El Gobierno retira la tramitaci¨®n de la senda de estabilidad por falta de apoyos
El Ejecutivo ve margen para seguir negociando con Junts en los pr¨®ximos d¨ªas y se abre a modificar los l¨ªmites de d¨¦ficit antes de volver a plantear su votaci¨®n en el Congreso
El Congreso no votar¨¢ el jueves la senda de estabilidad, es decir, el plan que fija los l¨ªmites de d¨¦ficit y deuda que deben respetar las administraciones p¨²blicas en los pr¨®ximos tres a?os. Una votaci¨®n que estaba condenada al fracaso por la falta de apoyo de Junts y que ha llevado al Gobierno a suspender este martes su tramitaci¨®n in extremis para evitar un sever¨ªsimo rev¨¦s pol¨ªtico. Fuentes del Ejecutivo confirman que la primera consecuencia de esta decisi¨®n ser¨¢ que el proyecto de Presupuestos para 2025 no podr¨¢ presentarse en el plazo legal (antes del 1 de octubre), aunque la ministra portavoz, Pilar Alegr¨ªa, ha rechazado la posibilidad de volver a prorrogar los de 2023.
A pesar de la manifiesta debilidad parlamentaria y del mensaje oficial de La Moncloa, cada vez son m¨¢s los partidarios en las filas del Gobierno de prorrogar las cuentas p¨²blicas por segundo a?o consecutivo. Ser¨ªa la sexta extensi¨®n presupuestaria en la ¨²ltima d¨¦cada. En todo caso, fuentes del Ejecutivo no tiran la toalla y aseguran que ven margen para seguir negociando con Junts su apoyo a la senda de d¨¦ficit m¨¢s adelante. ¡°El Gobierno quiere agotar todas las posibilidades para alcanzar un pacto que ser¨ªa beneficioso para todas las comunidades aut¨®nomas y los ayuntamientos¡±, trasladan fuentes del departamento que dirige Mar¨ªa Jes¨²s Montero. Otras fuentes gubernamentales reconocen que el Gobierno se ha abierto a modificar el reparto de los objetivos de estabilidad, como exige Junts, y que por eso se ha decidido a aplazar su debate en el Congreso. La sensaci¨®n es que ¡°hay agua en la piscina¡± y ¡°hay margen para el acuerdo¡± en una negociaci¨®n ¡°en todos los frentes¡±, aunque en La Moncloa no entran en detalles.
Las negociaciones con Junts han provocado que el Consejo de Ministros, a propuesta de los ministerios de Hacienda y Presidencia, haya acordado la retirada de los objetivos de estabilidad con el objetivo de ganar tiempo y tratar de reconducir la relaci¨®n con el partido de Carles Puigdemont. Los siete diputados de Junts juegan un papel crucial en la aritm¨¦tica del Congreso, como demostraron la semana pasada tumbando por sorpresa una proposici¨®n de ley para limitar los alquileres temporales tras haber anunciado que se abstendr¨ªan. Junts ya result¨® decisivo en el rechazo a la senda de estabilidad votada en el pleno del 23 de julio, y todo apuntaba que la situaci¨®n iba a repetirse, por mucho que el Gobierno lleve semanas concentrando la presi¨®n sobre el PP para tratar de lograr al menos su abstenci¨®n.
El argumento empleado por La Moncloa, sin ¨¦xito, es que los presidentes auton¨®micos y alcaldes populares ser¨ªan los m¨¢s damnificados por el rechazo a la actualizaci¨®n de la senda de estabilidad, ya que ese rechazo supondr¨ªa dejar de invertir casi 12.000 millones de euros en servicios p¨²blicos en 2025 y 2026. ¡°Es una de las preguntas que m¨¢s incomoda a los presidentes auton¨®micos del PP. Cuando se les requiere por la aprobaci¨®n de la senda de estabilidad, saben que eso conlleva que pierdan fondos muy importantes para sus comunidades. No hay una l¨®gica entre la acci¨®n y el voto de los consejeros de Hacienda de las comunidades donde gobierna el PP, que fue de no rechazar la senda de estabilidad en el Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera, aunque es lo que termin¨® haciendo el PP a finales de julio¡±, ha subrayado el ministro de Pol¨ªtica Territorial, ?ngel V¨ªctor Torres, en la comparecencia posterior al Consejo de Ministros. Alegr¨ªa ha incidido en ese comportamiento contradictorio del PP. ¡°Pedimos, de nuevo, un ejercicio de responsabilidad al PP. En el ¨²ltimo Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera se abstuvo, porque sus presidentes saben que esos 12.000 millones de euros son beneficiosos para la ciudadan¨ªa que atienden. Sin embargo, una vez m¨¢s se impuso una decisi¨®n irresponsable, err¨¢tica, de ir siempre contra el Gobierno. Y en realidad el PP no vota en contra del Gobierno, vota en contra de la ciudadan¨ªa de este pa¨ªs¡±, ha recalcado.
