Aprendizajes del 11-M: ¡°Las v¨ªctimas aprendimos que unas gustan y otras no¡±
De la matanza yihadista se han extra¨ªdo importantes lecciones en distintos ¨¢mbitos. Veinte a?os despu¨¦s, estas son algunas valoraciones de sectores y personas implicadas en la investigaci¨®n de los atentados o perjudicadas por los sucesos
El atentado m¨²ltiple del 11 de marzo de 2004 en Madrid, del que ahora se cumplen 20 a?os, supuso un antes y un despu¨¦s en la memoria de todos, y una gran ruptura en las vidas de las v¨ªctimas (193 muertos y cerca de 2.000 heridos) y sus familiares. Pero tambi¨¦n marc¨® un punto de inflexi¨®n en la lucha antiterrorista y en la ...
El atentado m¨²ltiple del 11 de marzo de 2004 en Madrid, del que ahora se cumplen 20 a?os, supuso un antes y un despu¨¦s en la memoria de todos, y una gran ruptura en las vidas de las v¨ªctimas (193 muertos y cerca de 2.000 heridos) y sus familiares. Pero tambi¨¦n marc¨® un punto de inflexi¨®n en la lucha antiterrorista y en la gesti¨®n pol¨ªtica y medi¨¢tica del terrorismo. Dos d¨¦cadas despu¨¦s, estas son algunas de las lecciones aprendidas y de los aprendizajes extra¨ªdos del peor atentado jam¨¢s registrado en suelo europeo.
¡°Las v¨ªctimas aprendimos que hay v¨ªctimas que gustan y otras que no¡±. A sus 41 a?os, dos d¨¦cadas despu¨¦s de que las bombas que los terroristas pusieron en los trenes que se dirig¨ªan a Atocha le arrancasen parte de su rostro, Zahira Obaya sigue viviendo con una gasita blanca en su ojo izquierdo. ¡°He ganado mi nueva identidad con ella. Esta soy yo, esto es lo que soy¡±, dice. Trabajando en la producci¨®n de pel¨ªculas, viaja ¡°de ac¨¢ para all¨¢¡±, y asume que, ¡°al menos tres veces al d¨ªa¡±, alguien le va a hacer la pregunta: ¡°?Qu¨¦ te ha pasado?¡±. Sus respuestas var¨ªan. A veces, esquiva la respuesta y responde con un ¡°uf, es una historia muy larga¡±. Otras, dice la verdad y espera para ver la reacci¨®n de su interlocutor. ¡°Normalmente, no saben donde meterse o responden con incredulidad¡±, asegura. Ella lleva tatuado en la cara aquel d¨ªa y tambi¨¦n los siguientes. Esos en los que ¡°se abri¨® una brecha social tan grande que nadie ha sido capaz de cerrar¡± todav¨ªa, porque ¡°no han querido asumir lo que sucedi¨® y que lo hicieron mal¡±. ¡°Todav¨ªa tengo que escuchar a gente que me dice que no estoy abierta a escuchar lo otro¡±, cuenta. Y concluye: ¡°Las v¨ªctimas aprendimos que unas gustamos y otras, no, y habr¨ªa bastado con reconocer los errores¡±.
La justicia cambia el enfoque reactivo por el preventivo. El fiscal Javier Zaragoza, que dirigi¨® el equipo del Ministerio Fiscal que represent¨® a la acusaci¨®n p¨²blica en el juicio por los atentados yihadistas del 11-M, asegura que aquellos hechos constataron algunas afirmaciones. ¡°Ten¨ªamos un m¨²sculo policial antiterrorista muy potente con servicios de inteligencia que a las pocas horas ya ten¨ªan informaci¨®n muy fiable de los atentados y que permiti¨® localizar a los autores con mucha rapidez¡±, dice. ¡°Tambi¨¦n se constat¨® que la justicia fue ¨¢gil, transparente y p¨²blica, con la retransmisi¨®n en directo de un juicio en el que se respetaron escrupulosamente los derechos de los acusados, no hubo derecho penal contra el enemigo, y se resarci¨® generosamente a las v¨ªctimas¡±, asegura. Por ¨²ltimo, ¡°se constat¨® que se hizo una mala gesti¨®n pol¨ªtica de la informaci¨®n de lo ocurrido, la gesti¨®n informativa no fue la adecuada, lo que gener¨® grandes recelos y desconfianza hacia el Gobierno¡±, se?ala. ¡°Me estudi¨¦ todo el sumario y no hab¨ªa no una sola pista que vinculara a ETA y tampoco ni una sola prueba falsificada¡±. Hasta ah¨ª las constataciones, remarca el fiscal desde su despacho. Pero Zaragoza asegura que aquello supuso una reorientaci¨®n de la lucha antiterrorista hacia la prevenci¨®n. ¡°Desde el punto de vista judicial nos llev¨® a hacer una reflexi¨®n acerca de c¨®mo deb¨ªa de enfocarse la lucha antiterrorista. Hasta entonces era reactiva, es decir, posterior a los atentados; pero esto nos oblig¨® a cambiar el enfoque hacia una actuaci¨®n m¨¢s preventiva, creando y aplicando nuevos tipo penales en las reformas legislativas de 2010 y 2015: integraci¨®n, captaci¨®n, adoctrinamiento, adiestramiento, etc que nos permit¨ªan intervenir en la fase preparatoria de potenciales atentados. No se pod¨ªa volver a repetir nada semejante¡±, explica.
