Tragedia en la residencia de Villafranca del Ebro: ¡°Las trabajadoras se han ganado el cielo¡±
El consistorio se convierte en un punto de atenci¨®n psicol¨®gica para los familiares de los 10 fallecidos en un centro de mayores y especializado en salud mental y tambi¨¦n para las empleadas del turno de noche que evacuaron con celeridad a 59 usuarios
Cuando pasaban unos minutos de las cinco de la madrugada de este viernes, son¨® el tel¨¦fono de Volga Ram¨ªrez, la alcaldesa de Villafranca del Ebro (Zaragoza, 821 habitantes). Eran los servicios de emergencias que le alertaban de que algo suced¨ªa en la residencia a las afueras del pueblo. La regidora se calz¨® r¨¢pidamente un ch¨¢ndal, sac¨® de la cama a su marido y ambos se dirigieron a ese amplio chalet rodeado por campos verdes y al lado de una acequia. ¡°No hab¨ªa llamas, solo mucho humo. Es muy duro lo que he visto, muy duro¡±, reflexionaba despu¨¦s sobre lo que presenci¨®. Diez internos fallecieron por la humareda generada por el incendio en la habitaci¨®n de un residente. 59 sobrevivieron. Un cigarrillo pudo ser el causante.
Hanna y Mari, las empleadas del turno de noche, empezaron a o¨ªr la alarma antiincendios poco antes de las cinco de la ma?ana. R¨¢pidamente, comenzaron a sacar a residentes del edificio. Todos ellos se iban sentando de forma ordenada y en fila en el camino rural que lleva al centro Jardines de Villafranca. ¡°Esas trabajadoras se han ganado el cielo bien ganado¡±, indic¨® despu¨¦s la alcaldesa. Despu¨¦s se unieron agentes de la Guardia Civil del puesto del cercano pueblo de Alfajar¨ªn. A continuaci¨®n lleg¨® la alcaldesa y su marido y los bomberos del Ayuntamiento de Zaragoza. Fue imposible desalojar a los usuarios m¨¢s cercanos al origen del incendio y el humo lleg¨® a penetrar en 36 habitaciones. Los fallecidos ten¨ªan problemas de movilidad.
¡°Es una circunstancia que no quieres ver nunca¡±, reflexionaba unas horas despu¨¦s de los hechos Eduardo S¨¢nchez, inspector jefe de bomberos y protecci¨®n civil del Ayuntamiento de Zaragoza. El cuerpo envi¨® desde el primer momento siete veh¨ªculos, un equipo sanitario avanzado y un autob¨²s en previsi¨®n de una posible evacuaci¨®n. ¡°El edificio tiene dos alas y una puerta cortafuegos ha funcionado y ha evitado que las llamas se propagaran¡±, detall¨® el inspector jefe. Sin embargo, el humo t¨®xico s¨ª que encontr¨® un camino por el que llegar a todos los rincones y las diez v¨ªctimas fallecieron por inhalaci¨®n de gases nocivos. Otros dos hombres permanecen ingresados en el hospital Royo Villanova, uno de ellos en la Unidad de Cuidados Intensivos.
?Estamos trabajando en el esclarecimiento de las causas del incendio en la residencia de mayores Jardines de Villafranca de Villafranca de Ebro.
— GuardiaCivilZaragoza?? (@guardiacivilzg) November 15, 2024
?Desde la Guardia Civil de Zaragoza queremos mostrar nuestras condolencias a la familia de las diez personas fallecidas pic.twitter.com/W0uFJylrMW
La residencia abri¨® sus puertas en 2008 y es un centro privado con 50 de sus 72 plazas concertadas con el Gobierno aut¨®nomo, pero en el momento de los hechos se encontraban en ella 69 usuarios, seg¨²n ha confirmado el presidente de Arag¨®n, el popular Jorge Azc¨®n, que acudi¨® a la localidad a primera hora. Se trata de un psicogeri¨¢trico, es decir, que alberga no solo a personas mayores sino a tambi¨¦n personas dependientes con alguna patolog¨ªa mental. En el centro hay internos a partir de 40 a?os, pero todos los fallecidos superan los 60, seg¨²n ha explicado la alcaldesa. Una portavoz de la Consejer¨ªa de Pol¨ªticas Sociales se?ala que la comunidad aut¨®noma no exige por ley un n¨²mero m¨ªnimo de trabajadores por turno en las residencias, pero s¨ª que incluye una recomendaci¨®n de una ratio de un empleado por cada 35 internos. Todos los supervivientes fueron realojados a las pocas horas en un centro de Huesca.
