El PP y Maduro acusan a la vez a S¨¢nchez de dar golpes de Estado a favor y en contra del r¨¦gimen
La crisis de Venezuela dinamita los puentes entre Gobierno y PP con peticiones de dimisiones cruzadas
La crisis de Venezuela ha terminado de reventar la deteriorada relaci¨®n entre el Gobierno y el principal partido de la oposici¨®n. El PP elev¨® el tono hasta niveles inauditos y acus¨® abiertamente al Ejecutivo de participar en un golpe de Estado de Nicol¨¢s Maduro, mientras el propio presidente venezolano sostiene que los servicios secretos espa?oles de estar detr¨¢s de una supuesta operaci¨®n para intentar matarlo. Esta situaci¨®n desconcertante, en la que S¨¢nchez est¨¢ en una especie de pinza entre Caracas (que lo acusa de querer derrocar al r¨¦gimen) y el PP (que sostiene exactamente lo contrario, que lo est¨¢ ayudando a mantenerse en el poder) se agrav¨® este jueves despu¨¦s de conocerse que Edmundo Gonz¨¢lez firm¨® un documento bajo coacci¨®n en el que reconoc¨ªa la victoria de Maduro mientras estaba en la residencia del embajador de Espa?a esperando a ser trasladado a Madrid. Esta pinza pol¨ªtica no es f¨¢cil de explicar: mientras Maduro est¨¢ al borde de la ruptura de relaciones con el Gobierno espa?ol, al que acusa de intentar asesinarlo, el PP y Vox en Espa?a sostienen que en realidad est¨¢ en una alianza con el venezolano y ha participado en una operaci¨®n para dividir a la oposici¨®n.
En esta escalada de tensi¨®n verbal llegaron varias peticiones de dimisi¨®n cruzadas. Mientras el Gobierno exig¨ªa la dimisi¨®n de Esteban Gonz¨¢lez Pons, hombre de confianza de Feij¨®o, por esa acusaci¨®n sin pruebas al Gobierno de participar en un golpe de Estado, el l¨ªder del PP exig¨ªa a su vez la dimisi¨®n de Albares por participar de alguna manera en esa coacci¨®n del r¨¦gimen. Venezuela se ha convertido as¨ª en un asunto de pol¨ªtica interna espa?ola de primera magnitud, que se utiliza como elemento de desgaste del Ejecutivo.
El Gobierno insiste en que se ha limitado a facilitar a Gonz¨¢lez su decisi¨®n libre de abandonar Venezuela ante la presi¨®n del r¨¦gimen de Maduro, que amenazaba con encarcelarlo, y no ha participado en ninguna negociaci¨®n. Fuentes del Gobierno se?alan que Albares habl¨® hasta cuatro veces en persona con Edmundo Gonz¨¢lez ¡ªdos cuando estaba en Caracas y otras dos ya en el avi¨®n camino a Madrid¡ª para asegurarse de que ten¨ªa la voluntad libre de ir a Espa?a, que eso era lo que ¨¦l hab¨ªa decidido. Y la respuesta de Gonz¨¢lez fue inequ¨ªvoca. Esto es relevante para la versi¨®n del Gobierno porque si fue Gonz¨¢lez el que pidi¨® a Espa?a que le acogiera, la tesis del PP de que el Gobierno de S¨¢nchez ayud¨® a Maduro a dar un golpe de Estado contra el propio candidato opositor no tendr¨ªa ning¨²n sentido.
El propio Albares se?al¨® que el opositor le traslad¨® en persona su decisi¨®n de no solo de viajar a Espa?a, sino de solicitar el asilo. ¡°Yo quise estar seguro de esa decisi¨®n¡±, explic¨® el ministro, que insisti¨® en que ¡°Espa?a no tiene nada que ver con ning¨²n tipo de documento que haya firmado Edmundo Gonz¨¢lez¡±. Aunque el texto se firm¨® en la residencia del embajador espa?ol, y ¨¦l aparece en las fotos del encuentro entre el opositor y dos enviados del r¨¦gimen al m¨¢ximo nivel, seg¨²n el relato del Gobierno, fue solo un saludo de cortes¨ªa, ¡ª¡±solo hay un sal¨®n en esa residencia¡±, lleg¨® a decir Albares para explicar la foto¡ª, pero el embajador no particip¨® de ninguna manera en la negociaci¨®n y su firma no est¨¢ en ning¨²n lado. Preguntado por qu¨¦ hac¨ªan los hermanos Rodr¨ªguez, Delcy y Jorge, alto cargos del r¨¦gimen de Maduro, en la residencia del embajador espa?ol, Albares apunt¨® que ¡°cualquier persona que acudiera para entrevistarse con ¨¦l [en referencia a Edmundo Gonz¨¢lez], cualquiera de ellos, no vino a solicitud del Gobierno de Espa?a, ni fue el embajador de Espa?a quien les invit¨®¡±.
