Condenado el cabo de la Guardia Civil de Algeciras que blanque¨® 1,6 millones de euros procedentes del narco
La Audiencia de C¨¢diz impone al agente siete a?os de prisi¨®n y una multa de 4,5 millones por crear un entramado societario que se hizo con contratos p¨²blicos
Bernardo A. P. ganaba 1.600 euros al mes por su puesto de cabo de la Guardia Civil en la secci¨®n fiscal de Algeciras (C¨¢diz). Ni m¨¢s ni menos que el mismo salario que pod¨ªa recibir ¡ªen el lapso de 2010 a 2016¡ª cualquier otro compa?ero de la misma categor¨ªa. Con esos emolumentos se antojaba complicado tener un entramado societario de 12 empresas y cuatro uniones temporales capaces de hacerse con concesiones p¨²blicas millonarias, si no fuera porque el cabo Bernardo contaba con una ayuda clave procedente del blanqueo de hasta 1,6 millones de euros del ...
Bernardo A. P. ganaba 1.600 euros al mes por su puesto de cabo de la Guardia Civil en la secci¨®n fiscal de Algeciras (C¨¢diz). Ni m¨¢s ni menos que el mismo salario que pod¨ªa recibir ¡ªen el lapso de 2010 a 2016¡ª cualquier otro compa?ero de la misma categor¨ªa. Con esos emolumentos se antojaba complicado tener un entramado societario de 12 empresas y cuatro uniones temporales capaces de hacerse con concesiones p¨²blicas millonarias, si no fuera porque el cabo Bernardo contaba con una ayuda clave procedente del blanqueo de hasta 1,6 millones de euros del narco. Su conducta le han llevado a acabar condenado a siete a?os de prisi¨®n y una multa de 4,5 millones de euros.
La Secci¨®n en Algeciras de la Audiencia Provincial de C¨¢diz ha condenado al guardia civil, de 55 a?os, por un delito de blanqueo de capitales, agravado por procedencia del tr¨¢fico de drogas, y por otro de organizaci¨®n criminal. Adem¨¢s, la sentencia 211/2024 del pasado 22 de julio ha considerado culpables a los dos hijos de Bernardo, Mar¨ªa del Mar y Juan Francisco, de ser cooperadores necesarios del delito de blanqueo, por lo que les impone sendas penas de tres a?os y un mes de prisi¨®n y multas de 4,5 millones de euros a cada uno. Los tres, pese a carecer ¡°de recursos econ¨®micos personales suficientes, han constituido una compleja estructura societaria compuesta por doce empresas y cuatro uniones temporales de empresas estas ¨²ltimas con la finalidad de participar en distintas licitaciones p¨²blicas¡±, seg¨²n considera el pronunciamiento.
No es la primera vez que Bernardo A. tiene problemas por sus enredos con el narco. Tanto ¨¦l como su mujer acabaron detenidos en octubre de 2014 por pertenencia a organizaci¨®n criminal y blanqueo. Casi cuatro a?os despu¨¦s, en marzo de 2018, la Polic¨ªa Nacional lo detuvo como presunto autor de un delito de falsificaci¨®n de documentos. Entonces, los agentes lo detuvieron por usar un dep¨®sito judicial de su propiedad, Rent Mar¨ªn S. L., como aparcamiento camuflado para todoterrenos de los narcos. La investigaci¨®n por blanqueo, realizada por la fiscal antidroga del Campo de Gibraltar, Macarena Arroyo, que ahora ha acabado con su condena abarca desde 2015 ¡ªa?o en el que acab¨® trasladado al puesto de la Guardia Civil en Almad¨¦n (Ciudad Real)¡ª hasta ese 2018, cuando se encontraba de baja desde hac¨ªa dos a?os.
En ese lapso, los hechos probados de la sentencia relatan un complejo entramado econ¨®mico, societario e inmobiliario compuesto por 12 empresas y cuatro uniones temporales de empresas, estas ¨²ltimas con la finalidad de participar en distintas licitaciones p¨²blicas. Dos de ellas fueron capaces de hacerse con la adjudicaci¨®n del contrato p¨²blico de un dep¨®sito judicial de Sevilla por un valor de 544.500 euros. El cabo Bernardo sum¨® a eso una elaborada estructura de pr¨¦stamos privados o capital de terceros ¡°dirigida a enmascarar y servir de justificaci¨®n a las cantidades invertidas, pr¨¦stamos que pese su apariencia legal son encubiertos realizados con las partidas de dinero en efectivo que se tratan de blanquear¡±.
El cabo de la Guardia Civil tambi¨¦n blanque¨® parte del dinero en compras inmobiliarias realizadas directamente por ¨¦l o por las empresas administradas por sus hijos: tanto de parcelas y terrenos como de coches de alta gama, adem¨¢s de los numerosos viajes a pa¨ªses y ciudades como Jap¨®n, Londres, Marruecos, Orlando o Riviera Maya. Entre las pruebas tambi¨¦n ha quedado documentado c¨®mo Bernardo A. gast¨® parte del dinero ¡ªaunque no se ha podido determinar la cantidad exacta¡ª participando en carreras automovil¨ªsticas.
Durante el juicio, celebrado del 3 al 7 de junio, el cabo asegur¨® ser empresario desde el a?o 1997. La mayor¨ªa de las compa?¨ªas, creadas en Castellar (C¨¢diz) estaban dedicadas a desguaces, compraventas de coches o empresas de turismo activo y un dep¨®sito judicial, adem¨¢s de haber realizado diferentes adquisiciones inmobiliarias. Sin embargo, los tres magistrados han considerado que buena parte de esos movimientos societarios los hizo con dinero procedente del tr¨¢fico de drogas.
La sentencia extiende la responsabilidad a los hijos al entender que ¡°eran perfectamente conocedores de la anormalidad de la actividad econ¨®mica/societaria/financiera desplegada por su padre¡±, explica el pronunciamiento. De esa forma, los magistrados han rechazado el planteamiento de las defensas, que intentaron exculparlos al se?alar que todas las gestiones y decisiones eran dirigidos por el progenitor.
Cuando la polic¨ªa detuvo al cabo Bernardo en marzo de 2018 por usar un dep¨®sito judicial de La L¨ªnea de la Concepci¨®n (C¨¢diz) como un aparcamiento protegido para los narcos, ¨¦l y su empresa Rent Mar¨ªn ya estaban bajo sospecha por otros hechos. Apenas dos meses antes, tres encapuchados asaltaron un dep¨®sito judicial en Conil de la Frontera, tambi¨¦n en la provincia gaditana, y se llevaron una narcolancha. Los asaltantes, armados con pistolas, supuestamente ataron al vigilante que en ese momento custodiaba las investigaciones. Pero los investigadores r¨¢pidamente encontraron contradicciones en las declaraciones de los hechos y circunstancias extra?as que envolvieron al caso.