Los sicarios internacionales aterrizan en el Guadalquivir: ¡°Les da igual amputar que disparar¡±
La Polic¨ªa Nacional detiene a los autores franco-argelinos del secuestro de un empleado del narco al que acusaban de haberse apropiado de un alijo de coca¨ªna
El hombre, de 33 a?os, est¨¢ malherido. Tiene las piernas cosidas a balazos, dos tiros en cada una, y con paup¨¦rrimos torniquetes. Sus captores, los mismos que lo han tirado desde el coche en una rotonda cercana al hospital de Sanl¨²car de Barrameda, en C¨¢diz, no lo quieren muerto, sino aleccionado con un mensaje. Por si quedaba alguna duda, se lo recuerdan con dos disparos m¨¢s, uno en cada palma de la mano. ¡°Para que no puedas empu?ar un arma contra nosotros¡±, le dicen en franc¨¦s, antes de abandonarlo.
La escena ocurri¨® el pasado 20 de febrero, seg¨²n recuerdan fuentes policiales, y ocult...
El hombre, de 33 a?os, est¨¢ malherido. Tiene las piernas cosidas a balazos, dos tiros en cada una, y con paup¨¦rrimos torniquetes. Sus captores, los mismos que lo han tirado desde el coche en una rotonda cercana al hospital de Sanl¨²car de Barrameda, en C¨¢diz, no lo quieren muerto, sino aleccionado con un mensaje. Por si quedaba alguna duda, se lo recuerdan con dos disparos m¨¢s, uno en cada palma de la mano. ¡°Para que no puedas empu?ar un arma contra nosotros¡±, le dicen en franc¨¦s, antes de abandonarlo.
La escena ocurri¨® el pasado 20 de febrero, seg¨²n recuerdan fuentes policiales, y ocultaba un hecho que supone un paso m¨¢s en la espiral de violencia del narcotr¨¢fico del Estrecho: la presencia de una banda de sicarios franco-argelinos llegados del extranjero para ajustar las cuentas de un robo de coca¨ªna entre traficantes, un tipo de disputa que antes resolv¨ªan solas las propias mafias locales del Guadalquivir.
¡°Estos no se andan con chiquitas, no conocen a nadie ni viven aqu¨ª. Les da igual cortar [amputar partes del cuerpo a sus v¨ªctimas] que disparar. Lo hacen y se quitan de en medio¡±, explica un investigador cercano al caso que llevaba desde entonces pis¨¢ndoles los talones. Hasta que, el pasado jueves, la Unidad de Delitos Especializados y Violentos de la Polic¨ªa de C¨¢diz consiguiera detener a dos de los autores materiales de ese secuestro expr¨¦s, uno en Sanl¨²car y el otro en Marbella. La gravedad de la tortura, la naturaleza del rapto ¡ªproducido a plena luz del d¨ªa el 19 de febrero¡ª y la procedencia de los autores obsesionaba a los agentes, preocupados por ¡°c¨®mo est¨¢n cambiando¡± las reglas del juego del narco hacia escenarios m¨¢s violentos, con m¨¢s armas y la participaci¨®n de mafias extranjeras de sicarios.
Los detenidos del jueves, de nacionalidad francesa y de procedencia argelina y marroqu¨ª, respectivamente, recalaron en Sanl¨²car en febrero con la intenci¨®n de saldar cuentas con su v¨ªctima, un hombre de origen marroqu¨ª que llevaba a?os viviendo en la localidad, implicado en negocios del narco. Los investigadores creen que el torturado pudo hab¨¦rsela jugado a una banda local, Los Candela, despu¨¦s de quedarse con un porte de coca¨ªna, una droga mucho m¨¢s cara y, por tanto, peligrosa de mover que el habitual hach¨ªs que entra por el Guadalquivir. ¡°?l organizaba el alijo, se dio cuenta de que era coca y desapareci¨® con ¨¦l¡±, apunta esta fuente cercana a las pesquisas. As¨ª que Los Candela optaron por tirar de una banda internacional de sicarios para que ajustase cuentas con ¨¦l. La tarde de este viernes el juez decret¨® el ingreso en prisi¨®n de ambos arrestados.
La elecci¨®n de una mafia francesa para arreglar un vuelco ¡ªun robo entre traficantes¡ª que antes resolv¨ªan los propios narcos locales escama a la polic¨ªa: los agentes saben que responde a un cambio de tendencia en las altas esferas del hach¨ªs. Los productores marroqu¨ªes est¨¢n perdiendo la confianza en los traficantes locales, preocupados por las p¨¦rdidas de mercanc¨ªa en robos en los que, a veces, ¡°est¨¢n conchabados los ladrones con los que van a robarles¡±, seg¨²n explica este polic¨ªa. ¡°As¨ª que han dicho que ahora mandan a los suyos, y esos vienen sin contemplaciones. Como mandar a un marroqu¨ª es dif¨ªcil, es m¨¢s r¨¢pido hacerlo con mafias francesas, de personas con ascendencia de all¨ª [de Marruecos]¡±, a?ade el investigador.
