Sumar: organizarse o morir
Tras el batacazo en Galicia, todos en la coalici¨®n coinciden en que es imprescindible crear una estructura. El problema es c¨®mo
Aquellos a?os en que todo lo s¨®lido se desvanec¨ªa en el aire y el discurso de la indignaci¨®n se impon¨ªa en plat¨®s y redes sociales, lleg¨® a parecer posible levantar un proyecto pol¨ªtico sin ninguna organizaci¨®n detr¨¢s. ¡°En ¨¦pocas c¨¢lidas se pueden encontrar atajos¡±, reflexiona ??igo Errej¨®n, ahora portavoz parlamentario de Sumar y entonces protagonista destacado en aquella sacudida que resquebraj¨® el sistema pol¨ªtico espa?ol. ¡°Pero cuando llega el fr¨ªo, ya no hay atajos: tienes que construir ...
Aquellos a?os en que todo lo s¨®lido se desvanec¨ªa en el aire y el discurso de la indignaci¨®n se impon¨ªa en plat¨®s y redes sociales, lleg¨® a parecer posible levantar un proyecto pol¨ªtico sin ninguna organizaci¨®n detr¨¢s. ¡°En ¨¦pocas c¨¢lidas se pueden encontrar atajos¡±, reflexiona ??igo Errej¨®n, ahora portavoz parlamentario de Sumar y entonces protagonista destacado en aquella sacudida que resquebraj¨® el sistema pol¨ªtico espa?ol. ¡°Pero cuando llega el fr¨ªo, ya no hay atajos: tienes que construir organizaci¨®n. El problema es que todo va tan acelerado que no te deja tiempo¡±, remacha.
La temperatura ha bajado ostensiblemente para ese conglomerado pol¨ªtico que un d¨ªa amenaz¨® con arrinconar a la socialdemocracia tradicional. La propia ponencia organizativa de Sumar para su asamblea fundacional del pr¨®ximo 23 de marzo admite el ¡°estrechamiento del campo electoral asociado al espacio¡±. El term¨®metro ha descendido tanto que el pasado domingo en Galicia alcanz¨® cotas polares. Sumar, la formaci¨®n que pretende encarnar el grueso de ese espacio a la izquierda del PSOE ¨Do izquierda transformadora, como prefieren algunos¨D se hundi¨® hasta un m¨ªsero 1,9%. Lo de sus antiguos compa?eros de Podemos fue directamente la congelaci¨®n: un sonrojante 0,26%. Por muchos analg¨¦sicos que se le pongan, el batacazo resulta muy doloroso. Eran las primeras elecciones auton¨®micas a las que concurr¨ªa Sumar y adem¨¢s en la tierra que lanz¨® la carrera pol¨ªtica de su l¨ªder, Yolanda D¨ªaz.
El fiasco se ve¨ªa venir. Tras la implosi¨®n del movimiento de las mareas gallegas, ese sector de la izquierda ya se hab¨ªa quedado fuera del Parlamento en 2020 y sobre sus cenizas renaci¨® el BNG. D¨ªaz fracas¨® en sus intentos de incorporar alg¨²n candidato con pedigr¨ª y la barrera del 5% que impone la ley gallega para acceder al Parlamento agudiz¨® el flujo de voto ¨²til de la izquierda hacia el Bloque y su contrastada candidata, Ana Pont¨®n.
Sin negar el alcance de la derrota, en Sumar se afanan para no incurrir en dramatismos. Ya con Podemos volando por libre, no se ha visto ni un amago de ajuste de cuentas interno. D¨ªaz se reuni¨® el pasado mi¨¦rcoles con el grupo parlamentario y varios asistentes relatan que transcurri¨® en un clima apacible y constructivo. Ni siquiera en privado dirigentes de los principales grupos de Sumar consultados para este reportaje hacen sangre. ¡°Nadie lo ha vivido como un trauma¡±, afirma una diputada. ¡°Nos lo hemos tomado con tranquilidad, lo que no quiere decir con frivolidad¡±.
En los an¨¢lisis afloran cuestiones como los estragos causados por las end¨¦micas luchas internas. ¡°En Galicia en los ¨²ltimos ocho a?os hemos sido un cachondeo¡±, concluye con crudeza un miembro de IU. ¡°La ruptura con Podemos afecta, claro que s¨ª. Ha sido muy triste¡±, refuerza otro de los comunes catalanes. Errej¨®n a?ade que Sumar se muestra especialmente sensible al llamado voto dual e intercambia considerables porciones del electorado con formaciones soberanistas seg¨²n el ¨¢mbito de cada elecci¨®n. Hace solo siete meses, el 23-J, la formaci¨®n de D¨ªaz aventaj¨® en punto y medio al BNG en Galicia. En esas mismas elecciones la confluencia catalana se situ¨® segunda tras el PSC cuando hab¨ªa quedado sexta en las auton¨®micas de 2021.
