Ense?anzas del superpleno del 10 de enero
El Gobierno cuidar¨¢ m¨¢s a los no independentistas tras la votaci¨®n de los decretos en el Congreso | El sector socialista del Ejecutivo pondr¨¢ el acento en atender a Podemos | Yolanda D¨ªaz vuelve a ponerse la capa del di¨¢logo con patronal y sindicatos
Las ense?anzas pol¨ªticas del pleno del Congreso del 10 de enero probablemente formen el cuerpo te¨®rico, t¨¢ctico y estrat¨¦gico m¨¢s relevante de la XV Legislatura, sea cual sea su duraci¨®n. A la c¨²pula gubernamental y a la direcci¨®n del PSOE les corresponde aparentar y transmitir normalidad, con el argumento de que la realidad num¨¦rica parlamentaria se impone, pero la extremada diversidad de los grupos que ...
Las ense?anzas pol¨ªticas del pleno del Congreso del 10 de enero probablemente formen el cuerpo te¨®rico, t¨¢ctico y estrat¨¦gico m¨¢s relevante de la XV Legislatura, sea cual sea su duraci¨®n. A la c¨²pula gubernamental y a la direcci¨®n del PSOE les corresponde aparentar y transmitir normalidad, con el argumento de que la realidad num¨¦rica parlamentaria se impone, pero la extremada diversidad de los grupos que apoyan al Gobierno llevar¨¢ a situaciones de tensi¨®n y transacci¨®n inesperadas. Solo se observa comuni¨®n y comunicaci¨®n entre el PSOE y Sumar, con el com¨²n denominador de querer acordar pese a las discrepancias, que las hay y las habr¨¢. Junts y ERC se distancian y se increpan sin disimulo. Ese factor jugar¨¢ en contra del Gobierno. Los avisos est¨¢n dados: Junts forzar¨¢ al m¨¢ximo su relaci¨®n con el Gobierno con sorpresas de ¨²ltima hora.
Sin aspavientos, los interlocutores socialistas que vivieron la tensi¨®n del superpleno del mi¨¦rcoles dan por supuesto que habr¨¢ que introducir cambios: menos improvisaci¨®n, menos prisas, m¨¢s di¨¢logo, m¨¢s leyes, reducir al m¨ªnimo los decretos y cuidar al resto de los operadores necesarios que no son los independentistas catalanes. El di¨¢logo social con sindicatos y empresarios est¨¢ en la primera p¨¢gina de las tareas. La vicepresidenta segunda, Yolanda D¨ªaz, vuelve a ponerse la capa negociadora que luci¨® durante m¨¢s de un trienio. No ella, pero s¨ª la parte socialista del Gobierno, prestar¨¢ m¨¢s atenci¨®n a Podemos, aunque en el PSOE sostienen que no han sido los contenidos del decreto sobre el subsidio de desempleo, sino otros factores, los que llevaron al grupo de Ione Belarra a derribar la norma en el Congreso.
La obligaci¨®n del presidente del Gobierno es mostrar seguridad y tratar de dar certezas a los ciudadanos, explican en medios gubernamentales, y a fe que Pedro S¨¢nchez lo intenta con denuedo. En la entrevista de este domingo a EL PA?S no deja margen al derrotismo por mucho que todo lo que ocurri¨® en el pleno del Congreso de la semana pasada, oficiado en el Senado por obras en la C¨¢mara baja, causara desasosiego en sus filas. Algo m¨¢s de dos centenares de parlamentarios socialistas, entre diputados y senadores, representantes de todas las provincias de Espa?a, son un term¨®metro muy preciso de la desaz¨®n de esa organizaci¨®n. No solo por su percepci¨®n y sus convicciones personales, sino por el conocimiento del sentir del electorado, desde Ribadeo hasta Jerez de la Frontera. Los numerosos interlocutores consultados constatan, en primer lugar, que la unidad en el PSOE no sufre merma alguna y la confianza en su secretario general es s¨®lida, sin que las cr¨ªticas de algunos sectores o personalidades relevantes la resquebrajen. Esa tranquilidad org¨¢nica convive, sin embargo, con el desasosiego que produce la relaci¨®n obligada con Junts y el efecto contagio que su escalada de exigencias pueda tener en ERC. A¨²n no se ha terminado de asumir la pr¨®xima ley de amnist¨ªa, todav¨ªa en el comienzo de su tramitaci¨®n, cuando el electorado real y potencial del PSOE debe incorporar nuevas y desconocidas demandas de los posconvergentes, se?alan preocupados dirigentes socialistas.
La delegaci¨®n de las pol¨ªticas de inmigraci¨®n ha desbordado el vaso. Las explicaciones del Gobierno, contradictorias con las del partido de Carles Puigdemont, aumentan la incertidumbre. El presidente ha asegurado a este peri¨®dico que ¡°expulsar a los emigrantes compete a la Administraci¨®n central¡±. El asunto es de tal envergadura que ha saltado al debate p¨²blico en Catalu?a donde el PSC, ERC, En Com¨² Podem y la CUP atribuyen a Junts una preocupaci¨®n creciente por la influencia de la extrema derecha independentista, centrada en identificar delincuencia e inmigraci¨®n, lo que les arrastra a posiciones xen¨®fobas.
Pero no solo es eso. En fuentes socialistas, de Sumar y de ERC se llama la atenci¨®n sobre los anuncios y explicaciones de Junts y el recorrido real que puedan tener. Algunos hablan de ¡°humo¡±. No ayuda a que se abra paso la claridad a que el Gobierno no haya presentado un documento sobre lo aprobado, y que la ¨²nica versi¨®n que exista es la emitida en una nota de Junts sin membrete. Las versiones se mantienen contradictorias, a la espera de la negociaci¨®n de una ley org¨¢nica. ¡°Lo importante es lo que se aprueba¡± repiten en el Ejecutivo.
El encuentro de varias horas de este s¨¢bado del Gobierno al completo en la finca toledana de Quintos de Mora, propiedad del Estado, previsto hace varias semanas, sirvi¨® para repasar la agenda de proyectos. Hay mucho que hacer en pol¨ªticas sociales, econ¨®micas, culturales y de derechos, que no tienen que ver con Catalu?a y la negociaci¨®n sobre la amnist¨ªa y demandas competenciales, se?alan en La Moncloa. No es tarea f¨¢cil que consigan sobreponer esa agenda a la de las exigencias independentistas. Enfrente, el PP tratar¨¢ de apuntalar el mensaje contrario: el Gobierno de Espa?a solo trabaja para el independentismo catal¨¢n. Los episodios del 10 de enero dan alas a Alberto N¨²?ez Feij¨®o para que en febrero empiece la vuelta a Espa?a con ese mensaje.