Fuentes del Ejecutivo explican que el lunes comenzaron a explorar la posibilidad de aplazar la votaci¨®n, tras constatar la falta de apoyos en el hemiciclo. ¡°Si el PP vota en contra de la senda de d¨¦ficit es probable que el Gobierno pierda la votaci¨®n¡±, reconoci¨® ese d¨ªa la portavoz del PSOE, Esther Pe?a, culpando as¨ª a Alberto N¨²?ez Feij¨®o de la previsible derrota parlamentaria y evitando la menor cr¨ªtica a Junts. La premisa es clara: no enturbiar la ya de por s¨ª compleja relaci¨®n con el partido de Puigdemont.
El Gobierno defiende que ha presentado una senda avalada por las comunidades aut¨®nomas en el Consejo de Pol¨ªtica Fiscal, y que flexibiliza los objetivos de d¨¦ficit para las autonom¨ªas y los ayuntamientos en 2025 y 2026, lo que les dar¨ªa mayor capacidad de gasto. Ese mayor margen lo asumir¨ªa la Administraci¨®n central, que ser¨ªa quien har¨ªa el mayor esfuerzo de reducci¨®n del d¨¦ficit. Un argumento que, por ahora, no ha servido para amarrar los apoyos suficientes.
Truncar de nuevo la senda de estabilidad implicar¨ªa quitar m¨¢s margen a los territorios durante los dos pr¨®ximos a?os, sostienen desde el Gobierno. Estas fuentes aseguran que un informe de la Abogac¨ªa del Estado avala imponer la senda ahora vigente, m¨¢s estricta con autonom¨ªas y entidades locales, en el caso de que la nueva propuesta no reciba luz verde. En ese caso, las comunidades perder¨ªan dos d¨¦cimas de margen fiscal en 2025 y 2026, mientras que los ayuntamientos perder¨ªan una y dos d¨¦cimas en el mismo periodo. Hacienda subraya, adem¨¢s, que las reglas fiscales comunitarias volver¨¢n a entrar en vigor tras la pandemia y la crisis inflacionaria por la guerra de Ucrania. Y que, si la senda de estabilidad propuesta no sale, el Gobierno dispondr¨¢ de m¨¢s margen para cumplir con los requisitos de la UE, en detrimento de las comunidades y ayuntamientos, a los que les pasar¨ªa justo lo contrario.
Pese a los n¨²meros del Ejecutivo, el PP sigue enrocado en el no. Lo mismo que Junts. La reuni¨®n que Santos Cerd¨¢n, secretario de Organizaci¨®n del PSOE, y Puigdemont mantuvieron con sus equipos respectivos el viernes pasado en Suiza (el l¨ªder del partido independentista permanece huido de la justicia) no ha reconducido por el momento la relaci¨®n con un socio que fue fundamental para la investidura de Pedro S¨¢nchez y del que depende el Gobierno para poder aprobar su acci¨®n legislativa.
El Consejo de Ministros volvi¨® a aprobar el pasado 10 de septiembre la senda fiscal que el PP y Junts ya hab¨ªan derribado a finales de julio. Y ya entonces la vicepresidenta Montero acus¨® a Feij¨®o de las consecuencias que tendr¨ªa que la actualizaci¨®n de los objetivos de estabilidad no saliera adelante. ¡°La ¨²nica pregunta que el PP tiene que responder es si quiere obligar a comunidades y ayuntamientos a realizar un ajuste presupuestario en dos a?os de 11.550 millones o les permite mayor capacidad de gasto. Cualquier otra cuesti¨®n son excusas y ruido. Espero que en el PP se instale un m¨ªnimo de sentido com¨²n, de cordura, para que no le den la espalda ni a presidentes auton¨®micos y alcaldes ni tampoco a los ciudadanos que viven en estos territorios¡±, sentenci¨®. Tres de cada cuatro espa?oles viven en comunidades presididas por el PP.
Desde entonces, todos los intentos del Gobierno para convencer al PP han sido en vano. S¨¢nchez puso el foco en los 5.000 millones de euros que quedaban en el aire para el ejercicio de 2025 en la reuni¨®n que celebr¨® el lunes de la semana pasada con los diputados, senadores y eurodiputados del PSOE. Pero en privado todos los interlocutores socialistas y del Ejecutivo consultados reconocen que es Junts, y no el PP, de quien depende la senda de estabilidad y otras votaciones cruciales. Por eso el Gobierno ha decidido dotarse de m¨¢s margen de tiempo, con la esperanza de lograr el voto favorable del partido independentista.
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