Pero la lecci¨®n principal del fracaso gallego no ofrece dudas a nadie. Del grupo m¨¢s pr¨®ximo a D¨ªaz a IU, de los comunes a M¨¢s Madrid o Comprom¨ªs, resuena un diagn¨®stico un¨¢nime. Lo resumi¨® la vicepresidenta segunda del Gobierno ante sus diputados: ¡°M¨¢s que nunca se necesita organizaci¨®n¡±. O como ya hab¨ªa apuntado antes el n¨²mero dos de IU, Ismael Gonz¨¢lez: ¡°Las estructuras sin arraigo territorial no se mantienen en el tiempo¡±. Y los tiempos, como dice Errej¨®n, han enfriado.
Colocar los cimientos de esa estructura es el objetivo de la asamblea fundacional del 23 de marzo. Ya desde antes del lanzamiento de Sumar, D¨ªaz hab¨ªa insistido en las cr¨ªticas al funcionamiento tradicional de los partidos y tuvo que encajar por ello reproches de los que tildaban su proyecto de personalista. Ahora el plan consiste en edificar una organizaci¨®n parecida y distinta al mismo tiempo a un partido cl¨¢sico. Una ¡°organizaci¨®n compleja y coral¡±, seg¨²n recogen sus documentos, con una ¡°arquitectura institucional interna de una enorme diversidad¡±. Una especie de partido-movimiento con f¨®rmulas a la carta para acoger o colaborar con los 14 grupos diferentes que fueron coligados el 23-J.
El problema es c¨®mo estructurarlo y c¨®mo gestionarlo sin caer en el esoterismo de las f¨®rmulas organizativas que apasiona a una cierta izquierda. ¡°Lo importante es que la izquierda vaya junta, lo que no se entiende es la complejidad¡±, resume una diputada. Sumar aspira a ser ¡°tanto un partido como un paraguas electoral¡±, describe otro dirigente. En el partido se integrar¨¢n IU, Catalunya en Com¨², M¨¢s Madrid, Verdes Equo, Contigo Navarra e Iniciativa del Pueblo Andaluz. Formaciones como Comprom¨ªs, Chunta Aragonesista o M¨¨s se mantendr¨¢n al margen, aunque con la voluntad de juntarse bajo el paraguas en elecciones generales.
La ponencia oficial plantea que dentro de Sumar el 70% de los puestos ser¨¢n elegidos por votaci¨®n de los afiliados y el 30% restante se reservar¨¢ como cuota para los partidos. IU ya ha expresado su rechazo frontal. Teme quedar arrinconada e invisibilizada en algunos territorios por la marca local. Es el caso de M¨¢s Madrid, que advierte de que no ceder¨¢ en la pretensi¨®n de conservar su personalidad en las elecciones regionales. ¡°Nos integramos en Sumar sin exigir cuotas, pero a cambio queremos autonom¨ªa¡±, resumen fuentes de su direcci¨®n. ¡°Somos la segunda fuerza electoral en Madrid, tenemos una amplia presencia en el tejido asociativo, en los municipios¡ No vamos a renunciar a eso¡±.
Con los grupos que quieren estar bajo el paraguas aunque sin integrarse en el partido la relaci¨®n se anticipa a¨²n m¨¢s dificultosa. Un ejemplo: Comprom¨ªs pidi¨® el voto en Galicia para el BNG, con el que est¨¢ hermanado desde hace a?os. Aunque en las elecciones generales vaya con Sumar, ambos podr¨ªan competir en las auton¨®micas, ya que el grupo de D¨ªaz mantendr¨¢ su propia estructura valenciana. ¡°Un error estrat¨¦gico de Sumar¡±, lamentan fuentes de la direcci¨®n de Comprom¨ªs que, pese a todo, se muestran satisfechas del papel otorgado en el grupo parlamentario del Congreso a su ¨²nica diputada, ?gueda Mic¨®.
El panorama se dibuja tan intrincado que las distintas partes coinciden en que, m¨¢s all¨¢ de la asamblea de marzo, requerir¨¢ tiempo para que frag¨¹e. ¡°Necesitar¨ªamos dar pasos lentos, pero todo va tan acelerado¡¡±, asume Errej¨®n. En dos meses habr¨¢ nuevas elecciones en Euskadi y en cuatro, las europeas. Otro tropez¨®n ser¨ªa dif¨ªcil de digerir. Cerrada la p¨¢gina gallega, Errej¨®n se muestra confiado en aprovechar la presencia en el Gobierno, donde, sostiene, Sumar est¨¢ capitalizando la ¡°iniciativa pol¨ªtica¡± ante un PSOE que ¡°parece haberse quedado sin agenda¡± y que apuesta por una legislatura ¡°de consolidaci¨®n¡±, sin grandes proyectos nuevos. Como prueba esgrime el amplio apoyo cosechado esta semana en el Congreso a un texto para refrendar la propuesta estrella de D¨ªaz, la reducci¨®n de la jornada laboral, a la que ni siquiera el PP se opuso.
Errej¨®n es, junto a Marta Lois, el autor del documento pol¨ªtico a debatir en la asamblea, un texto que irradia su sello inconfundible y que propugna como gran objetivo arrebatar a la derecha la bandera de la libertad. ¡°La batalla por la libertad es el gran combate ideol¨®gico de nuestro tiempo¡±, escriben Errej¨®n y Lois. Sin organizaci¨®n se antoja imposible librarlo.