Albares asegura que le dio ¨®rdenes expresas al embajador espa?ol para que no tuviera ninguna intervenci¨®n en las negociaciones porque el ministro ten¨ªa especial inter¨¦s en que quedara muy claro que Edmundo Gonz¨¢lez sal¨ªa de Venezuela por su propia voluntad, y no porque Espa?a le estuviera incitando a ello de ninguna manera. El ministro habl¨® con el embajador el mi¨¦rcoles, cuando salieron las noticias del documento, y le confirm¨® de nuevo que hab¨ªa seguido las instrucciones de no inmiscuirse.
Al ver que la pol¨¦mica crec¨ªa y el PP le acusaba de participar en un golpe de Estado, el Gobierno se movi¨®. Exteriores contact¨® con el propio Edmundo Gonz¨¢lez, que en todo momento ha tenido palabras de agradecimiento con S¨¢nchez y Albares por sus gestiones para acogerlo en Espa?a, para pedirle que aclarara p¨²blicamente el episodio y dejara claro que Espa?a no particip¨® de ninguna manera en la extorsi¨®n del r¨¦gimen, la principal acusaci¨®n que lanza el PP. Este, seg¨²n fuentes del Ejecutivo, les traslad¨® que est¨¢ ¡°muy apesadumbrado¡± por la pol¨¦mica y que es un ¡°disparate¡± la acusaci¨®n y les ha asegur¨® que lo explicar¨ªa. As¨ª lo hizo el candidato opositor a ¨²ltima hora de la noche, cuando confirm¨® las palabras de Albares y neg¨® ¡°categ¨®ricamente¡± haber sido ¡°coaccionado ni por el Gobierno de Espa?a ni por el Embajador espa?ol en Venezuela¡±. En un comunicado, Gonz¨¢lez destaca: ¡°Las gestiones diplom¨¢tica realizadas tuvieron como ¨²nico prop¨®sito facilitar mi salida del pa¨ªs, sin ejercer ning¨²n tipo de presi¨®n sobre m¨ª¡±. El texto recalca que el Ejecutivo espa?ol se comprometi¨® a garantizar su ¡°seguridad durante el desplazamiento hacia el avi¨®n de la Fuerza Armada Espa?ola¡± y tambi¨¦n en su llegada a Espa?a y a?ade que las gestiones con Espa?a fueron ¡°supervisadas y facilitadas directamente por el ministro de Asuntos Exteriores¡±, quien asegur¨® ¡°en todo momento¡± el ¡°bienestar y libertad de decisi¨®n¡± del candidato opositor, quien reitera su ¡°agradecimiento a las autoridades espa?olas por su apoyo y compromiso con la protecci¨®n de los derechos humanos¡±.
Ya antes, el abogado del opositor, Jos¨¦ Vicente Haro, admiti¨® en una entrevista en la SER que desconoc¨ªa la existencia del documento, pero neg¨® que Espa?a tuviese las intenciones de las que le acuse el PP. ¡°No se estaba propiciando golpe de Estado alguno. Quien lo dice deber¨¢n dar cuenta ante las autoridades competentes. Estamos muy lejos de eso. Eso ser¨ªa una especulaci¨®n de tipo pol¨ªtico¡±, dijo en clara desautorizaci¨®n de Gonz¨¢lez Pons.
El Gobierno est¨¢ especialmente indignado con esta acusaci¨®n del PP, tanto que Albares pidi¨® a este partido que ¡°no ensucie la imagen de Espa?a¡±, pero Feij¨®o fue muy duro desde Roma y aunque no insisti¨® en la idea de Pons del golpe de Estado, s¨ª acus¨® al Ejecutivo de colaborar en la extorsi¨®n a Gonz¨¢lez del r¨¦gimen de Maduro y por eso pidi¨® la destituci¨®n del embajador y la dimisi¨®n del ministro. La tensi¨®n en pol¨ªtica exterior entre ambos partidos, lejos del tradicional consenso en estos asuntos que hay en otros pa¨ªses, ha ido subiendo en los ¨²ltimos a?os, pero nunca hab¨ªa llegado tan lejos como una acusaci¨®n de participar en un golpe de Estado.
Feij¨®o se queja sistem¨¢ticamente de que S¨¢nchez no le informa nunca de cuestiones delicadas de pol¨ªtica exterior, y en La Moncloa suelen alegar que el l¨ªder del PP no es leal y lo que hace es complicar la labor del Ejecutivo. El PP por ejemplo ha forzado que el Congreso y el Senado reconozcan a Gonz¨¢lez como presidente, algo que el Gobierno no quiere hacer de momento porque quiere mantener la interlocuci¨®n en Venezuela, como hacen Brasil y Colombia, para intentar influir en la salida de la crisis y lograr que Maduro admita la derrota y abandone pac¨ªficamente el poder. El PP cree que eso es inviable y hay que lanzar un mensaje claro a Maduro para mostrar su aislamiento, liderando tanto en la UE como a trav¨¦s de la Internacional Socialista ¡ªque preside el secretario general del PSOE¡ª, el frente contra Maduro.