Es justo el perfil de los, aproximadamente, siete encapuchados que el mediod¨ªa del pasado 19 de febrero aparecieron en la calle Molinillo de Sanl¨²car, en la zona del Barrio Alto. El coche de los secuestradores bloque¨® el paso del veh¨ªculo en el que iba la v¨ªctima, hasta que en la escena apareci¨® una furgoneta blanca que se llev¨® al hombre entre gritos. La escena qued¨® inmortalizada en v¨ªdeo por unos vecinos asustados. El reh¨¦n estuvo raptado algo menos de 24 horas en las que le sometieron a todo tipo de golpes antes de disparar contra ¨¦l y abandonarlo al d¨ªa siguiente en la rotonda gravemente malherido, aunque consigui¨® salvar su vida.
La polic¨ªa tiene constancia de que la mafia franco-argelina llevaba ya varios meses operando en Sanl¨²car porque los agentes ya se las vieron con ella meses atr¨¢s. Fue dos meses antes del secuestro, el 21 de diciembre, cuando dos veh¨ªculos de la Unidad de Prevenci¨®n y Reacci¨®n (UPR) fueron atacados en uno de los controles policiales que se realizan en la ciudad. Los ocupantes de una furgoneta a la que dieron el alto acabaron por embestirlos y luego les dispararon r¨¢fagas con armas de guerra tipo Kal¨¢shnikov y armas cortas, denunci¨® entonces el sindicato profesional SUP. Aquel choque acab¨® con el decomiso de un fusil y de 111 kilos de hach¨ªs, que los narcos dejaron abandonados en el veh¨ªculo.
El incremento de armas entre los narcotraficantes es otra de las grandes preocupaciones de los agentes que operan en la zona y de la Fiscal¨ªa Antidroga de Andaluc¨ªa, que ya ha alertado de ese incremento de la violencia en sus memorias anuales. ¡°Los [narcos] viejos del lugar dicen que ver un arma dentro de una narcolancha era impensable antes, y ahora hay hasta Kal¨¢shnikov¡±, remarca el agente. El rastro de esas armas b¨¦licas se hace evidente en operaciones o enfrentamientos entre polic¨ªas y narcos, como el pasado mayo, cuando unos guardias civiles fueron ¡°recibidos con numerosos disparos de armas autom¨¢ticas de guerra desde varias direcciones¡± al intentar frustrar un alijo. En la operaci¨®n de este jueves, denominada Molinillo II, los investigadores no han encontrado nuevas armas, pero s¨ª muchos casquillos, y de nuevo munici¨®n de fusiles.
A lo largo de estos meses, la polic¨ªa hab¨ªa conseguido detener ya a seis implicados relacionados con el secuestro de Sanl¨²car de Barrameda. El mayor golpe policial hasta este jueves hab¨ªa sido el pasado 26 de febrero, apenas seis d¨ªas despu¨¦s del rapto, cuando los investigadores detuvieron a tres personas relacionadas con Los Candela como posibles autores intelectuales del ajuste de cuentas. Tras pasar a disposici¨®n judicial, los tres acabaron en libertad bajo fianza. Los investigadores del caso sospechan que ese trabajo a una mafia for¨¢nea ¡ªen lugar de encargarse ellos mismos o a otra mafia local¡ª encaja en ese movimiento de tablero provocado por un productor o due?o superior cada vez m¨¢s preocupado por no perder la mercanc¨ªa, m¨¢xime cuando se pod¨ªa tratar de coca¨ªna, cuya penetraci¨®n por el Guadalquivir no es la primera vez que se detecta.
La polic¨ªa ten¨ªa indicios de que este pasado jueves iba a por dos sospechosos peligrosos. Hace d¨ªas tuvieron el ¨²ltimo encontronazo con ellos, despu¨¦s de que uno de los investigadores que les segu¨ªa los pasos acabase implicado en una tensa persecuci¨®n que dur¨® m¨¢s de una hora. Cuando ese mismo agente detuvo a uno de los sospechosos en Marbella, el apresado le espet¨®, desafiante: ¡°T¨² eres el del jueves pasado¡±. Los agentes no descartan que la investigaci¨®n, dirigida por el Juzgado de Instrucci¨®n N¨²mero 4 de Sanl¨²car, culmine con m¨¢s detenidos. Solo entonces dar¨¢n por desmantelada la mafia de sicarios que vino a prestar servicio al narco local. El agente expresa un anhelo que suena poco realista: ¡°A ver si conseguimos que no vuelvan otros similares por aqu¨ª¡±.