La concejala de Cultura, Agnes Daroca, de 46 a?os, se alarmaba a las seis de la ma?ana al o¨ªr un inusual revuelo en las calles de su pueblo. Abri¨® el grupo de WhatsApp del equipo municipal de gobierno y pregunt¨® si al resto de ediles si pasaba algo extra?o. ¡°Incendio en la residencia, estamos aqu¨ª¡±, respondi¨® la alcaldesa. Daroca tard¨® segundos en llegar al centro y se dedic¨® a vestir y abrigar a los supervivientes. Entre ellos busc¨® a uno con el que le une una especial relaci¨®n, Fernando, gran lector al que ella ve habitualmente en la biblioteca del pueblo y que se encarga diariamente de ir a la panader¨ªa para comprar bollos para sus compa?eros de residencia. Daroca se abraz¨® a ¨¦l cuando lo vio entre los supervivientes. Antes de las ocho de la ma?ana, la alcaldesa ya hab¨ªa llamado a la puerta de Jos¨¦ ?ngel Barat, hijo de Pilar Barat, usuaria del centro de 93 a?os. ¡°A m¨ª me comunic¨® que, por suerte, mi madre estaba bien, por eso dentro de la desgracia yo vine tranquilo¡±, explicaba a las puertas de las instalaciones.
A primera hora de la ma?ana, tres despachos del Ayuntamiento de Villafranca, entre ellos el de la propia alcaldesa, se convirtieron en gabinetes de psicolog¨ªa improvisados. Mar¨ªa Ballest¨ªn, de 25 a?os, vecina de la localidad y psic¨®loga cl¨ªnica, se present¨® en el consistorio para ayudar en lo necesario. Ella atendi¨® a las dos empleadas del turno de noche de la residencia, a las que encontr¨® ¡°completamente impactadas¡±. ¡°Ahora empieza un proceso de duelo, primero el estado de shock y despu¨¦s probablemente el estr¨¦s postraum¨¢tico¡±, detalla la profesional. El sal¨®n de plenos consistorial se transform¨® en una especie de centro log¨ªstico en el que ayudar a las familias a gestionar papeles.
Los especialistas de Criminal¨ªstica de Guardia Civil accedieron a mediod¨ªa a las instalaciones a comenzar con la inspecci¨®n ocular. Los agentes entraron al pasillo m¨¢s afectado por el humo, un gran t¨²nel negro con partes del techo derrumbadas. Aunque los investigadores y los bomberos evitaron adelantar una causa del fuego, la presidenta de la Asociaci¨®n Aragonesa para la Dependencia (Arade), Paquita Morata, se?al¨® que la hip¨®tesis m¨¢s plausible es que ¡°alguien ha fumado en una habitaci¨®n¡±. ¡°Se trata de una desgracia terrible, gracias a las trabajadoras no ha habido m¨¢s fallecidos¡±, indic¨® Morata junto a la gerente de la residencia, Carmen Torrijos, que no pod¨ªa dejar de llorar. ¡°Estas trabajadoras quieren a los usuarios como su propia familia¡±, a?adi¨® la presidenta de Arade.
M¨®nica Salinas, de 33 a?os y trabajadora del centro, entr¨® a las dos de la tarde a la residencia con su termo de color lila. ¡°A ver lo que encuentro¡±, le coment¨® a un guardia civil que custodia la entrada. Apenas cinco minutos despu¨¦s abandon¨® las instalaciones, tras ver el interior ennegrecido y constatar que no pod¨ªa hacer nada para ayudar. El ambiente continuaba impregnado del aroma de la intensa humareda oscura. ¡°No tenemos previsi¨®n de lo que va a pasar, supongo que tendremos que ir a Huesca a estar con ellos¡±, reflexiona cabizbaja mientras vuelve hacia su coche.
¡°Vaya hostia, Agnes, ?c¨®mo est¨¢s?¡±, le pregunta Teresa Bosque, asistente a domicilio que recorre los pueblos de la comarca, a la concejala de Cultura. ¡°Bien, bien, es lo que toca¡±, responde la edil. Los vecinos se re¨²nen en un minuto de silencio a la una de la tarde, para recordar a los fallecidos. ¡°Eran unos m¨¢s del pueblo, ven¨ªan a las fiestas, los ve¨ªas en la piscina, participaban en nuestras actividades¡±, explicaba la alcaldesa. Desde este viernes, faltan 10 en Villafranca del Ebro.
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