Nuevos organismos y herramientas policiales. La creaci¨®n del Centro De Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) vino determinada por el hecho de que los autores del 11-M se hab¨ªan financiado con dinero procedente del tr¨¢fico de drogas. ¡°Hasta ese momento no se contemplaba esa posibilidad, contraria a los preceptos de la religi¨®n isl¨¢mica¡±, recuerda un responsable de los servicios antiterroristas de la Comisar¨ªa General de Informaci¨®n de la Polic¨ªa Nacional. ¡°El hecho de que, hasta avanzada la investigaci¨®n, no se cruzasen los datos de las investigaciones de la Polic¨ªa Judicial, por ejemplo, sobre El Chino (Jamal Ahmidan), pieza clave en la organizaci¨®n del atentado, nos hizo ver que era necesaria una mayor coordinaci¨®n interna y por eso se crea el CITCO¡±, explica. Adem¨¢s, se potenci¨® enormemente y se desarroll¨® la cooperaci¨®n internacional, otra de las claves en la lucha antiyihadista, al mismo tiempo que en Europa se implantaba el PNR ¡ªel Nombre del Registro de Pasajeros de las compa?¨ªas a¨¦reas¡ª o las fronteras inteligentes. ¡°Aunque Espa?a siempre ha sido puntera en la lucha contra el terrorismo por su desgraciada historia, el 11-M hizo que nos provey¨¦semos de nuevas herramientas para anticiparnos a posibles ataques¡±, se?ala el agente.
Los Tedax: ¡°Las comunicaciones deben hacerlas los profesionales¡±. Buena parte de la informaci¨®n crucial estuvo a cargo de los especialistas en la desactivaci¨®n de explosivos de la Polic¨ªa Nacional (TEDAX). Fueron ellos quienes determinaron que el material empleado no pod¨ªa ser Titadyne porque era de color blanco (y no rojizo), que adem¨¢s hab¨ªa actuado con mucha m¨¢s potencia y velocidad. Y que, por tanto, deb¨ªa de tratarse de otro tipo de dinamita. Fueron tambi¨¦n los TEDAX quienes analizaron las dos bolsas que no estallaron, en una de las cuales se hall¨® la tarjeta telef¨®nica que condujo hasta los autores de la masacre. Su profesionalidad, conocimiento, experiencia y buen hacer, fue clave para el desarrollo de las pesquisas. ¡°El 11-M y los d¨ªas, semanas, meses y a?os posteriores nos han ense?ado que las comunicaciones deben hacerlas los profesionales, no los pol¨ªticos, como ocurre en el sistema anglosaj¨®n¡±, dice Juan Jes¨²s S¨¢nchez Manzano, que era jefe de los TEDAX en aquel complicado momento y sufri¨® el acoso medi¨¢tico y pol¨ªtico para asumir el error que desat¨® las teor¨ªas conspiranoicas sobre la posible implicaci¨®n de ETA en la matanza. Y agrega: ¡°Los medios de comunicaci¨®n, todos, deben de contrastar sus informaciones: a m¨ª nadie me llam¨® para preguntarme, ni de nuestro gabinete de prensa¡±. Seg¨²n ¨¦l, ¡°el 11-M sirvi¨® para mostrar exactamente lo que ni los pol¨ªticos ni los medios deben hacer nunca, es decir: hacer un uso electoralista de la informaci¨®n, publicar cosas sin contrastar y revictimizar a las v¨ªctimas¡±.
El poder de los bulos. Dec¨ªa la semana pasada el periodista Gumersindo Lafuente en la presentaci¨®n del libro Voces del 11-M: V¨ªctimas de la mentira (V¨ªctor Sampedro Blanco, Editorial Planeta), que ¡°el oficio del periodismo en Espa?a ha sufrido mucho por este asunto¡±. Durante esa presentaci¨®n, en el Ateneo de Madrid, en la que participaron varios periodistas adem¨¢s del autor del libro y tambi¨¦n varias v¨ªctimas y profesionales implicados en la investigaci¨®n de los atentados, se record¨® que todav¨ªa un tercio de las personas preguntadas por el brutal ataque yihadista contin¨²a teniendo dudas sobre la autor¨ªa. ¡°Resistir es no consentir la mentira¡±, parafraseaba Lafuente al fil¨®sofo y periodista franc¨¦s Albert Camus. ¡°Y el oficio period¨ªstico en su conjunto, m¨¢s o menos, consinti¨® la mentira¡±, argumentaba. ¡°La prueba de ello es que periodistas que fueron protagonistas de la construcci¨®n de esos bulos, como Federico Jim¨¦nez Losantos, Pedro J. Ram¨ªrez o Casimiro Garc¨ªa-Abadillo, han salido totalmente indemnes. No solo no han pagado por ello, sino que han recibido premios en estos 20 a?os, han tenido tribunas, est¨¢n financiados por empresas del Ibex pese a ser instrumentos de agitaci¨®n pol¨ªtica. Y lo peor, en la televisi¨®n p¨²blica que pagamos con nuestros impuestos les invitan, los han blanqueado¡±.