Gonz¨¢lez Pons, el hombre m¨¢s cercano a Feij¨®o en cuestiones de pol¨ªtica exterior, fue quien revent¨® la jornada con su acusaci¨®n inicial, al sostener sin pruebas que el candidato venezolano ¡°fue trasladado a la Embajada espa?ola para que el chantaje fuera posible¡±. ¡°El Gobierno de Espa?a es un c¨®mplice de Maduro en la operaci¨®n de descabezar a la oposici¨®n en Venezuela. Hay una connivencia de Espa?a en un golpe de Estado en un pa¨ªs extranjero¡±, insisti¨® el dirigente del PP. Desde Roma, despu¨¦s de reunirse con Giorgia Meloni, Feij¨®o rehus¨® en tres ocasiones y a preguntas de los periodistas respaldar o rechazar las palabras del vicesecretario general del Partido Popular. Fuentes de la direcci¨®n del PP aclaran que no rechazan el sentido del mensaje de Pons sobre la ¡°connivencia¡± de S¨¢nchez con Maduro, aunque ¡°sem¨¢nticamente¡± no repliquen sus palabras. Y centran la posici¨®n del partido en las exigencias de Feij¨®o: retirada del embajador, dimisi¨®n de Albares y explicaciones de S¨¢nchez con un desmarque claro de Nicol¨¢s Maduro. No parece probable que suceda ninguna de las dos cosas: ni la dimisi¨®n de Gonz¨¢lez Pons que reclama el PSOE ni la de Albares que exige el PP. Pero lo que s¨ª ha sucedido es una voladura de puentes entre los dos grandes partidos en un asunto especialmente sensible para Espa?a.
Las acusaciones del PP se producen en paralelo a la ofensiva de Venezuela contra Espa?a. Albares lleva d¨ªas exigiendo al canciller venezolano, Yv¨¢n Gil, que le confirme tanto la identidad como el lugar en el que se encuentran detenidos los dos ciudadanos espa?oles arrestados en el marco de lo que el Gobierno venezolano considera un complot orquestado por la oposici¨®n para desestabilizar el pa¨ªs. Sin pruebas, el l¨ªder bolivariano aprovech¨® esta semana la emisi¨®n de su programa de televisi¨®n, Con Maduro +, para ahondar en las tensiones diplom¨¢ticas al asegurar que Jos¨¦ Mar¨ªa Basoa y Andr¨¦s Mart¨ªnez Adasme ¡°son agentes encubiertos¡± de Espa?a. Esas acusaciones han sido rechazadas por las versiones de la familia y del Gobierno espa?ol.
El chavismo ha mantenido una posici¨®n ambigua y contradictoria respecto a Espa?a, nada sorprendente si se tiene en cuenta la forma de actuar de Maduro y la gente que le rodea cuando se trata de relacionarse con otros pa¨ªses. A Gustavo Petro, presidente de Colombia, se le escucha en Caracas, pero cuando dice algo que incomoda al chavismo recibe dur¨ªsimas cr¨ªticas de dirigentes del r¨¦gimen. A su canciller, por ejemplo, le acusan de ser un agente de la CIA al servicio de Washington. As¨ª que no es de extra?ar que se pueda sostener una cosa y su contraria. Maduro y Jorge Rodr¨ªguez suelen referirse a Espa?a con dureza, tildando a sus pol¨ªticos de colonialistas y prepotentes. No olvidan que S¨¢nchez reconoci¨® a Juan Guaid¨® como ¡°presidente encargado¡±.
Los chavistas se han felicitado por el exilio de Gonz¨¢lez y ha mostrado su firma en esa carta en la que acata las decisiones judiciales como un triunfo. A la vez, se ha molestado por la votaci¨®n en el Congreso con la que se pide al Gobierno espa?ol que reconozca a Edmundo como presidente encargado. Eso llev¨® a Rodr¨ªguez, tambi¨¦n presidente de la Asamblea, a presentar un proyecto de ley para romper relaciones comerciales y diplom¨¢ticas con Espa?a. Rodr¨ªguez dijo que se votar¨ªa este jueves, pero el asunto no aparece en el orden del d¨ªa. En cambio, viene registrado un proyecto ¡°de acuerdo de repudio a la grosera intromisi¨®n en los asuntos internos de Venezuela por parte de algunos eurodiputados fascistas¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.