨® en 1980 la teor¨ªa del efecto domin¨® que se produce con los eufemismos y con lo que ahora llamamos ¡°lenguaje pol¨ªticamente correcto¡± (Language: The Loaded Weapon ¡ªLenguaje: el arma cargada¨D. Longman, Nueva York, p¨¢gina 74).
Su tesis la pueden verificar quienes lleven ya unos decenios sobre la Tierra: toda palabra delicada que sustituye a otra que se desprecia como ofensiva acaba volvi¨¦ndose ofensiva a su vez, transcurridos unos a?os. Muchos se sorprender¨¢n al saber que ¡°puta¡± se alej¨® hace siglos de su significado de ¡°muchacha¡± para sustituir cuidadosamente a ¡°mujer p¨²blica¡±, como cuenta el especialista en eufemismos Miguel Casas G¨®mez en su libro La interdicci¨®n ling¨¹¨ªstica (Universidad de C¨¢diz, 1986, p¨¢ginas 65 y 222). ¡°Puta¡± fue un eufemismo; y tambi¨¦n los t¨¦rminos ¡°subnormal¡± o ¡°disminuido¡± se aportaron en su momento como pol¨ªticamente correctos. Pero todos ellos caducan porque se acaban impregnando de la realidad que pretenden ocultar y que finalmente nombran.
¡°Ajustes¡± fue un sustitutivo que ya no surte ning¨²n efecto ocultador, y por eso los poderes pol¨ªticos y econ¨®micos empezaron a decir ¡°recortes¡±, que tampoco enga?a hoy a nadie. En la siguiente crisis aparecer¨¢ alg¨²n t¨¦rmino m¨¢s manipulador¡ por un tiempo.
¡°Viejo¡± fue una expresi¨®n de respeto que se convirti¨® en peyorativa, y se sustituy¨® por el vocablo ¡°anciano¡±, que tiempo despu¨¦s tambi¨¦n dej¨® de gustar. Se invent¨® la brillante opci¨®n ¡°personas de la tercera edad¡±, que igualmente se volvi¨® inadecuada. Ahora decimos ¡°personas mayores¡± o ¡°nuestros mayores¡±.
Los ¡°pa¨ªses pobres¡± dejaron de serlo para denominarse con el tecnicismo ¡°pa¨ªses subdesarrollados¡±, hasta que la expresi¨®n se vio ofensiva. Lleg¨® as¨ª ¡°pa¨ªses del Tercer Mundo¡± o ¡°tercermundistas¡±. Pero esos eufemismos terminaron nombrando asimismo lo que pretend¨ªan ocultar. Surgi¨®, pues, la locuci¨®n ¡°pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo¡±, que dej¨® de gustarnos pasado un tiempo. Ahora hablamos de ¡°pa¨ªses emergentes¡±.
El t¨¦rmino ¡°subnormal¡±, que hoy tan mal nos suena, fue empleado en los a?os sesenta para desplazar a ¡°mong¨®lico¡±. Las propias entidades creadas en defensa de estas personas se llamaban ¡°Asociaci¨®n de Familiares de Ni?os y Adultos Subnormales¡± (Afanias) o ¡°Asociaci¨®n de Padres de Ni?os y Adultos Subnormales (Aspanias). El socialista V¨ªctor Manuel Arbeloa, m¨¢s tarde presidente del Parlamento navarro, titulaba un poemario Nanas a un ni?o subnormal, en 1973; y el cantante V¨ªctor Manuel compuso ese mismo a?o Nana para dormir a un subnormal, sin que nadie protestara: ambos usaron la palabra m¨¢s adecuada entonces, la que ya no her¨ªa a nadie. (Precisamente, V¨ªctor Manuel compondr¨ªa a?os m¨¢s tarde su maravillosa canci¨®n S¨®lo pienso en ti, dedicada a la relaci¨®n entre un chico y una chica con discapacidad mental y que tanto hizo por poner en primer plano esta realidad). Lleg¨® m¨¢s tarde el vocablo ¡°deficientes mentales¡±; y luego, ¡°retrasados¡±; y despu¨¦s, ¡°insuficientes mentales¡±; y, cuando se elaboraba la Constituci¨®n, ¡°disminuidos¡±. Y m¨¢s tarde, ¡°personas con s¨ªndrome de Down¡± o ¡°un Down¡±.
Lo mismo sucedi¨® con la serie ¡°lisiados¡± ¨C ¡°tullidos¡± ¨C ¡°inv¨¢lidos¡± ¨C ¡°minusv¨¢lidos¡± ¨C ¡°disminuidos¡±.
Ahora proponen un nuevo texto para el art¨ªculo 49 de la Constituci¨®n a fin de retirar esa ¨²ltima palabra. Hace muy poquito tiempo se defend¨ªa ¡°discapacitados¡±; pero ya se prefiere ¡°personas con discapacidad¡±, con gran acuerdo general. Sin embargo, empiezan a surgir las opciones ¡°personas con capacidades diferentes¡± o ¡°con diversidad funcional¡±. De hecho, algunos organismos oficiales han adoptado esta alternativa, como el ?rea de Atenci¨®n a la Diversidad Funcional de la Universidad Aut¨®noma de Madrid (antes ¡°Atenci¨®n a la Discapacidad¡±), la Universidad Pablo de Olavide o la Universidad de Almer¨ªa, entre otras; as¨ª como el Gobierno foral de Navarra, que dispone de una p¨¢gina de atenci¨®n ¡°a personas con diversidad funcional¡±.
Reformar la Constituci¨®n para evitar cualquier da?o a quienes merecen toda nuestra atenci¨®n y empat¨ªa es una iniciativa loable. Ahora bien, queda fuera de lugar tachar de ¡°injusta¡± o ¡°maldita¡± la palabra todav¨ªa vigente en ese texto, o condenar a quienes usaron esa y otras f¨®rmulas en cada momento de la historia. Quiz¨¢s dentro de unos a?os alguien aplique el mismo juicio a lo que hoy se est¨¢ aprobando.